Laila:
Mis ojos pesaban mucho. Era como si tuviera diez kilos en cada uno.
Pero el sueño de anoche hizo que me despertara.
No fue un sueño, fue real.
Me senté en el sillón y vi la rosa en el pequeño mueble al lado de donde estaba.
No fue un sueño.
Y de solo recordar que estuve a centímetros de Tyler me pone roja como tomate.
¿Cómo voy a ser capaz de verlo a los ojos ahora?
Fue sincero conmigo y yo lo fui con el.
Pero no pude contenerme, estuve a un centímetro y me había quedado dormida en su hombro.
Ya que dudo que haya llegado al sillón flotando.
-¿Qué te está pasando Laila?- me dije frotando mi cara- después de la canción saldrás de su vida, no debes hacer las cosas difíciles- me dije a mi misma.
Tome mi celular de la mesa y ya casi eran las nueve!.
Bajé lo más rápido que pude. Todos estaban desayunando.
-Laila- me dijo muy animada la voz de Lucas- ven a desayunar con nosotros.
-Ya es tarde…
-Si, yo he retrasado mis clases una hora.
-Lo lamento mi niña- me dijo mi abuela- es que estabas profundamente dormida que no quise despertarte.
-No te preocupes abuela – le dije con una sonrisa.
-Charly ya se ha ido- me dijo- Tyler aún no ha salido de su cuarto.
-Esta bien- le respondí con una sonrisa- tomare el autobús.
Lucas me explico cómo llegar a la parada.
Salí a la puerta de enfrente y pensé donde tomar el autobús.
Un auto se detuvo enfrente de la casa.
Era Tyler.
El clatson del auto llamo mi atención
Camine en dirección hacia el.
Y subí.
No podía verlo a la cara, sentía que me pondría roja.
-No piensas saludar- dijo sarcásticamente.
-Buenos días Tyler- le dije aún con la mirada baja.
-No vale si tengo que recordártelo yo- bufo.
-lo siento- le dije en un susurro.
-Tienes suerte- agrego - de que tu abuela me haya chanta..- se detuvo.
-¿mi abuela que..?- le pregunté sorprendida.
-que tu abuela me lo haya pedido- corrigió mirando hacia el frente- si que se parece a mi abuela- bufo.
No quería verlo a la cara, mis mejillas podrían estar rojas sin darme cuenta, y no quiero que el lo vea.
No quiero confundirme más.
Lucas, no podría verme de la manera en la que yo ahora lo veo. Con esfuerzo me notaba.
-Laila- me dijo de pronto- hoy grabaremos la canción.
Recordar que ayer la pude escribir sin darme cuenta- o mejor dicho la escribimos juntos- me ponía de nervios.
-No hemos hecho los ajustes- mi subconsciente quería librarse de esto como fuera.
-Le pedí a tu abuela que le diera tu violín a Hang para que lo lleve al estudio.
-No podré practicar en clase- mi violín está en casa.
-pide uno prestado en al escuela- me dijo deteniéndose en un semáforo.
La escuela prestada instrumentos a los alumnos que no pueden tener uno.
Asentí.
Voltee mi vista hacia la ventana.
No podía dejar de pensar que estos serán los últimos días, los últimos días podré estar cerca de el.
Suspiré.
Caminamos juntos hacia la Escuela.
Y cuando pasamos la puerta todos nos quedaban viendo.
Esto me ponía más nerviosa que tocar enfrente de un escenario.
Todos susurraban entre sí y aunque trataban de disimularlo se podían oír por todo el pasillo
Creí que era por el hecho de haber llegado con Tyler y caminar junto a él, ya que no hablábamos mucho en la escuela.
-Es ella.
-Estudia en primer año de música avanzada.
-Sé que estudia dos instrumentos.
-He oído que es hija del compositor Mark Jones.
-Expuso en clase y el profe la halago.
-¿Será nueva integrante del grupo?.
-Solo pueden haber una voz en el grupo.
-¿Estará saliendo con Tyler?.
Me sentía como hormiga- muy pequeña entre todos-.
Creí que ya había pasado la preparatoria. Y creo que aún sigo ahí.
A Tyler no parecía importarle o talvez finjia no oir.
-Laila!- grito Aly por el pasillo.
-Aly- dije en tono bajo.
Se acercó a nosotros.
-Ustedes de verdad están en un aprieto- me dijo muy preocupada.
-Tyler!- grito de pronto el señor Hang- quiero que vengas conmigo.
-Hang ¿Que está pasando?- le dijo seriamente.
-Vamos, vamos- lo empujó- ya hablaremos de esto después.
-Te veremos más tarde en el estudio Laila- me dijo llevándose a Tyler por el pasillo.
Voltee a ver a Aly.
Suspiré.
-Tu...- me señaló- tienes que ver esto.
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Mil Estrellas hacia ti
Teen FictionA Laila solo le quedaban dos cosas en el mundo su libreta y la canción que su padre había escrito para su madre, talvez tres cosas si también contamos a una parte de el. Después del accidente de su madre no solo la había perdido, también una parte d...