Tyler:
Subí al antepenúltimo piso, ya que la oficina de Lauren estaba en ese piso, pero al llegar note flores y pedazos de cristal rotos en el piso.
Camine de vuelta cuando vi que el elevador se estaba cerrado, yo era el único que quedaba en el edificio, pero a diferencia el elevador señalaba el último piso, mi oficina.
Luego vi en la pantalla de arriba que estaba funcionando.
Y estaba subiendo desde el último piso.
Mi oficina ocupaba todo el piso. Haci que en cuanto vi el elevador el rostro de Laila vino a mi cabeza.
El elevador ya había llegado hasta mi oficina, presione y presione el botón hasta que por fin bajo el ascensor.
Cuando las puertas se cerraron un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, esto no me daba ni una pizca de confianza.
Admito que fueron los cinco minutos más preocupantes de mi vida y fue el peor día cuando al abrirse las puertas me topé con la escena más horrible.
Laila estaba de pie atrás de mi escritorio, con ese vestido que la hacía parecer una princesa, desde hoy ese sería mi color favorito. Pero la diferencia era que una pistola apuntaba a su cabeza, Lauren estaba en mi asiento amordazada y sujeta a ella.
Del otro lado de la habitación otra mujer estaba de pie cerca de los apagadores.
-Tyler...- oí como Laila susurraba.
-Pero a quien tenemos aquí- me sonrió Bruno- a mi único Sobrino- su rostro mostraba el peor descaro del mundo- ¿Tu novia?- no respondí- muy bonita, demasiado bonita- con la punta de la pistola toco su mentón- pero pasa, pasa- puse un pie fuera del elevador- está si es toda una reunió familiar- Lauren intentaba hablar debajo de la mordaza.
-déjalas ir- conteste dando pasado cortos hacia el.
-Hasta ahí- me detuvo apuntando con la pistola.
-Bruno déjalas ir- intenté no lanzarme encima de él cuando volvió el arma hacia Laila.
-¿dejarlas ir?- lo dudo- ¿También a Lauren?- la señaló mientras ella intentaba gritar más fuerte- Te ha hecho la vida miserable y aún así ¿Quieres que la deje ir?.
Me quedé quieto.
-Esto es entre tú y yo.
-En eso tienes razón, esto es entre tú y yo- me apunto con el arma- querido sobrino.
Necesitaba idear un plan y rápido.
-Siéntate por favor- tomo la silla enfrente del escritorio y la coloco en mi dirección apuntándome con la pistola.
Me acerqué más hasta poder sentarme, Laila camino en mi dirección y la mujer movió la silla para quedar a mi lado.
-Gracias linda.
Laila se sentó viéndome a mi, podía notar el miedo en sus ojos.
Lauren seguía gruñendo debajo de la mordaza intentaba quitarse las cintas de la mano.
«Veras- la mujer cruzo la oficina poniéndose detrás de Laila- Estoy cansado de no tener el lugar que merezco en esta empresa- Busque la mano de Laila- Tu padre se negó, ¿Sabes cuántos años trabaje para esta empresa?, tuve que soportar a Lauren por mas de diez años y tú padre no me dio nada a cambio, simplemente me saco de la junta directiva y busco la manera de ponerla en mi contra - Lauren intentaba gritar- Tuve que hacer cosas de las que me arrepiento para ponerla de mi parte y cuando le ofrecí desaparecerlo se negó.
La mujer detrás de Laila camino hacia Lauren y le quitó la mordaza.
-No fuiste capaz...- Lauren le reprochó.
-Si estaba contigo lo merecía todo y tú hermano se negó.
-Eres un maldito!- Lauren comenzó a llorar desesperada.
Yo no había captado sus palabras, había entrado en un bucle en mi cabeza.
<Bruno había asesinado a mis padres>
-voy a matarte!- me levanté.
-Quieto vaquero- le apuntó a Laila- Quien lo diría, Lauren te ha odiado todo este tiempo por que pensó que tú tenías la culpa de la muerte de su querido hermano.
Los gritos desesperados de Lauren se escucharon por toda la oficina.
-¿Cómo pudiste Bruno?, Yo de verdad te amaba, lo tenías todo conmigo.
-¿Todo?, Hablas de quedarme a tus espaldas, ver como tú hermano construya un imperio, una familia y tú yo estábamos atascados- siseo Bruno- eso fue una limosna, me harte de ti Lauren, eres tan estúpida no pudiste contra tu propia madre, debiste haberte quedado con todo y ella te gano. Pero está muerta, con ella no tuve que ensuciarme las manos.
-Cállate!- grito desesperada Lauren- mi hermano era mucho más hombre que tu, mi madre siempre tuvo razón, tu solo estabas conmigo por mi dinero.
-¿Y por qué más crees?, Los viajes con July- la mujer sonrió- los autos...eras mi banco personal, tan solo con consolar tu soledad ya estabas como idiota detrás de mí.
La mano de Laila sujeto con fuerza la mía, podía sentir como temblaba. El doctor había recomendado no estresarla tanto.
-Respira- susurré.
Yo literal me estaba conteniendo, quería molerlo a golpes, partirle la cara. Pero por Laila no podía perder el control, yo ya no era esa persona. Y no la iba poner en peligro.
-¿los viajes con Jenny?...- nunca creí poder oír la voz quebrada de Lauren, siempre había sido intimidante y muy difícil de romper- ¿Esos eran tus viajes de negocios?, ¿Tu viajes para conseguir inversionistas para la empresa?.
-Eres tan estúpida que de verdad lo creíste- respondió Jenny.
-Cariño- lo llamo, giré un poco mi cabeza, tenía en la mano un puñal- quiero hacerlo yo.
-Que más desearía Linda, pero no puede ser así. Primero los mataremos a ellos y luego a ella. Todo parecerá un suicidio. Imagínatelo mañana en los periódicos, Lauren Evans; - sonrió- Asesina a su sobrino y a su novia y se quita la vida. Siempre dijiste que querías aparecer en las revistas.
-Bruno déjalas ir- sisee- estás enfadado, esto es entre tú y yo. Te daré todo, si eso quieres, te daré todo
-Tyler!- Lauren grito detrás.
-Me recuerdas al imbécil de tu padre- dijo con asco- siempre el héroe, el bueno de la historia. Una esposa bonita- camino hacia Laila y comenzó a jugar su cabello.
-No la toques- sisee.
-No la reconocí en cuanto la vi- Laila estaba como congelada en su lugar- la novia de Tyler, la chica que Lauren buscaba destruir para destruirte a ti- presione mi mano- planeo todo, busco lo más horrible de ella, manipuló a Chloe para que estuviera contigo bajo sus reglas y... una infinidad de cosas que ha hecho por acabar contigo.
-¿Crees que me importa?!...- explote, Laila pego un pequeño salto a oír mi reacción- Tu fuiste el que provocó que me odiara, tu asesinaste a mis padres.
-No me dejaron opción!- Bruno se llevo las mano a la cabeza- tu padre descubrió mis tratos con la mafia y si no dejaba a Lauren y renunciaba a todo me entregaría a la policía- el coraje marco las venas de su cuello- no me había dado nada, y me quería quitar lo poco que tenía, era un imbécil. Tu madre en cambio no la merecía, siempre fue bueno conmigo,no pude evitarlo fue el daño colateral.
-¿por eso te peleaste esa mañana con el?- siseo Lauren.
-Mordiste la mano que te dio de comer- dije entre dientes- eres un cobarde, querías que todo te llegará del cielo, envidiabas lo que mi padre tenía. Y se te hizo más fácil robarlo que conseguirlo por ti mismo.
-No sabes Lauren- hablo July- cuanto nos reímos de ti, de las veces que Bruno te dejo plantada, de los viajes que hacíamos dos veces al año, disfrute tanto de tu dinero.
-Eres una zorra- le respondió- hará lo mismo contigo, cuando se aburra de ti te dejará.
-Eres un cobarde, siempre lo has sido, has manipulado los sentimientos de las personas, crees que al tener todo serás igual que mi padre- continúe- pero que te quede claro Bruno, que tengas el dinero y la casa, no te hace mejor mi padre, nunca llegarás a ser como el, ni siquiera le tocas la punta de los zapatos.
-Cállate!- me golpe con el arma, mi mano solto la de Laila.
-Tyler!- pronunciaron sus labios con temor.
-Cariño...
-¿Qué?!- reaccionó con furia.
Se acercó y le entrego un teléfono, vi la funda, era de Laila.
-Ha estado en llamada- dijo preocupada.
Sentí como Laila comenzó a temblar.
-Perra!- le grito lanzando el teléfono al suelo y apuntándole.
No lo pensé dos veces y me puse en medio de los dos.
Prometí que nunca más le harían daño, y hoy cumplo mi promesa.
Sentí como el lado derecho de mi pecho quemaba, le temía a las inyecciones pero esto no tenía comparación.
Sentí el golpe al caer al suelo.
En mi sueño pude ver dos lunas perdidas entre largas pestañas, y las mini estrellas de sus mejillas, era el mejor sueño de mi vida.
Era Laila.
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Mil Estrellas hacia ti
Dla nastolatkówA Laila solo le quedaban dos cosas en el mundo su libreta y la canción que su padre había escrito para su madre, talvez tres cosas si también contamos a una parte de el. Después del accidente de su madre no solo la había perdido, también una parte d...