Anthony preparaba café para los dos, quiero que sepan que soy adicta al café si yo pudiera bebería café todo el día. Recuerdo que una vez mi profesor de filosofía nos dijo que el café era en si una droga así que pues soy drogadicta.
Estaba tratando de secarme pero era casi imposible, tendré que pedirle a Anthony que me preste algo de ropa mientras la mía seca.
- Toma, mi amor. - Anthony me ofrece un taza con café calentito, sabe delicioso.
- Riquísimo. - de verdad lo estaba - cariño, no tengo ropa ¿podrías prestarme mientras se seca la mía?
Suelta un risita que me confunde, ¿qué planeas Anthony? - claro que te presto algo de ropa aunque creo que no vas a necesitarla.
Siento mis mejillas calientes de seguro estoy más roja que un tomate.
- ¿Ah si? ¿y por qué? - dejo mi taza en una mesita que vi a un lado y camino hacia él moviendo mis caderas sensualmente - ¿qué planea señor Santos?
- Muchísimas cosas, señorita Rodríguez. - muerde su labio inferior con tanta sensualidad que quiero comerlo - venga para acá.
Me toma fuerte de la cintura y me pega más a él. Pone sus manos detrás de mi cuello y me acerca a él para que nuestros labios formen el beso que tanto deseábamos. Poco a poco siento como va bajando las tiritas de mi blusa hasta que la quita por completo dejando al descubierto mi sostén de color negro con encaje.- Esta lencería es mi favorita. - susurra en mi oído con su voz ronca y sexy.
Con delicadeza baja la cremallera de mi pantalón y lo empieza a bajar, mientras baja va repartiendo besos húmedos en mis piernas. Después de que lo quita por completo se pone de pie y me gira quedando de espaldas a él; con una mano me tiene sujetada de la cintura mientras que la otra va acariciando mi cuerpo. Primero mis senos, luego mi abdomen hasta que por último introduce dos dedos en mi zona íntima haciendo que delire de placer. Sus movimientos eran en círculos, precisos y perfectos, cuando creo que no puedo más siento como saca sus dedos de mi intimidad.
Cuando menos lo espero empieza a repartir besos y mordidas en mi oreja y luego en mi cuello.
- Ya estás mojada para mi. - asentí y ni siquiera era una pregunta, creo que lo hice sólo por lo drogada que estoy con sus besos. - estas perfecta, mi amor.
- Pero no es justo que estés totalmente vestido. - me voltee para empezar a desabotonar su camisa y desabrochar su pantalón.
Él rápidamente se quitó los zapatos, con su ayuda le quite la camisa y por último su pantalón. Anthony me toma del trasero y me carga encima de él, en mi entrepierna podía sentir su erección y podía darme cuenta que estaba más duro que una roca.
Llegamos a su habitación, él se acomoda encima de mi pero sin dejar caer su peso y con un movimiento rápido quita mi sostén dejando a mis senos frente a su campo visual. Sin vacilar mucho empieza a besarlos, lamerlos y morderlos haciéndome retorcer de placer.
- ¡¡Anthony no puedo más!! - Ya no era yo la que hablaba sino el placer, el puro placer.
- Ya mismo tu macho te hará gritar de placer.
- ¿Más? - mi voz sonaba entre cortada.
Suelta un pequeña carcajada - Si, más.
Anthony baja mis bragas y luego quita su boxer para entrar en mi sin previo aviso.
- Eres perfecta, mi amor.
• • •
Fue la noche más activa que tuve en mi vida, Anthony sabía que hacer y como hacerlo. Yo no me quedé atrás, claro está.
- Si sigues haciéndome todas esas cosas te juro que me volverás ninfomano. - Suelta una fuerte carcajada, es la risa más hermosa.
- ¿Con qué ninfomano, eh? Pues entonces seremos ninfómanos los dos por que tu de verdad no te quedas atrás.
- No me importa lo que yo sea en cuanto esté contigo. - lo tome del rostro y lo bese fuertemente, es increíble como en un momento nos ponemos provocativos y en otro los más dulces. - cariño, no es que quiera incomodarte pero... ¿puedes contarme que fue lo que paso entre tu y Rodrigo?
¿Debo contarle? Si, debo contarle por que entre nosotros no deben haber secretos. Ok, pues a contarle hombre.
- Él y yo tuvimos una relación hace algunos años, exactamente hace 2 años. Al principio todo era bonito y la relación iba bien pero un día me enteré que me engañaba y además de que era con una mujer mayor que él, yo estaba dolida de verdad pero como estaba tan "enamorada" lo perdone, ese fue uno de mis errores más grandes porque nunca pensé que él volvería a hacerlo pero lo hizo. En ese momento me di tiempo para pensar y me di cuenta que no necesitaba un hombre como él en mi vida además de que si él no me amaba yo debería empezar a hacerlo por mi. Al fin y al cabo lo termine todo con él, fue difícil pero lo hice. Me supere y ahora estoy bien.
Anthony escuchó cada palabra que le dije con demasiada atención y me miraba con un rostro que demostraba confianza y comprensión.
- No se que decirte, él verdaderamente fue un idiota al no ver a la hermosa e inteligente mujer que tenía al frente. Aunque me pone mal que te haya hecho daño le agradezco por que si no fuera por eso de seguro tu nunca me hubieras puesto atención.
- ¡Anthony! - golpee su pecho mientras él se reía por lo último que dijo - aunque tienes algo de razón, la próxima vez que lo vea si es que lo veo le voy a agradecer por eso.
- Cuando pase eso y no este a tu lado físicamente, me llamas para yo agradecerle también. - somos un caso Dios mío.
- Anthony.
- Dime, mi amor.
- Prometeme que jamás me harás daño de esa forma y que el día que te canses de mi por favor sólo terminalo todo.
- Lo prometo, mi vida. Pero eso de aburrirme de ti no lo digas ni en chiste. Te amo, muñequita.
- También te amo, hombre que le devolvió la esperanza a mi corazón.
¡Amorcitos! Estoy tan feliz con este capítulo 😭♥️ espero que les guste muchísimo, los quiero.♥️
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Nuestra Historia - Romeo Santos
RomanceQuien creería que de una relación totalmente profesional podría nacer una historia de amor tan fuerte que podría superar cualquier obstáculo que se presente. Esta es la historia de Sofía y Romeo, dos personas que sin planearlo terminaron Unidos por...