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_Y... ¿Como estás?

_____ miró a Ami con una mirada asesina, ¿Como podría estar? Desde el funeral de su madre había perdido el apetito, su interés en sus actividades favoritas y no podía dormir bien por las noches. Se veía destruida, pálida, con ojeras...

_Creo que necesitas un psicólogo.

_¿Para qué?-- Se encogió de hombros, restandole importancia. Luego apoyó su cabeza en la mesa de la cafetería. --Ya mañana no estaré en esta ciudad, y no conozco nada de la ciudad de mi tía.-- Hizo una pausa. --Ni de ella.

Ami acarició su cabello.

_No me lo recuerdes...

La azabache no respondió, solo le dedicó una mirada algo decaída. Aunque no lo decía, le dolía dejar a su mejor amiga.

_Iré a visitarte cuando pueda... No te preocupes por ello, es el problema menos importante que tienes ahora.-- Le sonrió mientras le palmeaba la espalda.

_¿Irás a despedirme a la parada de autobús?

_Por supuesto que estaré ahí.

_____ sonrió levemente, su sonrisa fue casi imperceptible, pero la alegraba saber que contaba con su amiga.

[. . .]

_ _____, toma tus maletas.

La voz de su abuela la trajo de vuelta al mundo. Se encontraba llorando y no se había dado cuenta, era algo que le ocurría usualmente.
Estaba escuchando música y entre canción y canción sonó la favorita de su madre, "Human". La voz de Christina Perri nunca le había terminado de gustar, pero a su madre le encantaba esa canción, según ella, la identificaba.

_ _____, ¿Me escuchas, cariño?-- Su abuela volvió a hablar, la nombrada la miró y tomó sus cosas.

Le envió un mensaje a Ami para que pudiera despedirla en la parada y salió junto a su abuela. Se colocó sus auriculares y se perdió en su mundo, nuevamente.

Pasaron veinte minutos antes de llegar a la parada, _____ vivía cerca de allí.
Al llegar vio a Ami a lo lejos, también vio a su amiga abalanzarse hacia ella, dandole un cálido abrazo.

_¡_____!-- Exclamó antes de abrazarla. --Todo estará bien...

_____ tardó en reaccionar, pero cuando correspondió lo hizo con todas las fuerzas que le quedaban.

_Gracias...-- Susurró y se separó un poco de ella.

Al pasar los minutos la salida del bus que debía tomar fue anunciada por los altavoces.

_Te prometo que estaré pendiente de todo lo que necesites.-- Le dijo Ami, con una sonrisa.

_Gracias...-- Cuando terminó la oración fue corriendo a dónde estaba su abuela saludando a Ami con la mano.

Al subir al transporte se sentó al lado de una ventanilla, mirando a través de esta. El miedo volvió a invadirla, suspiró intentando ignorar todo a su al rededor.
Se colocó sus audífonos y puso su lista de reproducción en aleatorio para olvidarse un rato de todo y de todos.

Antes de cerrar sus ojos pudo ver a su abuela sentarse junto a ella y sentir como el bus avanzaba, luego de eso no recordaba nada más, se había dormido.

[. . .]

_ _____, querida, despierta... Ya llegamos.

_¿Hum?-- Abrió sus ojos por la leve sacudida que su abuela le estaba dando. Se quitó los auriculares e intentó orientarse. --¿Llegamos?-- Su abuela asintió, entonces guardó su celular junto con los auriculares y tomó su bolso.

Al bajar su abuela se dirigió hacia una chica que se encontraba allí, supuso que sería su tia.
Cuando esta volteó pudo verla, no era tan diferente a su madre, aunque si se veía algo más alta, incluso se veía mas joven.

_¡Xia, hija!-- Exclamó su abuela mientras se acercaba a ella, con los brazos abiertos para darle un abrazo.

_¡Mamá! Cuanto tiempo...-- Exclamó ella luego de corresponder a su abrazo.

_____ carraspeó, interrumpiendo su emotivo reencuentro.

_Hola.-- Saludó. --Soy _____, tu sobrina, ¿Xia, cierto?-- La nombrada asintió, con una sonrisa, aunque algo confundida. --Bien, si me permiten preguntar... ¿En dónde estamos?

_En Pingyao.-- Respondió.

_¿Pingyao?

Las mujeres que estaban con ella asintieron.

_Quedas con ella desde ahora, _____.-- Su abuela hizo una pausa, esperando que alguna de las dos presentes dijeran algo, pero no lo hicieron. --Iré a casa de vuelta. Siempre es una alegría verte, Xia... Vendré a visitarlas en cuanto pueda.

_Siempre tienes las puertas abiertas, mamá.-- Le respondió apoyando una de sus manos en el hombro de su madre.

Al menos se veía buena gente a diferencia de Lian, su otra tía que por suerte había dejado en su antigua ciudad. La detestaba a ella y a toda su familia.

Cuando su abuela terminó de despedirse Xia miró a _____.

_¿Nos vamos?

todo por ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora