Plan: cómo recuperar tu interés

dieciséis

¡Especial Navidad!
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La Trinidad no fue al día siguiente, ni el siguiente, ni el que seguía. Sabía que estaba mal, pero no la llamé, no le mande ningún mensaje, ya que me sentía muy incómodo.

—Ya po Benja, cuéntame qué pasó con la Trinidad.— me insistió el Diego a mi lado. Estábamos en historia.

—Nada po hueón, su hermano pequeño estaba mal.— mentí.

El Diego no sabía que la Castillo era mamá, casi no sabía cosas concretas de ella.

—¿Y por eso estaba tan mal?— preguntó con poco interés.

—Sí, es su pequeña familia.— asentí y él resopló.

—La voy a llamar en recreo hueón, no ha venido a clases y me preocupa.— susurró.

Me sentía culpable porque me había comido a la Trini y él no lo sabía.

[...]

En Lenguaje, intenté hacer un esquema de mi plan para recuperar su interés, recuperarla, pero me llegó un mensaje desconocido.

+569...

+déjate de huebear con la Ignacia🖕

Miré a todas partes, porque me sentía observado, pero mis compañeros solo estaban huebeando.

[...]

Luego de ese mensaje culiao y de la jornada culiá, fui libre de la cárcel, pero no quería llegar a mi casa. Me desvié por el camino y entré a un súper pa' comprar algo.

Caminé por los pasillos y tomé unas galletas, las fui a pagar y cuando iba saliendo, vi a una señora con muchas bolsas y me acerqué; era mi suegra o mi ex suegra.

—¡Benjita!— dijo apenas me vio. Dejó las bolsas en el suelo y me abrazó.

—¿Cómo está?— le pregunté cuando nos separamos.

—Más o menos, pero estamos estable.— sonrió.—¿Y tú cómo estás?— me preguntó. Se notaba cansada y algo acalorada.

—Intentando sobrevivir.— respondí.

—¿Y la Ignacia cómo está?— la pregunta me dolió hasta el fondo. No podía superarla, ni olvidarla.

¿Cómo le decía que me pateó su hija?

"Mire suegra, o ex suegra, su hija me pateó y me cambió por un zorrón pasao' a piscola"

¡Ni siquiera sabía cómo estaba ella!

No sabía que decir, solo bajé la mirada.

—Mmh...terminamos.— susurré. Ella me quedó mirando sorprendida.

—No me ha dicho nada.— susurró. Ni siquiera le había dicho la verdad a su propia madre.

—¿Le ayudo?— apunté a las bolsas que tenía en el suelo. Intenté evitar el tema.

—Si quiere.— se encogió de hombros y tomé las bolsas.

Me di cuenta de que estaba bastante lejos de mi casa y que, inconscientemente, estaba cerca de la casa donde vivía la Ignacia con su mamá.

—Supongo que terminaron bien.— dijo mi suegra, mientras caminábamos.

—En realidad, me dijo un día que no sentía lo mismo y que estaba conociendo a alguien más.— respondí.

—Pucha Benjita, tu sabes que la Ignacia es muy terca y que no es muy consecuente...— intentó animarme.—Va a volver, si esa niña ha estado enamorá' de tí desde que tiene quince.— me recordó.

Nos fuimos hablando de su hija y de todo lo que había ocurrido. Cuando llegamos a la casa, me quedé conversando con ella.

—¿La Ignacia se llevó todas sus cosas?— le pregunté. Estábamos en la cocina, mientras sacaba las cosas que había comprado.

—No, todavía hay cosas en su pieza, ¿por qué?— me preguntó.

—Creo que tiene un polerón y es mi favorito...— mentí.

—Entra y búscalo.— me permitió ir a la pieza y asentí.

Subí las escaleras y fui a su pieza casi vacía. Un montón de recuerdos se apoderaron de mi mente, recuerdos muy lindos y otros muy tristes, porque para serles sincero, yo siempre la acompañaba en las noches donde lloraba y lloraba. Recuerdo, perfectamente, una noche donde casi nos pillan llorando...

—¿!Te vas a quedar a tomar once!?— me gritó mi suegra y reaccioné.

—¡Eh, sí!— grité devuelta. Miraba la pieza detenidamente. Intentaba recordar alguna pelea en ese cuarto, pero era imposible. Olía igual, olía a su perfume y tenía el mismo color morado de siempre.

Caminé hasta el clóset y lo abrí, pero estaba casi vacío. Moví algunas cajas y al final, encontré una caja que era de color blanca y negra; era la caja donde guardábamos todas nuestras cartas.

Dejé la caja en el piso y vi mi polerón, lo tiré y se cayeron algunas hojas.

—Chucha.— susurré y las recogí, pero un sobre me llamó la atención y lo guardé en la caja.

Tomé las cosas que buscaba, o sea la caja y mi polerón, y salí de la pieza. Cuando estuve abajo, rápidamente, guardé la caja en mi mochila.

[...]

—Mmh...¿la Ignacia no le contó nada?— estaba en la mesa comiendo con mi suegra. Hablé con un poco de pena sobre el asunto.

—Absolutamente nada.— negó y le dio un mordisco a su pan.

—Creo que le debo una disculpa a usted.— dejé la cuchara en el plato y tomé el cuchillo pa' partir la marraqueta.

Mi ex suegra me quedó mirando.

—¿Por qué?— dejó de comer.

—Hice sufrir mucho a la Ignacia y usted lo sabe...— me interrumpió.

—Pero, tú sabes que ya arreglamos todo.— me recordó.—¿Quieres sopaipillas?— me preguntó, cambiando el tema. Se paró de la mesa y fue a la cocina.

—Sí.— acepté y volví a hablar del tema.—Quizás la Ignacia se cansó de sufrir tanto emocionalmente...— me volvió a interrumpir.

—No, debes de dejar de pensar el tema.— dijo entrando al comedor. Me pasó dos sopaipillas y se sentó.—A mis cuarenta años, sé que los amores van y vienen. Conozco a mi hija y sé que esa niña se arrepiente.— tomó de su té y asentí.—¿Cómo está el Luciano?— me preguntó.

—Supongo que bien, se fue su papá hace tres semanas.— me encogí de hombros.

[...]

Luego de haber pasado la tarde con mi ex suegra, me despedí y me fui. En el camino a casa, me puse a pensar las cosas, lo que había pasado en los últimos meses y tenía pequeños recuerdos sobre la Ignacia.

<<No te voy a soltar, no ahora que estamos juntos>>, recordé sus palabras la primera noche que dormimos juntos en su cama y no pude evitar sentir el nudo en la garganta.

[...]

Estaba sentado en mi escritorio y repasé la lista de mi plan.

Plan: cómo recuperar tu interés.

•Cantarle✔ (aunque me echó del departamento)
•Escribirle cartas✔ (hasta el momento dos)
•Darle su espacio
•Hablarle a su mejor amiga (Martina)
para que me ayude.

Necesitaba recuperarla.

N//A: feliz navidad chiquissss💞
Pasenlo bien y disfruten💖💖💖

-WeaOriginal🌚✌