Capítulo 28 : Trate de aferrarme a ti.

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Tyler:
Esto estaba mal, muy mal.
Todo se me había salido de las manos, una mentira tras otra, y cada una golpeó peor a Laila.
Solo sentí su dulce perfume rodearme.
-¿Fuiste capaz de decirle la verdad a mi hija?- dijo de dientes Mark dándome la espalda.
-No he sido yo- le respondí- ha sido Chloe.
-Ella nunca debía saberlo- estaba en shock- le jure a su madre que la protegería de ella misma.
Aún tenía los guantes en la mano.
El dio vuelta para verme de frente.
-Tu eres Tyler ¿Verdad?- sabía a qué se refería.
Asentí.
-Debo buscar a mi hija- me esquivo saliendo al pasillo.
Me quedé sin palabras lo admito, estaban enfrente del hombre que hizo bailar a mis padres por años en el jardín con sus canciones.
El padre de Laila.
alto y con cabello oscuro, en el cual resaltaba una que otra cana.
Salí de mis pensamientos para poder alcanzarlo.
Mark apenas había dado unos pasos, también para el había sido difícil decir la verdad.
-Tyler!- oí la voz de Hang acercarse con Lucas.
-¿ha llegado a tiempo?- se refirió Lucas a Mark.
Negué con la cabeza.
-Es el padre de Laila- afirmó Hang.
Como si lo hubieran llamado se giro hacia nosotros. Y fijo su mirada en el.
-Yo te conozco- afirmó.
Maldición.
«Tu eres el manager de una banda que quería que les compusiera una canción- señaló con su dedo acercándose- la cual me negué a escribir.
-Una gusto volver a verlo- le extendió la mano Hang para luego estrecharla- de hecho era para el vocalistas- me señaló.
-¿tú?- comprendió como leyendo mi mente.
-Laila y Tyler han hecho un excelente trabajo escribiendo juntos.
-Era verdad- se abalanzó Lucas encima de mi.
-Lucas!- reaccionó Hang.
-¿Cómo pudiste ser capaz de utilizarla?!- me sujeto con fuerza- Chloe confundió todo, eres tu quien no mereces a Laila.
Me quite sus manos de encima y me acomode la camisa.
-Cálmate Lucas- sisee.
-Ella te quería-me respondió con el mismo tono- me cansé de darte tantas oportunidades Tyler,- podía sentir su enojo- Se acabo.
-Chloe te ha mentido- aclare.
-Tu eres el que ha mentido.
-¿Enserio hablaras sobre mentir- gruñí -¿ O por fin admitirás que estas enamorado de ella?- lo empuje.
-Si!- dijo sin mas- he visto llorar a Laila por ti durante tanto tiempo que ya no lo toleró.
-Crees que a mí no me duele- respondí- saber que yo fui el culpable.
-Pues te importo tan poco que le rompiste el corazón una y otra vez- me empujó.
-Tu no sabes nada!-explote.
-eres tu el que no sabe nada- dio un paso adelante- Pero ya no me quedare atrás.
-¿A qué te refieres?- quedamos uno ante el otro.
-Voy a luchar por Laila, voy a ganarme su corazón.
-Tu mismo me has dicho que me quiere mi.
-Fue después de que me diera una oportunidad- soltó.
-No es verdad...
-Fue la última que te di- me interrumpió- creí que había cometido un error al pedirle darme una oportunidad, pero estaba equivocado, yo no debí darte ninguna a ti.
Sabias que Lucas también sentía algo por Laila, era absurdo negarlo.
-No te atrevas...- lo tome de las mangas de la chaqueta.
-¿O que harás?- siseo- ¿serías capaz de volver a lastimarla por tu maldito orgullo?!.
-Lucas!- oímos desde el pasillo.
Me empujó hasta soltarlo.
-Basta!- soltó Mark apartándonos.
-Laila no está en la escuela- dijo al acercarse- se fue.
Abrí los ojos como platos.
-¿cómo que no está?- reaccione.
-Intente alcanzarla en el estacionamiento, pero no logro oírme- roso su mano sobre su brazo derecho- está nevando mucho.
Tome mi celular y marque.
Pero ni siquiera había entrado la llamada.
-No responde.
-¿A dónde pudo haber ido?- se acercó Mark al cual no recordaba que estaba ahí.
-Tenemos que buscarla- agrego Aly viéndonos a Lucas y mi.
-No debe estar lejos- le respondió Lucas- debió conducir a la casa.
-Iré por el auto- avance.
-Ni se te ocurra- me detuvo Lucas- Laila no quiere ni verte.
-Eso no me detendrá.
Y volvimos a la pelea en donde la habíamos dejado, solo que unos pasos más lejos.
-Chicos!- nos detuvimos todos.
Hang estaba donde se había quedado atrás de nosotros con el celular en el oído.
-Laila no está en el edificio- se quedó inmóvil- está en el hospital.
Al oír esas palabras, todo cayó como piedras, golpeándome a un más fuerte que las palabras de Laila al irse.
Dolía más perderla que dejarla ir.

Mil Estrellas hacia tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora