❝4to Medio
Psu
Nem❞
Esas son aquellas palabras que me dan miedo y que me paralizan. Estar en Cuarto Medio no era fácil y lo sabía, también sabía que odiaba pensar que una prueba culiá dependía mucho de mi futuro y sobre todo de mis conociemientos, porque, digamos la verdad; vamos a puro huebear y sobre todo cuando estamos en la Media.
—Oye.— escuché, pero no presté atención.—Benjamín.— esta vez, miré a la persona que me llamaba y me di cuenta de que era el Diego, un amigo y compañero de curso.—¿Que onda?— preguntó.
—Ah, nada.— contesté medio distraído. Estábamos en una banca sentados, mientras veíamos como las personas conversaban y se reían; era recreo.—Tengo sueño.— agregué y me froté el ojo izquierdo, intentando espantar el sueño.
—Eso te pasa por andar hablando hasta tarde con tu polola po.— me empujó suavemente el culiao y negó con una sonrisa media burlesca.
—Puta oh, si no me hubiera quedao' pegado, estaría con ella en la U ahora mismo.— hice un puchero.
—Ya, deja de sufrirla tanto.— me molestó.—Mejor disfrutemos el último año que nos queda y a la mina que está ahí.— la apuntó.—Es la mina nueva del 4to C y está entera rica.— agregó.
—¿Quién es?— pregunté mirándola. Estaba sentada en la banca de al frente y hablaba con la Cata que era una hueona entera motivá' en los carretes.
El Diego tenía razón; la mina no era fea, al contrario. Su cabello era clarito y liso, de tez media blanquita y lo más llamativo que tenía eran sus pecas y su piercing en la nariz, específicamente un Nostril. Era baja y su cuerpo...
—Se llama Trinidad Castillo y solo sé que va en el 4to C y que está rica.— habló, alejando mis pensamientos sobre su cuerpo.
—Trinidad...— repetí.—Tiene nombre de vieja culiá.— me burlé y el Diego se cagó de risa. Estuvimos todo el recreo huebeando con eso.
A pesar de que hablaba con mi polola todos los días, la extrañaba. La necesitaba en recreo conmigo, necesitaba sus palabras y hasta las peleas tontas que a los minutos olvidábamos.
—Oe cabezón, la vieja culiá te está mirando.— susurró, de repente, el Diego.
—¿Que vieja culiá?— fruncí el ceño al no entender a qué se refería y el culiao me pegó el sendo chape.
—Erí' cabezón, pero no cachai ni una.— negó indignado.—La Trinidad po, ahueonao.— volvió a susurrar.
—Ah, bacán po.— dije desinteresado.
—¿No vai hacer nada?— me preguntó y negué.—Hueón, es la media mina y vo' no atinai.— me retó.
—Puta culiao, no es mi culpa amar a la Ignacia po.— tomé la botella de agua que compré. Estaba dispuesto a irme, porque a veces el hueón se ahueonaba demasiado.
—Deja de ser tan mamón, mierda.— me volvió a pegar el culiao bruto.—Tanto amor a la hueona la va aburrir y te va a dejar de un día a otro, o de un hueón a otro.— lo último lo había susurrado, pero lo alcancé a escuchar.
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Plan: cómo recuperar tu interés
Short Story《Hay un último día para todas las cosas y lamentablemente, todos los días digo que hoy será la última vez que te ame, pero nunca es así》 Él, un hueón que la ama completamente. Ella, una hueona que está confundida. Ellos y una crisis de relación. ¿Qu...