Capítulo 10: Dulce canción.

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Laila:
Creo que ahora yo tengo problemas de Asma.
El avanzó y camino directo a la casa.
-¿Por que mi corazón está agitado?- me susurre a mi misma.
Seguí mi camino hacia la casa y en el jardín estaba Charly con Junior.
-Hola Charly- le dije con una sonrisa- le has comprado otra correa.
Le dije viendo la nueva correa de color rojo.
Me acerqué a Junior.
-Hola junior, que guapo te vez con tu nuevo collar- lo acaricie y me senté en el piso al lado de el.
-Es mas resistente que la anterior- me respondió Charly.
-Se ve lindo- me levante del suelo.
Me sonrió
-¿Ya ha llegado Lucas?- le pregunté.
-Si, está en la terraza- me respondió.
-Voy a verlo- le dije girando.
-Laila- me detuvo.
Voltee para volver a quedar de frente
-Se que fui muy grosero contigo desde que llegaste, y lo siento- me dijo jugando con la correa- si no hubiera sido por ti no hubiera encontrado a Junior.
-Charly- le dije acercándome- sé cuánto lo quieres y puedes contar conmigo.
Me sonrió.
-Iré a ver a Lucas- le dije señalando hacia la casa.
Subí a las escaleras para llegar a la terraza.
Estaba sentado en la pequeña mesa.
-¿No ibas a ver a tu cita?- le dije acercándome.
-Me han dejado plantado- me dijo.
-Oh, Lucas. Lo siento.
-Creo que debo empezar acostumbrarme a la decepción.
-Aun podemos ir al museo- quería intentar animarlo.
- será mejor que sea otro día- se levantó y entro a al casa.
Lucas se merecía encontrar a alguien que lo quisiera de la misma manera en al que el quería o más, si era posible. Pero solo debía esperar.
Entré a la casa.
Me sentía triste por el, y no funciono animarlo.
Camine a la alberca.
Me quite los zapatos y puse mis pies dentro del agua, mi cabeza comenzaba a dar vueltas.
Había puesto demasiada atención a todo alrededor de mi vida y no a lo que estaba dentro de mí corazón. Intentaba ayudar a Tyler a escribir su canción pero había olvidado terminar la que prometí cantarle a mamá.
Suspiré.
Papá me había olvidado, y todo lo que sentía no importaba. El solo quería sentir su dolor y lo entiendo. Cada uno acepta la perdida a su modo, pero el era lo único que me quedaba.
Mi celular sonó.
Papá.
-¿hola?- dije en voz baja.
El silencio era profundo.
-¿cómo has estado?- había olvidado como era su voz.
-bien- dije- ¿y tú?- pregunté.
-Laila...
-Papa, por favor- le dije al borde del colapso- regresa- bajé la vista.
Podía ver el reflejo del atardecer en el agua.
-No puedo- me dijo con el silencio de fondo.
-Podemos juntos, ¿Recuerdas?- mi corazón se aceleró.
-No podemos- me dijo en tono frío
-Yo también la quería- me había desesperado
-Y yo la amaba- aclaro.
-Papa..- mis ojos se cristalizaron-¿Sabes que nadie tiene la culpa de lo que pasó?- quería quitarme la carga de encima.
-Desearía que fuera así- me dijo aun con tono frío- Desearía poder volver a ser el padre que quisieras.
-lo eres- le respondí- solo vuelve- prometí no rogarle, pero estábamos intentado hablar, y era mucho hasta donde llegamos que no quería darme por vencida. Mis ojos ya estaban llenos de lágrimas.
-Lo lamento Laila- suspiro- tu abuela se quedará contigo, ya que Ágata ha salido de emergencia.
-Papa..- me interrumpió.
-Te veré en unas semanas. Adiós Laila.
-Papa.- solo el silencio de oía.
Mi corazón se partió. Mi padre no quería estar conmigo, solo utilizaba medios para no dejarme sola. ¿A quien quiere culpar?!.
Saque mis pies de la alberca y los puse en la acera.
No podía contener llorar, no podía contener sentirme odiada no podía contenerme por qué me sentía sola.
-Oye- me dijo una voz al otro lado de la piscina.
No puedo encontrar a mi padre, no al que alguna vez fue.
-Laila..- me dijo la voz ahora enfrente de mi.
-Solo quería decirle que lo quiero mucho- dije con la voz cortada- pero no quiere oírlo, no quiere. No he hablado con él por semanas. No quiere verme.
-No llores- me dijo Tyler al lado mío.
-No sabes cuánto quisiera no hacerlo- creo que todos tenemos un límite a quebrarse y el mío hasta ahí llego.
Bajé aún más la vista, no quería que me viera a la cara, me he de ver horrible.
-Esta bien que llores por hoy- me dijo poniendo su mano en mi cabeza. Y luego en mi hombro.
-Laila- oí la voz de Lucas.
No quería alzar la vista.
-¿Qué pasó?- pregunto.
-se ha sentido mal- le respondió Tyler.
Mis ojos pesaban, mucho..
-Oye..- ...hasta cerrarse.

Mil Estrellas hacia tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora