Dumbledore se levantó y miró un momento a Barty con desagrado. Luego alzó otra vez la varita e hizo salir de ella unas cuerdas que lo dejaron firmemente atado.
Se giró hacia la profesora McGonagall.
- Minerva, ¿te podrías quedar vigilándolo mientras subo con Harry?
- Desde luego - respondió ella. Daba la sensación de que sentía náuseas, como si acabara de ver vomitar a alguien.
- Severus, por favor, dile a la señora Pomfrey que venga - indicó Dumbledore -. Hay que llevar a Alastor Moody a la enfermería. Luego baja a los terrenos, busca a Cornelius Fudge y tráelo acá. Supongo que querrá oír personalmente a Crouch. Si quiere algo de mí, dile que estaré en la enfermería dentro de media hora.
Snape asintió en silencio y salió del despacho.
Mientras, Lucy se subió la manga del pantalón, mostrando un calcetín alto hasta la rodilla, rosa con rayas amarillas. Agarró la tela y la rasgó, reduciendo la longitud su longitud hasta el tobillo. Se acercó a Harry y envolvió con la tela del calcetín el corte que tenía en el antebrazo.
- No es mucho - le dijo a Harry -. Pero así dejarásde sangrar un poco...
- Tranquila - musitó él. Por un segundo, sus labios formaron una triste sonrisa -. Gracias.
- Miguel, debes escribir a tu padre de inmediato - continuó el director -. Pepper, entrega al señor Moon papel y pluma, y llévalo a un lugar donde pueda escribir con tranquilidad. Luego acompáñalo a la lechucería.
- Sí, señor - asintió Miguel.
- Como usted diga, director - dijo Pepper -. Señor Moon, siga a Pepper, por favor.
Hada y elfo salieron también del despacho.
- Lucy, Harry... - llamó Dumbledore con suavidad.
Harry se levantó y volvió a tambalearse. Lucy se apresuró a ayudarlo; le cogió del brazo y le ayudó a mantenerse en pie. Los tres salieron al oscuro corredor.
- Antes que nada, quiero que vengáis a mi despacho, - les dijo en voz baja mientras caminaban -. Sirius nos está esperando allí.
Los dos chicos asintiieron con la cabeza.
Lucy se sentía aturdida. En tan sólo un par de horas, Cedric había muerto, habían descubierto a BartyCrouch, y el Señor Tenebroso había regresado, más fuerte que nunca.
- Profesor - murmuró Harry -, ¿dónde están los señores Diggory?
- Están con la profesora Sprout - dijo Dumbledore. Su voz tembló levemente -. Es la jefa de la casa de Cedric, y es quien mejor lo conocía.
Llegaron ante la gárgola de piedra. Dumbledore pronunció la contraseña, se hizo a un lado, y él, Lucy y Harry subieron por la escalera de caracol móvil hasta la puerta de roble. Dumbledore la abrió.
Sirius se encontraba allí, de pie. Tenía la cara tan pálida y demacrada como cuando había escapado de Azkaban. Cruzó en dos zancadas el despacho.
- ¡Chicos! - dijo, mientras Lucy ayudaba a Harry a sentarse -. ¿Estáis bien? Lo sabía, sabía que pasaría algo así.
Lucy se echó sobre él y le abrazó con fuerza. Por un segundo sintió que estaba a salvo, pero el miedo volvió en seguida.
- ¿Qué ha ocurrido? - preguntó, preocupado.
Lucy miró a Harry, que tenía los ojos fijos en ningún lugar del despacho. Estaba agotado, y no parecía prestar atención a nada.
- ¿Qué ha pasado, Lu? - repitió Sirius en voz baja, viendo que a Harry no le salían las palabras.
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Lucy Weasley y el Cáliz de Fuego ✔️ [LucyWeasley II]
FanfictionSEGUNDO LIBRO DE LA SAGA DE LUCY WEASLEY Tras un extraño y ajetreado curso, llegan las vacaciones para Lucy, las cuales pasa pintando, pasando las tardes con sus primos y escribiendo a su amigo Sirius, un fugitivo de la ley mágica. Asiste con su fa...