8. Ajetreo en el Ministerio

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William los despertó temprano, cuando sólo llevaban unas pocas horas durmiendo. Se vistieron y recogieron rápidamente. El tío Arthur recogió las tiendas con magia y abandonaron el cámping cuanto antes. Al pasar junto a la casita del señor Roberts, este se despidió de ellos con un vago "Feliz Navidad".

- Se recuperará - aseguró Arthur en voz baja, de camino hacia el páramo -. A veces, cuando se modifica la memoria de alguien, al principio se siente desorientado... y es mucho lo que han tenido que hacerle olvidar.

Al acercarse al punto donde se hallaban los trasladores oyeron voces insistentes. Cuando llegaron vieron a Basil, el que estaba a cargo de los trasladores, rodeado de magos y brujas que exigían abandonar el cámping lo antes posible. William y Arthur
discutieron también brevemente con Basil, y terminaron poniéndose en la cola. Antes de que saliera el sol cogieron un neumático viejo que los llevó de nuevo a la colina.

Con la luz del alba, caminaron hasta la colina siguiente, donde Lucy se despidió de sus primos y se desviaron hacia su casa.
Nadie habló por el camino. Tenían todos mucho sueño.

Al entrar en la casa, Roxane fue a preparar algo de desayunar.

- Voy al ministerio - informó William -. Arthur también va a ir. Va a ver un buen revuelo por todo esto...

Entonces algo llamó a la ventana de la cocina. Una lechuza que llevaba en el pico un ejemplar de El Profeta. El pelirrojo abrió la ventana, pagó a la lechuza y cogió el periódico.

En la portada, aparecía una imagen de la Marca Tenebrosa, acompañada del titular:

《LA DESORGANIZACIÓN DEL MINISTERIO DE MAGIA EN LOS MUNDIALES DE QUIDDITCH PERMITE EL ATAQUE DE MAGOS TENEBROSOS TRAS EL PARTIDO

- Lo que suponía - gruñó Will -. "Errores garrafales del ministerio... falta de seguridad... los culpables están sueltos... ¿desgracia nacional?" ¿Quién ha escrito esta...? Ah, claro. SKeeter.

- ¿Rita SKeeter? - repitió Roxane, y resopló con pesadez -. Esa mujer es insoportable. Sólo la interesa el morbo.

Después de desayunar, William fue a llevar a Neville a casa. Lucy los acompañó.

Cuando llamaron al timbre de la casa, la puerta se abrió de inmediato. La señora Longbottom se abalanzó sobre su nieto y lo estrujó contra su pecho. Luego le llenó la cara de besos.

- Abuela, me ahogas...

- ¡Mi niño! - exclamaba -. ¡Gracias a Dios que estás bien, cariño! - luego miró a Lucy y acarició su cabellera pelirroja -. ¿Y tú, cielo? ¿Te encuentras bien?

- Sí, estamos bien - sonrió la chica.

- Eso me alegra. Supongo que lo que ha pasado traerá problemas al ministerio, ¿no, William?

El pelirrojo suspiró.

- Muchos - dijo -. Todo el mundo está preocupado. Piensan que Quien-usted-sabe ha regresado. Es una tontería. Pero con lo que ha escrito Rita SKeeter en El Profeta...

- Entiendo. Pues espero que esto se arregle. Yo creo que ha sido sólo un susto. O bueno, eso espero.

- Yo pienso lo mismo. Y hablando de eso, tengo que marcharme.

- Ya veo. ¿Te quieres quedar a comer, cariño? - le dijo a Lucy.
- Señora Longbottom, no... - dijo Will.

- No importa, William. Yo encantada, ¿eh? Y Neville también, por supuesto. Está encantadito contigo.

- ¡Abuela! - dijo Neville, algo colorado.

La nariz de la pelirroja se tornó ligeramente de un color rosado. ¿Que Neville estaba encantadito con ella? ¿Qué significaba eso?

Lucy Weasley y el Cáliz de Fuego ✔️ [LucyWeasley II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora