treinta y cuatro

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Mi amor🤤
Ensayo Psu
Llega temprano a mi casa si👀
Trae los libros y apuntes
Te quiero, flojo culiao.
De seguro andai raja
Son la diez de la mañana hueoooon
Quizás hasta que hora anduviste pajeandote
Ya po Benja, despierta
Teni que entrar a la U, ctm

Desperté por los mensajes culiaos que me llegaban, estaba enojao' y apenas vi que eran de la Ignacia, me calmé. Los leí y me reí por su insistencia.

Mi amor🤤

+Teni que entrar a la U, ctm

-Ya estoy despiertoxd

+Ya, vístete y vente pa mi casa

-Tengo  paja:(

+Ah bueno, entonces no estudies ni una huea

-Es broma):
-Ya voy🙄

Me levanté de la cama y tomé una toalla, caminé con harta paja al baño a bañarme. Estuve como media hora adentro, porque me quedaba como ahueonao mirando a la nada y con la mente en blanco. Apenas salí de la ducha, me vestí y tomé las hueas que tenía que llevar para estudiar.

—¿Por qué estai despierto tan temprano?— me preguntó mi mamá, mientras tomaba café y le daba galletas al Luciano.

—La Ignacia quiere que entre a la U y me va hacer estudiar una semana antes de la Psu.— le contesté y me senté al lado del Luciano.—Hola, enano.— le desordené el pelo.

—Quítate la mochila.— me dijo el Luciano y le hice caso. Me sentía cansado y eso que había dormido harto.

—La intención es lo que vale.— me recordó mi mamá y asentí. Me comí un pan con jamón y queso. Espero no ser el único que le da asco comer tanto por las mañanas.

Nos quedamos callados y solo se escuchaban los gritos de unas vecinas. Eran pareja y cada tanto tenían una crisis.

—La Laura ya anda peleando con su polola.— negó mi mamá, mientras dejaba la taza de café en el mesón.

—Mamá, ¿no te gustaría tener una pareja, de nuevo?— le pregunté y sentí un grito.

—¡No!— ví que el enano tenía el ceño fruncido. Él había gritado.

—No seai celoso, Luciano.— le advertí.—La mamá también derecho de compartir con alguien.— agregué.

—Estoy muy vieja para esas cosas. Además, después de tu papá, juré dedicarme a ustedes.— sonrió, pero veía la tristeza en sus ojos.

—Tengo dieciocho y el Luciano ya está grande, aparte de que te veo sola y no quiero verte así por el resto de la vida.— le dije y asintió.

—Mmh, recordando mejor, tengo un pretendiente por ahí.— se rió por la cara que había puesto el Luciano.

—No se vale.— susurró el Luciano.

—No seai egoísta.— le pegué un chape en la cabeza y sonó re fuerte.

—¡Benjamín!— gritó y se rió. No pudo ni retarme, porque le causó gracia.

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