Plan: cómo recuperar tu interés

veintiuno

¡Especial Navidad!
6/6

Eran las dos y media de la madrugada y no podía dormir. Me sentía extraño, había una vibra rara en mi pieza, pero no sabía qué era, así que prendí la lámpara y tomé el celular.

Triniii🤘🏻

+Estai despierto?

El mensaje fue enviado hace tres minutos. Solo sonreí al saber que ella igual estaba despierta.

Triniii🤘🏻

+Estai despierto?

-Sí:/
-¿Por qué andai despierta?

+Tengo insomnio
+Oyeeee
+¿Y si salimos por ahí?

-¿A dónde?

+Te enseño un lugar al que voy cada vez que quiero volarme
+Hasta tengo un colchón allá😹

-Dale

+Te mando la dirección al tiro.

Me levanté y me puse cualquier hueá. Salí de la pieza y sentí pasos detrás mío.

—Benja, ¿a dónde vai?— me di la vuelta y vi que el Luciano estaba en el marco de la puerta de su pieza.

—Tengo que ir a una parte.— mentí.—Anda a dormir que mañana hay clases.— volví a mentir, ya que era Sábado en la madrugada.

El Luciano se dio la vuelta y se fue a dormir. Abrí la puerta con cuidado y salí rápido, intentaba ser silencioso, pero sonó mi celular y me desesperé y por desesperarme, se cerró la puerta de golpe.

—Conchetumare.— susurré y bajé rápido las escaleras.

Triniii🤘🏻

+Listo, te espero en veinte.

Me envió la dirección y no quedaba tan lejos, solo tenía que caminar una cuadra.

[...]

Llegué a un callejón oscuro y solo veía la luz de un celular y un cigarro encendido, supuse que era la Trinidad y me acerqué con algo de miedo.

—Ah, llegaste.— sonrió apenas me acerqué.

—Caminé una cuadra cagao de frío.— tenía las manos heladas.

—Ya, entremos mejor.— botó el cigarro y lo aplastó.

Sacó unas llaves y abrió una puerta. Todo estaba oscuro y sucio por dentro, era como si estuviera abandonado.

—¿Está vacío?— pregunté.

—Sí, vengo a veces a fumar.— me hizo pasar y cerró con llave.

Subimos una escalera oxidada que sonaba con cada paso que daba. Las paredes del edificio parecían sucias por el polvo y sentía que en cualquier momento, se iba a desplomar por las grandes grietas que tenía. Cuando llegamos al lugar, la Trini prendió la linterna de su celular y caminó por la gran habitación para encender las luces grandes.