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_____ la miró, le resultaba raro que una persona sea tan buena con otra sin siquiera conocerla, pero aún así asintió con un aire dudoso.

Mientras caminaban estaba todo muy tranquilo, muy silencioso, así que la más pequeña decidió hablar.

_No sabía que tenía a otra tía...

_Ni yo una sobrina.-- Respondió sincera. --No hasta que mi mamá dijo que iba a cuidarte.

Entonces supo que eso era nuevo para ambas. Se sintió más tranquila.

Hablaron hasta llegar a la casa, nada importante.

_Y... ¿Tienes hijos?-- _____ abrió la puerta de la casa, como Xia se lo había indicado antes de llegar.

_¡Mam--...!-- La frase quedó a medias. --¿Quien eres?

Al abrir la puerta quedó enfrantada con un chico. Parecía de su edad, era algo más bajo que ella, pero no tanto. Su cabello era castaño oscuro y se veía suave, al igual que su piel. Sus ojos parecían atravesarla, eran profundos, pero aún así le transmitieron paz. Sintió como sus mejillas ardían levemente, supuso que estaba sonrojada.
Quedó en shock al tenerlo tan cerca.

Xia se quedó tras la azabache.

_Él es mi hijo.-- Respondió Xia unos segundos después.

_____ pasó a la casa aún algo perdida por la inesperada sorpresa de ese niño.

Aunque _____ sabía que Xia tenía hijos, no esperaba que fuera... Así.

_¿Quién eres?-- Volvió a preguntar.

_¿Y tus modales, Yang Yang?-- Le preguntó Xia, aunque parecía más un regaño.

_Oh, lo siento.-- Se disculpó. --Soy Ren Shu Yang, aunque puedes decirme Yang Yang.-- Guiñó su ojo y sonrió de lado para completar su presentación. --Ahora, ¿Tu eres?

_Soy ________ _________-- Respondió con su nombre completo. --Pero solo dime _____, ¿Si?.-- Yang Yang asintió.

_Ella es tu prima.-- Comentó Xia. --Se quedará a vivir aquí, tendremos que adaptarnos.

_¿Dónde dormiré?-- Preguntó _____, dejando sus cosas en el suelo.

_En la habitación de Yang Yang.-- Le respondió su tía.

Hubo un silencio, hasta que el nombrado reaccionó.

_¿¡Qué!?-- Exclamó. _____ rio por el cambio de expresión del chico. --¿Dónde dormiré yo?

_Puedes dormir en un colchón inflable.

Yang Yang frunció el entrecejo, Xia rio levemente.

_Solo será temporal...

El más pequeño bufó y se fue a sentar en el sofá, se le notaba de mal humor.

_Puedo... ¿Puedo dejar las cosas en mi... Nuestra...-- Se corrigió, no estaba acostumbrada a compartir habitación, era hija única. --... Habitación?-- Se dirigió a Yang Yang con algo de miedo, enojado no se veía tan amigable.

Él rodó los ojos.

_Por el pasillo, en el fondo a la derecha.-- Contestó tomando el mando de la consola.

_¿Qué?

_La habitación, está en el fondo a la derecha.-- Repitió, mirándola a los ojos. La ojiverde sintió que la analizaba.

_Oh, gracias...-- Respondió bajando la mirada y dirigiéndose por dónde le había indicado.

Tomó el picaporte y entró a la habitación.

Todo se veía muy azul y celeste.
Tenía pósters de Basketball y de personas que parecían bailar Locking.
En su mesa de noche había una pequeña lámpara y un micrófono, supuso que le gustaba cantar.
Su escritorio estaba desordenado, había papeles y lápices por toda la superficie y una especie de bandana. Entre las hojas parecía que había letras de canciones o algo así, no las entendía muy bien, ella escuchaba canciones, no las componía.

Dejó sus cosas sobre la cama y miró sobre ella. Las sábanas estaban desordenadas, pero no se veían mal, además de que combinaban con las cortinas de la ventana. Sobre estas había un peluche de un panda, _____ soltó una risa, se le hacia adorable que durmiera con un peluche.

Miró hacia el armario, su ropa no era nada del otro mundo, pero si se veían bien. Le entró curiosidad por saber como se vería Yang Yang con algunas de las prendas que ojeó.

Continuó inspeccionando la habitación con el mueble que sostenía la televisión. Había marcos de fotos, en ellos había fotos con su madre, algunos dibujos. Los marcos parecían estar pintados a mano, les daba un toque algo especial, fue mirandolos hasta que uno en especial le llamó la atención.

No tenía nada de diferente a los demás, estaba decorado exactamente igual que los otros. Lo que era diferente era la foto. En esa foto estaba Yang Yang junto otros cinco chicos que parecían de su edad, tal vez algo mayores. Estaban haciendo muecas raras, cosa que a la azabache le dio algo de gracia, aunque también ternura.

Tomó la foto entre sus manos para poder verla mejor.

todo por ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora