catorce

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Eran las siete y media de la mañana e iba en el metro con mi mochila y mi guitarra por dos razones; me tocaba música en el Liceo e iba donde mi ex.

<<Era raro llamarla ex o decir ex, ya que pasé los mejores momentos con ella a mi lado...>>, pensé.

Caminé un par de cuadras y cuando llegué a su departamento, saqué la llave que me dio. Literal, tenía mi llavero más la llave de su departamento por la senda confianza que teníamos. Entré silenciosamente y dejé mi mochila en su sillón, luego saqué mi guitarra y toqué despacio para ver si estaba afinada y caminé hasta a su habitación, se veía tan tierna durmiendo con su pelito desordenado y su cara ocultada entre sus manos. Comencé a tocar la melodía y se comenzó a despertar.

Sé que ya no somos nada, pero te sigo queriendo, esta es otra mierda y quizas no tiene sentido.— comencé a cantar y se movió en su cama.—Sé que te gusta la poesía, también sé que desprendes alegría y esta canción empieza a ser nada, como lo que ahora somos y podemos seguir viéndonos, solo si tu quieres, pero te sigo queriendo y tu me sigues perdiendo. Solo déjame volver, déjame volver a tí, déjame volver a besarte, déjame volver a tí.terminé de cantar y me sonrió.

—¿Qué es todo esto?— se paró de su cama y se puso un abrigo.

—Yo te dije que te iba a tener conmigo devuelta y que iba hacer todo lo posible y aquí estoy po.— sonreí y ella negó con una sonrisa en su cara.

—Benja, ándate.— me pidió.

—¿Al menos puedo tomar desayuno contigo?— le pedí y se comenzó a reír. Luego tomó su celular y vio la hora.

—Mi andante llega en media hora, no creo que querai ver al Nico.— se encogió de hombros y me empujó afuera de su pieza.

—Me banco la presencia del ahueonao y solo por ti.— dije y me di vuelta a mirarla, ella solo se acercó al sillón y tomó mi mochila.

—Ándate, Romeo.— me volvió a pedir y me dio mi mochila.

—Y no valorai lo romántico que estoy siendo.— me puse al frente de ella y abrió la puerta.—Soy mejor que Romeo.— volví a hablar.

—Como digai, pero ándate.— esta vez habló cortante.

—No me voy a rendir tan fácil, Ignacia.— salí y sonrió, mientras negaba.

Puta la hueá, tendría que esforzarme el doble.

Salí del edificio y tomé un transantiago pa' irme al Liceo. Iba todo amurrado en el asiento, cuando alguien se sentó a mi lado.

—Oye hueón, vamos re atrasados.— dijo la Trini y la quedé mirando.

—¿Cuándo te subiste?— le pregunté algo confundido.

—Recién, en la parada anterior y te vi sentado.— dijo y yo asentí.—¿Tomaste desayuno?— me preguntó.

—No, no alcancé.— mentí y sacó un pan, lo partió a la mitad y me lo dio.—Gracias.— contesté y sonreí.

Nos fuimos hablando de puras hueás y después de algunos minutos, ya estábamos afuera del Liceo.

—¿Y si no entramos a la sala?— propuso y la miré.

—Ya entramos po y el auxiliar ya nos vio.— dije, acomodándome la mochila.

—No entremos a clases hueón.— volvió a repetir. Siguió hablando.—Ven.- me tomó de la mano y comenzamos a caminar por el patio central.

Su mano era pequeña y blanca, tenía las uñas largas y pintadas de color negro. Sentía raro entrelazar la mano con alguien más, sobre todo con ella, ya que al tocarme sentí una hueá súper caliente en el cuerpo...

—¿A dónde vamos?— pregunté. Habíamos caminado por algunos pasillos y estaban las salas vacías.

—El Jueves descubrí una parte del Liceo que están arreglando, creo que era la enfermería antes.— dijo y seguimos caminando. Me estaba llevando a la parte "oscura" del Liceo, ya que lo estaban remodelando por un incendio que hubo hace como un año.

Pasamos los nylon's que habían y me soltó de la mano cuando llegamos a una oficina.

—¿Estai segura que no nos van a pillar?— susurré como si hubiera alguien más.

—¿No erai' tan choro?— me respondió con una pregunta devuelta.

—Sí, pero tengo carta 'e compromiso po, me mande puras cagás en Tercero.— sonreí.

—Ya, no hagamos ruido entonces.— entramos a la oficina y sí, era la enfermería. Esa parte no estaba tan quemada, pero parecía sucia y dañada.—Ayúdame a mover esto.— agregó y me acerqué a mover la camilla.

Movimos algunas cosas y nos sentamos en el suelo. La Trinidad sacó un cigarro.

—¿Querí?— me ofreció.

—No puedo fumar.— dije y agaché la cabeza.—Se lo prometí.— agregué con algo de tristeza en mi tono de voz.

—Pero ya no son nada, podí' hacer la hueá que querai.— prendió el cigarro y le dio una calada. Solo la quedé mirando y negué.

—Vo' no entendí'.— me paré, pero puso su pierna arriba de la mía y me hizo bajar automáticamente.

—Ya, perdón...— se calmó y botó el humo.—No me gusta verte así por una mina.— dijo y siguió.—Erí' un mino rico y cualquier mina que querai', puede estar contigo, pero vo' querí' a la misma hueona.— agregó y me quedé callado.

Analicé un poco y hablé.

—No puedo fumar, no puedo tener ningún vicio o me van a volver a internar.— vi como dejó de fumar y me quedó mirando expectante.

—¿Internar?— preguntó un poco asustá'. Yo no le conté lo que había pasado, lo de la Clínica y esas hueás, porque pensaba que no era necesario y era algo que todavía me seguía doliendo, ya que siempre estuve en limbo y casi perdí a la Ignacia, como por segunda vez ese año.

—Tuve problemas con las adicciones y no puedo hacer fumar, es algo que me lo prohibieron.— le expliqué y le dio una calada a su cigarro, asintió y botó el humo, luego se paró y apagó el cigarro.

Vi como llegaba a mi lado y se sentaba en silencio.

—Perdón.— susurró.

—No importa, Trini.— le dije y se cruzó de brazos.

—Deberíamos volver.— susurró y asentí.

Me paré, tomé mi mochila y la guitarra y nos devolvimos. Entramos a la sala y el profe nos dejó pasar nomás, me fui a sentar al final y el Diego se acercó a mí.

—¿Andabai con la Trini?— levanté la mirada y lo vi. Llevaba el gorro culiao negro que le regalé por su cumpleaños número diecisiete.

—Eh, sí, me la encontré en el paradero.— mentí y asintió.

—Voy hacer que te creo.— dijo y me miró como el pico.

¿Qué chucha?

¿El Diego estaba celoso de mí?

Quedé un poco ahueonao por su actitud, pero me importó un pico y me quedé raja.

N//A: :(me duele saber que la Ignacia es tan yo y el Benja es tan...tan inexistente

-WeaOriginal🌚✌

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