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_Hey, _____, ¿Cómo estas?

Las dos amigas se encontraban hablando por telefono. Ami había salido unos dias a visitar a sus padres, por lo que la azabache estaba sola en casa.

_Bien... Si.-- Afirmó no muy convencida.

_Hace cuatro años que te escucho así de decaída.-- Comentó con una ligera preocupación.

La azabache hizo una mueca y se acomodó en el sofá. Odiaba que la contraria se pusiera así.

_¿Y como quieres que esté?-- Rodó los ojos, ya que su mejor amiga no podía verla y no iba a regañarla.

_Él va a volver.-- Le respondió en un intento de consuelo.

_Hace años no me responde, él ya no va a volver.-- Bufó, enojada.

_Que pesimista eres...-- Murmuró entre dientes.

_Agh...

Se quejó y corto la llamada. A veces realmente la odiaba.

Su entrecejo fruncido se fue suavizando al cabo de unos segundos, conviertiendo rápidamente su expresión de furia a una de tristeza.
Tragó saliba, se negaba a llorar otra vez por la misma situación de siempre. No era tan débil ante ese tema... O eso prefería creer.

_Todo por mí... Todo por mí...-- Murmuró molesta mientras se abrazaba a un almohadón y lo apretaba contra su pecho.

Dentro de su ser quería creer que el volvería, aunque por fuera lo negaba rotundamente.
Se levantó del sofá y paseó por su casa... O mejor dicho, la casa de su amiga.

_Maldita sea Yang Yang... Cuatro años.-- Bufó.

Se dirigió hacia el gran ventanal que daba a la calle, con su taza de café en la mano y con leves rayos de sol pegandole en la cara.

_Sé que no vas a volver... Pero... Hubiese sido bonito, como esas novelas estúpidas de amor.-- Rio levemente y miró hacia la calle. --Mirame, estoy hablando sola como si estuvieses aquí... Dirías que soy una tonta, como solías hacerlo cuando eras pequeño.

El nudo de su garganta volvió. Podía jurar que sentía los brazos de Shu Yang rodeandola por la cintura. Apretó la taza de café entre sus manos.
Rio a duras penas para alivianar el ambiente.

_Me haces llorar y ni siquiera estás aquí...-- Susurró.

Caminó hacia la habitación que compartía con Ami. La parte de la habitación que le pertenecía estaba repleta de fotos que compartía con Shu Yang, sonrió brevemente cuando los recuerdos la invadieron completamente.
Sonrió hasta que dio un giro en si misma, cruzandose con un espejo que tenía en la pared.

_¿Porqué no volviste? Es decir... ¿Yo no soy lo suficiente para ti? Siempre te di todo mi amor... ¿Q-qué más quieres?-- Su voz se quebró, soltando algunas lágrimas. --Supongo que conociste a otra chica, mucho mas inteligente, mucho más bonita... Estaría feliz por ti, ¿Sabes?... Debería conocer a más chicos.

Simplemente se hablaba a si misma, aunque sentía inseguridad al verse era lo que le resultaba más cómodo.  Sentía que no estaba hablando completamente sola.

Se limpió las lágrimas con cierta furia, le molestaba que Shu Yang no la haya elegido... Aunque estuviera mal, él lo había prometido. Dejó la taza en su escritorio y apretó los puños.

_¡No prometas cosas que no vas a cumplir!-- Gritó. Casi en un chillido. --Te odio, te odio, te odio...

Murmuró un rato mientras limpiaba las lágrimas que no dejaban de salir.

_Me dueles... Yang Yang.-- Cuándo se tranquilizó soltó aire, para acto seguido tirarse a su cama.

Pensó con calma. ¿Le habría pasado algo? O peor aún, ¿Su padre le había hecho algo? Definitivamente prefería que tuviera otra novia.

Realmente los chicos no le daban mucha información y eso la volvía loca. Simplemente quería saber que había pasado con el chico más importante de su vida.

_Espero que no te haya pasado nada...-- Murmuró con su cara humdida en una almohada. --... Realmente no lo soportaría...

Estaba cansada. Cansada de esperarlo.

_¿Sabes? Voy a superarte.-- Volteó a ver una de las fotos del castaño. --No es que realmente quiera pero...-- Se quedó callada. --¡Sigo hablando sola!

Tiró la almohada hacia un costado de la cama. Juntó sus rodillas a su pecho, meciendoce en si misma.

Tarareó una canción, mirando a la nada. No tenía nada importante que hacer.

Al recordar todo sus ojos volvieron a cristalizarse.

_Te extraño...-- Susurró y se levantó de la cama, dirigiéndose a la taza que estaba en su escritorio, decidida a olvidarlo todo.

Se topó, accidentalmente, con la bandana que Shu Yang le había regalado hace años. La tomó entre sus manos. Se quedó mirandola unos segundos y sonrió.

_Tal vez te siga esperando...

× × ×

Hola 👀✨.
Si, este es el final :D.
No sé si hacer una segunda temporada, no le veo el sentido. Además yo no escribo cosas románticas. [¿] ahre.

AaaaAAAAAH YA NO TENGO QUE PUBLICAR :'(.

todo por ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora