- Capítulo 20

231 24 12
                                    

Después de cenar fuimos a dejar a las chicas en sus casas, me la paso muy bien con ellas y de verdad nunca creí conseguir amigas como ellas después de todos mis fracasos con  otras amistades.

Anthony dijo que me llevaría a su pent house de nuevo por que al parecer me tiene una sorpresa ¿qué tramas Mister Santos?

- Cariño, ¿por lo menos puedes decirme de que se trata? - pregunte inquieta, de verdad no soy buena con eso de las sorpresas por que siempre soy insistente en saber que es.

- Si te digo ya no será sorpresa. Además ya vamos a llegar, espera tantito.

¡Caray! Como dice Delewin, estoy tan emocionada por lo que vaya ser la sorpresa.

Llegamos por fin al edificio y tomamos el ascensor, ninguno decía palabra alguna pero era cómodo, un silencio cómodo. Cuando llegamos al piso en donde se situaba su pent house, Anthony abrió la puerta y ¡WOW!

Toda la sala estaba llena de rosas con algunas velas blancas y un letrero que decía: " Felicidades, mi amor". Algo que me inquietó eran unas bolsas como de regalo, ay no.

Me voltee y lo abracé super fuerte que casi lo dejo sin aire, lo tome del rostro y lo llene a besos. Estaba feliz, más que feliz.

- Ven que hay más. - me dice mientras me toma de la mano y nos dirigimos a donde estaban los "regalos" - estos son para ti.

Tome una de las bolsas y de ahí saque un ¿reloj? No puede ser, esto es extremadamente caro. Volví y lo dejé en la bolsa para después tomar otra. En mi rostro no había expresión alguna. De la siguiente bolsa saque un bolso "Dolce&Gabanna", admito que era hermoso pero creo que era demasiado. Y de la última que era de "zara" saque una blusa super linda de color negro con letras blancas que decía:  "girl power".

- ¿Por qué no dices nada? - pregunto Anthony preocupado - ¿No te gustó?

- No, si, si. Todo está muy lindo pero creo que es demasiado, Anthony.

- No digas eso, tu mereces esto y más.

- Anthony, el reloj está precioso de verdad pero creo que gastaste demasiado en eso. El bolso está bellísimo, nunca había visto uno así y... la blusa, pues quiero que sepas que la marca de esta blusa supuestamente hace ropa para "empoderar a las mujeres o apoyarlas en si" pero la realidad es que las mujeres que trabajan ahí ni siquiera son tratadas con respeto y mucho menos reciben un buen sueldo. Así que no me siento a gusto recibiendo algo de esa marca.

Anthony sólo se quedó viéndome y analizando cada palabra que le dije.

- Eso sí que no lo sabía, perdóname por eso. Pero por lo menos aceptame el reloj y el bolso.

- Tranquilo, tu no sabías. - acaricié su mejilla - Anthony no quiero recibir regalos caros de tu parte, ¿te imaginas que pensara la gente? No quiero que piensen que estoy contigo por dinero.

- Cariño, yo se que no estás conmigo por dinero, te conozco y he visto como trabajas para tener lo tuyo. A mi, por lo menos no me importa lo que digan los demás, me importa lo que yo pienso de ti.

- Pero... esto es muy caro.

- ¿Ahora me vas a decir que puedo y que no puedo regalarle a mi novia?

- Pues tampoco pero... yo me conformo con una rosa o una carta, un abrazo, un beso. Cosas mínimas.

- Yo se que esas cosas enamoran y de verdad son bellísimas, cada día te lleno más de rosas y notas. Pero entiende que es mi dinero y quiero invertirlo en ti, en regalos para ti.

- Y gracias a esas rosas y notas es que yo me he enamorado más de ti y esa es la cuestión Anthony de que es TU dinero y no quiero que lo gastes tan extremadamente en mi. - ahora si me enoje.

- Esa decisión no es la tuya.

- Pero la decisión que si es mia es la de recibirlos y yo no quiero.

- Yo seguiré comprandote regalos.- dijo serio y cruzando sus brazos.

Tomo mi bolso y me dirijo a la puerta, estoy super enojada. Es obvio que no lo va a entender por ahora.

- ¿A donde vas?

- Me voy a casa, mi casa. Buenas noches, señor Santos. - cerré la puerta de un portazo.

•  •  •

Estaba por fin en mi casa, con mi pijama puesta y con una taza de café en mano. De verdad estoy furiosa, ustedes pueden verlo dramático pero para mi no lo es. Yo siempre he sido de comprar mis cosas y de trabajar para ello, y que Anthony me regale cosas así me hacen sentir incómoda.

Yo se que si los hubiera recibido de seguro cada vez que viera ese bolso o ese reloj vería el trabajo y el dinero que Anthony invirtió en eso, y no vería el mío. Puede que no me entiendan pero por nada del mundo aceptaría algo así de él  ni de nadie.

•  •  •

¡Empieza la otra mitad de la gira!

Hace mucho no hablo con Anthony y la verdad es que lo extraño demasiado  pero por ahora no puedo hablar con él; y de verdad no es nada de orgullo ni esas cosas sólo que todavía no quiero hablar con él.

Esta noche Anthony dara un concierto en Miami así que debo ayudarle con su vestuario.

Cuando llegamos al hotel junto al resto del grupo, todos nos dirigimos  a nuestras habitaciones, algo que si era raro es que yo era la única que se iba a quedar en el piso 15. Yo iba normal buscando mi habitación y cuando subo la mirada ocurre la desgracia que yo sabía que iba a pasar pero no pensé que tan pronto; Anthony estaba buscando su habitación igual que yo.

Ambos nos miramos fijamente y ni siquiera disimulabamos.

- Señor Santos. - salude sin importancia, de todos modos es mi jefe.

- Señorita Rodríguez. - su voz ronca como de costumbre.

Por fin encontré mi habitación y veo como él se acerca a mi mientras observa su tarjeta de habitación.

- ¿Disculpa? Espacio personal.

- ¿Eh? - dice confundido - aquí dice que está es mi habitación.

Ay no puede ser.

- Pues tal parece que también es mi habitación. - ¿quién planeó esto? - ¿Tu hiciste algo?

- ¿Que? Nooo, como se le ocurre.

Pongo la tarjeta y  abro la puerta de la habitación, al abrirla doy gracias a Díos de que hayan dos camas. Estos hoteles de verdad son hermosos, colores neutros, accesorios modernos y totalmente aseado.

- Bueno, creo que tendremos que compartir habitación. - dije sin más, ya Anthony había entrado su equipaje igual que yo.

- Si eso creo y tal vez podamos hablar.

- Anthony yo por ahora sólo quiero que nos dediquemos al trabajo y después lo demás.

- Okey, está noche después del show.

- Esta bien.

- Me iré a dar un baño. - rápidamente se quita la camisa mostrando su sexy y marcado torso moreno.

¡SOFÍA, REACCIONA DE UNA VEZ! ¿cómo se supone que nos dedicaremos al trabajo si él está aquí mostrando su sexy cuerpo?

Nuestra Historia - Romeo Santos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora