A pesar de todos los deberes que les habían puesto a los de cuarto, Lucy no se puso a trabajar. No tenía muchas ganas, así que se pasó la primera semana de vacaciones pasando el tiempo con sus compañeros.
La torre de Gryffindor seguía casi tan llena como durante el trimestre, y parecía más pequeña, porque sus ocupantes armaban mucho más jaleo. Fred y George habían mejorado sus galletas de canarios, que eran un éxito; y durante los dos primeros días de vacaciones la gente iba dejando plumas por todas partes. No tuvo que pasar mucho tiempo para que los de Gryffindor aprendieran a tratar con muchísima cautela cualquier cosa de comer que les ofrecieran los demás, por si había una galleta de canarios oculta.
En aquel momento nevaba en el castillo y sus alrededores. El carruaje de Beauxbatons parecía una calabaza enorme, helada y cubierta de escarcha; en tanto que el barco de Durmstrang tenía los mástiles cubiertos de escarcha.
En las cocinas, los elfos domésticos se superaban a sí mismos con guisos calientes y sabrosos, y postres muy ricos. La única que encontraba algo para quejarse era Fleur Delacour.
- Toda esta comida de Hogwag es demasiado pesada - la pyeron una noche en que salían tras ella del Gran Comedor -. ¡No voy a cabeg en el vestido!
- ¡Ah, qué tragedia! - se burló Hermione cuando Fleur salía al vestíbulo.
- ¿Con quién vas al baile? - preguntó de pronto Ron.
El pelirrojo solía cuestionar aquello cuando Hermione no podría esperárselo, para ver si decía el nombre de su pareja.
- Pareces una maruja - le dijo Lucy, en tono burlón.
- ¡Calla! - le soltó Ron -. No te he preguntado a ti, le he preguntado a Hermione.
La castaña le miró con altivez.
- No voy a decírtelo - zanjó -. No me creerías.
- ¿Bromeas, Ronald? - dijo Malfoy tras ellos -. ¡No me dirás que ha conseguido pareja para el baile! ¿La sangre sucia de los dientes largos? Tú también vas con un sangre sucia, ¿no,chica Weasley? Me han dicho que vas con ese bobo de Thomas.
Harry y Ron lo miraron con el entrecejo fruncido, enfadados, y Hermione rodó los ojos, tratando de permanecer paciente. Sin embargo, Lucy sonrió, mirando por detrás de Malfoy.
- ¡Buenas noches, profesor Moody, señor! - exclamó con firmeza, dándola aires de soldado.
Malfoy palideció y retrocedió de un salto, buscándolo con la mirada, pero Moody estaba todavía sentado a la mesa de los profesores. El Alastor escuchó a la pelirroja, y la devolvió el saludo con una extraña sonrisa. Luego reparó en Malfoy, y lo señaló, queriendo saber si daba problemas. Lucy hizo un gesto con la mano, quitándole importancia.
- Eres un huroncito nervioso, ¿eh, Malfoy? - rió Hermione mordazmente.
Y los cuatro subieron las escaleras del vestíbulo, burlándose de Malfoy.
☆ ☆ ☆
La mañana de Navidad, Lucy despertó estornudando. Algo la hizo cosquillas en la nariz, y dio tal estornudo que llenó el cuarto entero de polvo rosa. Las demás chicas no se despertaron por el polvo, sino por el estruendo que había provocado el estornudo. Desperezándose, empezaron a abrir los regalos.
Bostezando, Lucy se frotó los ojos, preguntándose si era posible estornudar dormida. Se incorporó en la cama, y dio un grito cuando vio un par de gigantescos ojos azules mirándola. Luego se dio cuenta de que era Pepper, con Pelos en brazos, observándola con una sonrisa.
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Lucy Weasley y el Cáliz de Fuego ✔️ [LucyWeasley II]
FanfictionSEGUNDO LIBRO DE LA SAGA DE LUCY WEASLEY Tras un extraño y ajetreado curso, llegan las vacaciones para Lucy, las cuales pasa pintando, pasando las tardes con sus primos y escribiendo a su amigo Sirius, un fugitivo de la ley mágica. Asiste con su fa...