Plan: cómo recuperar tu interés

veinte

¡Especial Navidad!
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Después de estar toda la tarde huebeando y hablando con la Martina, llegué a mi casa y estaba mi mamá.

—Hola, mi niño.—me saludó y me senté en la mesa con ella.

—Hola, ¿a qué hora llegaste?— vi que estaba comiendo y tenía hojas del hospital en la mesa.

—Recién, ¿y tú dónde estabai?— tomó su taza y le dio un sorbo al té.

—Fui a buscar ayuda.— dije y me quedó mirando.—Después te explico.— le sonreí.

Me levanté de la silla y me fui a mi pieza. Comencé a buscar fotos que tenía con la Ignacia, pero casi no tenía fotos en físico, así que me acordé de la caja con las cartas. Literal, revolví toda la pieza pa' buscar la caja culiá y estaba debajo de la cama.

—¡Benjamín!— escuché que me llamó mi mamá y salí de la pieza.

—¿Qué pasó?— me acerqué a la sala.

—Ayúdame a mover esta caja.— había una caja grande.

—¿Qué es eso?— pregunté y me acerqué.

—Un mueble.— contestó e intentó levantar la caja.

Ayudé a ordenar y estuve como media hora ahí, hasta que volví a mi pieza.

Tomé la caja en mis manos y saqué todo; cartas, fotos y un sobre. Aparté las fotos que teníamos juntos y me dio curiosidad el sobre que tenía mi nombre. Era un sobre amarillo y tenía unas estampillas provenientes de España. Lo abrí y reconocí la letra; no era de la Ignacia.

Comencé a leer;

Posiblemente esta carta la leas una semana después, Benjamín.
Quizás no fui el mejor padre, no fui el mejor en general.
[...]
Si esto ha sido enviado desde España, porque estoy viviendo con mi nueva familia aquí y, tal vez, te preguntes dónde está el Luciano...y la verdad es que lo dejé con tu tía Meche en Temuco, porque no quería dejarle un cacho más a tu mamá...

Dejé de leer y sentí que se me aceleró el corazón.

¿¡Cómo chucha se le ocurría pensar que un hijo era un cacho más!?

—¡Mamá!— grité y desesperado, fui a la sala para darle la carta culiá.

—¿Qué te pasa?— mi mamá se asustó al verme tan nervioso.

Con las manos temblando, le pasé el papel y comenzó a leer.

[...]

Me senté en el sillón, todavía nervioso, y mi mamá hablaba por teléfono para pedir permiso al trabajo.

—¡Mira el ahueonao pa' grande!— gritó enojá y comenzó a llorar.—Este conchesumadre se ha encargado de quitarme todo.— lloraba con rabia y la abracé. La quedé abrazando un largo rato, hasta que se paró y tomó sus cosas.—Iré a buscar a tu hermano a Temuco.— me avisó y no dije nada, solo asentí.

Me sentía ansioso, también nervioso al ver a mi mamá tan mal y solo por un conchesumadre. Literal, sentía que no podía más y cuando mi mamá se fue, fui a buscar unas pastillas para calmarme.

[...]

Escuché que tocaron la puerta y fui abrir; era la Trinidad.

—Hola, te vine a ver.— me sonrió y pasó. Yo estaba mareado.—¿Qué hiciste?— me dijo asustada y cerré la puerta.

—El...papel.— alcancé a susurrar.

Sentía que todo daba vueltas, ni siquiera podía hablar y veía que las cosas se deformaban, luego solo oscuridad.

[...]

Me desperté en mi cama y estaba el Luciano durmiendo a mi lado. Me levanté y mi mamá estaba durmiendo en el sillón, pero se despertó al verme.

—Benja.— susurró y me acerqué.—La Trinidad me contó que te tomaste unas pastillas y te desmayaste.— se acomodó en el sillón.

—Estaba ansioso.— contesté como justificación.

—Sabes que solo tienes que tomarte una al día y excediste la dosis, dormiste todo el día.— rodé los ojos y miré hacia otra parte.—Te pudo pasar otra cosa y lo sabes.— me retó y asentí.

—¿Cómo está el Luciano?— pregunté cambiando de tema.

—Bien, tu tía me contó que lo tenían hace dos semanas y no sabían cómo contactarme.— se llevó una mano a la frente.—Tu papá se encargó de alejarnos y dejarnos mal con toda su familia, maricón culiao.— lo último lo susurró y yo negué.

—Me da asco tener su apellido, mamá.— le confesé.

—Pero es lo que nos tocó.— me respondió y me hizo cariño en la mejilla.—Perdón, perdón por traerte al mundo con un inútil de mierda.— me hizo reír.

A pesar del sacohueas que tenía por papá, mi mamá se las arregló como pudo pa' criarme y mantenerme...

N//A: vIEJO DE MIERDA.

-WeaOriginal🌚✌