Tyler:
Había sido la mejor tarde con ella- quitando el hecho que cayó un diluvio- la había vuelto a ver sonreír como decía ser.
Todo iba de la mejor manera, nuestros miedos se habían dormido.
Admito que al ver mi enorme sonrisa por el retrovisor me hizo acordarme de ella.
Al llegar a casa la lluvia ya había pasado y también la sensación que sentía en el pecho la cual se había ido, aún cuando ya no la tenía en esas paredes. Le conté la verdad, aunque no estaba lista para saberla toda, aún recuerdo sus ojos perdidos entre las nubes de sus pensamientos al escucharme.
-Tyler!- me llamo Charly desde el jardín.
Junior de abalanzó sobre mi.
-Hola amigo- le dije acariciando su cabeza.
-El padre de Laila ha llamado.
-si lo se,- respondí- estaba conmigo.
-Tyler...- le dijo entre dientes- creo que necesitas ver algo- su voz me preocupo en ese instante.
Entramos a la casa y Charly se dirigió a su computadora.
«uno de mis amigos de dirección estuvo probando una cámara el día de tu cumpleaños- comenzó a buscar algo en la computadora- y ha grabado algo por accidente que creo que debes ver...- giro la pantalla- me lo envió hace unos dias... Aquí está!- mi mirada se desvió a la pequeña pantalla encima del comedor.
Eran Laila y Lucas tomados de la mano.
-¿alguna vez has pensado dejar de usar chamarras tan raras?- dijo riendo con Laila.
-soy muy friolenta- le respondió, sus mejillas estaban rojas.
Al voltear a ver la fecha... era el día de mi cumpleaños.
-lo se- tomo las manos de Laila entre las de él y comenzó a soplarlas, podía notar la sonrisa de Laila aún marcado su rostro.
-Eres como una niña pequeña- se detuvo a decirle.
-Creo que en eso concordamos- Laila llevaba la misma sudadera de ese día- nunca he sentido que pueda crecer.
-Laila...-dijo su nombre de pronto, odiaba cunado pronunciaba su nombre- ¿Podrías darme una oportunidad?- la cámara se enfocó en ellos dos tomados de la mano.
Alce la vista para ver a Charly observándome.
-¿podrías?...- se escuchó por la sala.
-Lucas... - se interrumpio la voz de fondo.
-Tomy!- interrumpió la voz de un chico- iremos a festejar el cumpleaños de Carter saliendo, ¿Qué dices?- la cámara se desenfoco.
-Genial!- se oyó la voz de quien debía ser Tomy- los veré en la salida- choco la mano con el chico que pasaba al lado y luego volvió a enfocar al frente.
Laila aún seguía tomada de la mano con Lucas pero ahora su mirada estaba sujeta al suelo para luego asentir.
Sentía que el alma se me había ido al suelo.
Solo eran ideas mías, eso podía ser ¿verdad?, ¿Qué podía significar un simple gesto?
Dejó caer su cabeza en su pecho, Lucas la abrazaba con sus brazos con una enorme sonrisa, Laila lo había aceptado en su vida.
Ella ya había avanzado sin mi.
-Ty...- me llamo Charly- quise mostrártelo, pero...- bajo la vista- estabas destrozado por lo que estaba pasando y estaba intentando volver con ella...
-¿Quién más sabe de este video?- le dije rápidamente.
-Solo tu, yo.. y Tomy- respondió.
Cerré mis ojos aparentando con fuerza.
-Ty, Lucas y Laila...- continuo Charly.
-Necesito salir...- salí rápidamente de ahí directo a la puerta principal.
Ella le había dado una oportunidad, una oportunidad que yo había desperdiciado muchas veces.
Al salir, di vuelta a la derecha en dirección a casa de Lucas, necesitaba que me explicara que era lo que había sucedido, si era verdad.
Pero antes de siquiera llegar lo vi de pie en la calle enfrente de su puerta. No estaban sólo.
Podía ver la espalda de Laila.
Mis pies se detuvieron en cuanto Lucas puso su mano en su mejilla y la abrazo como lo había visto antes, pero sin la sonrisa.
Mis ojos no podían dejar de verlos, ahí aún cuando las calles estaban mojadas por la tormenta que había pasado.
Hasta que la soltó, y de ella su mirada paso a ver directo la mía.
Laila se volteo en un instante, pude ver los cristales transparentes correr por sus mejillas rosadas. Entre ese par de lunas rojizas las cuales me miraban.
Con la manga de su muñeca se secó las lágrimas.
Camine hacia ellos con las manos en los bolsillos.
Verla así, no me agradó en absoluto, había llorado y estaba aquí. Mi mirada se desvió al auto de su padre que estaba estacionado de lado contrario.
-¿Manejaste a esta hora?- le dije lo más relajado que pude.
Su mirada se desvió a la de Lucas detrás de ella.
-He utilizado GPS- me respondió con su voz ronca por haber llorado.
-¿Tu la hiciste...?- comencé a decirle a Lucas el cual me interrumpió rápidamente.
-Ha llegado así.
-¿Qué haces aquí?- saque mis manos de los bolsillos.
-yo, necesitaba saberlo- me dijo agitada vi como rosaba otra lagrimas por su rostro.
Alce la vista hacia Lucas, ya que no entendía a lo que se refería.
-¿de que estás hablando?.
-Yo nunca fui tu novia- bajé mi vista hacia ella- yo, avance sin ti.
Di un paso adelante.
No era verdad.
«yo había comenzado una relación con Lucas antes del accidente- mi vista definitivamente se clavó en Lucas.
-¿Cómo sabes que fue antes del accidente?- Laila sabía la verdad aunque con unos retoques.
-He encontrado esto- puso ante mi la pantalla de su teléfono.
-Gracias por darme una oportunidad, siempre estaré ahí para ti y ahora más que nada. Lucas- leí en la pantalla- ¿Qué demonios es eso?.
-Chloe fue a verme a mí casa.
Demonios
-Lucas...- sisee alzando la vista, estaba listo para respuestas.
No podía ser enserio, si Chloe le dijo la verdad que demonios significa ese mensaje.
-El día del accidente..- suspiró- yo le pedí que me diera un oportunidad- bajo la vista hacia ella quien lo oía atentamente- ella y yo...
Sentí como la sangre dejo de correr por mis puños al tenerlos muy presionados.
Ella se giró para verme, sus pupilas estaban sumergidas entre ese rojo profundo. Podía oír su respiración agitada.
Hasta este punto yo también me sentía confundido.
Camino rápidamente de vuelta a su auto.
Yo no tenía respuestas a eso.
-Laila..- pase al lado de Lucas- tú tienes que explicarme todo- sisee, camine rápidamente para alcanzarla en la puerta de su auto.
Sin mirarme quitó la alarma del auto abrió la puerta del copiloto, antes de que entrara la tome del brazo y cerré la puerta.
-Laila- la tome del rostro, pero ella no quería verme, trataba de evitar verme- por favor linda mírame.
-Me duele la cabeza- dijo con la voz acelerada.
-Esta bien, está bien- sus ojos se toparon con los míos en un instante.
-No se quien soy, todo esto me está...- sus ojos se llenaron de lagrimas- ¿Qué somos Tyler?, ¿Qué somos?!- me dijo llorando.
Me quedé en silencio intentando entender sus palabras.
Pero ella nos dejaba de preguntarme lo mismo.
-Tu eres el amor de mi vida!- solté por fin- eres más de lo que amado desde que me quedé sin nada.
-Mentira!- me empujo- no puedo serlo si para mí todo comenzó hace unos días.
-lo eres...- intenté acercarme.
-No!- puso sus manos sobre su cabeza- no me hagas esto, por favor no lo hagas...-sus lágrimas mojaban su rostro, había provocado una tormenta en ella.
-Tyler basta!- se acercó Lucas- Laila, ¿Laila estás bien?.
-Quiero que me escuches- me quite a Lucas de encima- no puedes decir que es mentira lo mucho que te quiero. -Puedo!- recuperó la postura, su mirada estaba opaca- por qué si de verdad te dije que te quiero no lo recuerdo.
-claro que si- la interrumpí harto de que siguiera con lo mismo- tú sigues siendo la misma chica de Boston.
-No se quien soy!- respiro por un segundo- yo misma me he ocultado cosas, mírame!- se exalto- aún no puedo entender a quien hice más daño, a Lucas por comenzar algo cuando aún te quería o a ti que te hice creer que te quería cuando aún no he roto con Lucas, no ser a quien quieres.
-Basta!- le dije con furia- estoy cansado de que digas que no te quiero, que pienses que hay dos tu, por qué no es verdad- sus ojos me veían directamente a los ojos- no sabes lo difícil que fue perderte- me acerqué mas a ella- te perdí tres meses Laila.
-Me perdiste para siempre- susurro- por qué no soy la misma, no crees que no me di cuenta- me empujó- me llevaste a todos esos lugares con la esperanza de que recordará que estuve contigo en alguno- me volvió a empujar, no pude evitar retroceder- tu nunca me quedras sin memoria, tú no tienes miedo- me señaló- yo vivo con miedo- se volvió a llevar las manos en la cabeza- despertar un día y odiarte por todo el daño que me hiciste. Darme cuenta que ya no te quiero.
-Claro que tengo miedo- me recargue en su auto- tengo miedo que me odies- bajé la vista al suelo- nada justifica todas las veces que te hice llorar.
Laila estaba de pie a medio camino intentado controlarse.
Me estaba preocupando demasiado su dolor de cabeza.
Aly sostenía el brazo de su hermano a las puerta de su casa.
-No quiero que vuelva mi memoria- susurró- no quiero odiarte, pero y si me enamoré de Lucas...- esas cuatro palabras rompieron mi paz interior- ¿si te supere y me enamoré de el?-
-Te estás confundiendo.
-No- me dijo fríamente- por qué siendo sinceros, nadie quiere aceptar la realidad hasta que llega.
-No tengo por qué aceptar algo que ni tu sabes si es verdad.
-Tyler- me llamo Lucas- la estás poniendo nerviosa- se acercó a nosotros.
-todo esto es tu culpa- lo señale, no debió decirle la verdad, nadie debía confundirla más.
-Basta, basta!- explotó Laila- estoy harta de que todo el tiempo estén peleando.
-Vamos a casa- la tome del brazo.
-No quiero ir contigo- se soltó.
-Estas teniendo un ataque de ansiedad- afirme acercándome- necesitas calmarte
-Por favor has que pare...- siguió apretando su cabeza.
-Laila- la tome de las manos para que dejara de hacerse daño presionando su cabeza- Mírame- volvía buscar su rostro- solo respira...- sople enseñándole cómodo debía de hacerlo.
-Hay que llevarla a dentro - señaló Lucas la casa.
-No la toques- sisee.
Estaba enfadado por el hecho de que me hubiera ocultado algo tan importante como eso, Laila tenía razón ¿Qué éramos?, Que éramos si ella era alguien de alguien más.
-Suéltame!- me empujo en cuanto la quise levantar- no me toques!, Tú, tu.. tú me mentiste, siempre me mientes, no te importan mis sentimientos, me haces daño!- su cabello se había pegado a su mejilla.
-Laila cálmate- la volví a tomar con más fuerza de las manos, pero ella solo hacia fuerza para que la soltara.
-Me mentiste, tu estuviste el día del accidente- la interrumpí.
-No te mentí...- comencé a forcejear con ella. Aunque debía de dejar de seguir diciendo eso necesitaba que se calmara.
-Tyler suéltala- trato de quitarme de en medio- la estas lastimando.
-Se hará daño si la suelto- sisee.
Esto se estaba volviendo una completa locura, detestaba verla así.
-Laila- la llame de nuevo pero su mirada estaba perdida en el suelo, estaba respirando muy rápido- respira ¿Recuerdas?- aún seguía esquivando verme.
-Suéltame- su mano golpeo mi pecho- por favor, déjame ir...- llevo su mano a su pecho.
-Laila escúchame.
-No!- sitio empujándome mientras yo la encerré en mis brazos.
-Me mentiste, me mentiste!- me gustaría estaba partiendo el corazón.
-Tyler- volvió a llamarme Lucas.
-Laila, por favor le rogué.
No oía lo que Lucas me decía, lo único que me importaba era calmarla.
-deja de hacerme daño- las lágrimas se desbordaban más y más - Tu me mataste...- soltó- tú me mataste!- grito con todas sus fuerzas, la abracé- Yo no quería olvidarte- su cuerpo perdió toda fuerza entre los brazos.
-Hey!- la tome con fuerza de la cintura al ver que su cuerpo dejo de tener fuerza, la abracé a mi mientras sus lágrimas caían y mojaban mi pecho.
-Laila!- oí el grito de Aly.
La tome de las piernas y la alce en mis brazos.
Su frente estaba tapada por todo el cabello que se le había adherido.
La presione con más fuerza a mi pecho hasta abrazarla, me dolía verla haci, tenía que haberlo evitado.
Bese su frente.
Nos estábamos volviendo a hacer daño, cada vez peor que la anterior.
-¿esta bien?- llegó Aly corriendo hasta donde estábamos.
-la llevaré a dentro- le señale llevando a Laila a mi casa.
-Tyler- me llamo Aly antes de seguir- es mejor que la lleves a mi casa, cuando despierte estará aún más confundida.
La observe un segundo.***
-Mark traerá a Peter- Lucas tenía el teléfono en la mano- vendrán enseguida.
Señalo Lucas mientras acostaba a Laila en la cama de Aly.
La última vez que había estado había sido cuando tenía diecisiete. A Aly siempre le ha encantado en morado, yo siempre le decía que si había elegido ese color, era mejor el negro.
Las palabras de Lucas conectaron mi cabeza a la realidad.
Mark.
Tenía que seguir haciéndole daño, hasta que punto estaría dispuesto a llegar con tal de no perderla. Me debí haber detenido.
-Traeré alcohol para despertarla - desapareció Aly en el pasillo.
-¿Qué es lo que pasa.- entro a la recamara la madre de Lucas, el pequeño grito que dio al ver a Laila sobre la cama me hacía sentir aún más peor.
-Mama...
-¿Qué le ha pasado a Laila?- se llevó la mano a la boca.
-Tuvo un ataque de ansiedad- le respondió Lucas- Mark y Peter ya viene en camino.
-Nunca creí conocerla de esta manera- se acercó a la cama.
Mi vista se fue rápidamente a Lucas. Aún seguía molesto, demonios no!, Enojado.
Laila y yo ya habíamos superado todo, no había nada que ocultar y al final había algo más.
Ella estaba confundida, no entendía sus sentimientos. Por que no había una sola persona en su vida.
Y demonios, Chloe. ¿Qué era lo que le había dicho?. ¿Qué demonios hiciste?!.
El timbre se escuchó por toda la casa.
-Han de ser ellos- reaccionó Amelia saliendo de la habitación y Aly entro instantes después.
Oí como unos pasos corrían rápidamente de las escaleras. Mark y Peter cruzaron la puerta.
-Laila!- dijo rápidamente Mark acercándose a la cama.
Aly había mojado una bolita de algodón con alcohol y lo coloco cerca de Laila.
Su nariz comenzó a arrugarse al sentir el olor.
Mi pequeño conejo.
Peter se acercó rápidamente con su botiquín en la mano.
-¿Qué pasó?- su mirada cayó rápidamente entre Lucas y yo mientras de ponía el estetoscopio.
Mi furia se fue hacia el.
-Pregúntaselo a el- señale con la barbilla.
-No me culpes- me respondió- debiste decirle la verdad.
Sentí el coraje hasta los puños y ni cuenta me di cuando comencé a mover los pies haciendo el.
-Hey!- me empujó Aly al ver hacia donde iban- no comiencen una pelea aquí- nunca entenderé cuando pasamos de una amistad de niños a otra de querer matarlo.
No quería que me viera cuando despertará, no quería oírlo, después de todo para ella ya nada tenía sentido, mucho menos yo.
Lucas salió rápidamente de la habitación y yo fui detrás de él. Hasta que lo alcancé en la parte trasera del jardín.
-No debiste decirle la verdad.
-Estoy cansado de esconderle cosas- se volteo rápidamente hacia mi- no lo entiendes- bufo- ella creer que todos le mentimos.
-No- le respondí- tu eras el único que lo sabías, no te das cuenta que por fin su vida volvía a ser la de antes.
-Es que ese el problema- se sentó en el césped- ella siente que perder su memoria fue lo mejor.
-¿Qué?- reaccione.
-No quiere recordar haber perdió a su madre de esa manera, no quiere recordar que su padre la culpo, no quiere recordar cuantas veces le rompiste el corazón, no quiere recordar que empezó una relación conmigo, ella quiere empezar de cero contigo- suspiró- Lo intenté- dudo- por un día intenté que te olvidará, pero ni aunque fuera un año o diez, ella siempre te va a querer Tyler. Si sus recuerdos vuelven también su dolor.
Sacó su teléfono y comenzó a buscar algo.
«quiera saber que significaba esto..
-Lucas, quisiera poder quererte como tú mereces, - era Laila- pero estoy más rota que antes- yo le había hecho eso- Tyler me mintió, jugó conmigo solo me utilizo- yo la había destrozado- me tengo que ir voy por mis cosas, voy a mudarme a la residencia de la escuela, no te preocupes estoy bien, llámame cuando puedas.
-me llamo antes de subirse al auto.
-ella tiene razón- susurre- yo la mate, no debí haber dejado que Chloe me utilizará como quiso- dije entre dientes- fui un imbécil.
-Tyler!- me grito Lucas antes de entrar a la casa y cruzarla para salir.
En el fondo quise esconderlo, hacerme creer que no había sido mi culpa tanto que hasta se lo hice creer a ella.
Estaba bien antes de conocerme, era alegre, tenía una sonrisa y ese brillo que yo le robe cambiándola por tantas lágrimas, no fui sincero no acepte lo que tenía, protegerla no justifica haberla hecho llorar.
Haberla hecho infeliz.
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Mil Estrellas hacia ti
Fiksi RemajaA Laila solo le quedaban dos cosas en el mundo su libreta y la canción que su padre había escrito para su madre, talvez tres cosas si también contamos a una parte de el. Después del accidente de su madre no solo la había perdido, también una parte d...