🐆Capítulo 10🐈

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P.o.v. Levi.
[...]


Tuve que salir de la sala para dirigirme al cuarto de baño. Por el olor que despedía Eren supuse que tenía miedo y confusión, tenía que apurarme.

Si, me iba a cambiar a mi forma animal tan sólo para callarle la boca a mi querido suegrito.

Como pensé, no le iba a dar la satisfacción de pisotearme, le daría pelea. Por lo visto era lo que quería.

Me metí al baño y me deshice de mi ropa. Obviamente cuando uno cambia, o una de dos, o rompes las prendas o te sepultas con ellas, dependiendo del tamaño de tu forma.

La mía no era una escepción.
Así que para no terminar desnudo al momento de cambiar, preferí quitarmela.

Una vez cambiado a mi forma, caminé de nuevo hacia la sala.

Los tres me miraban sorprendidos. Por lo visto no habían visto a un cambia forma de leopardo.

Ya una vez al frente, Eren se acercó a pasos lentos, estiró su mano a mi altura. Mi gatito quería acariciar mi pelaje y yo con gusto la acepté.

— Es muy suave.– lo dijo con su hermosa sonrisa.

Yo me recosté y él se sentó en el suelo a un lado de mi. Dándome suaves caricias en mi cabeza, lomo y detrás de las orejas, esta última siendo una zona que me relajaba bastante, cerrando mis
ojos me dispuse a disfrutar de su toque.

Al ya no sentir las caricias de mi Omega, sentí que rodeaba con sus delgados brazos mi cuello, enseguida escuché unos suaves ronroneos. Abrí mis ojos, mi pareja tenía sus orejas y cola de gato al intemperie.— Te amo mucho mi alfa.– me susurró mi Omega.

Y con eso señoras y señores, ganamos. Grisha miraba con resignación y Karla con una sonrisa.

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P.o.v. omnisciente.
[...]

— De acuerdo, he perdido.– confesó Grisha suspirando. Para después pasar a una sonrisa.— ¡has pasado la prueba, felicidades!.– exclamó medio alegre.

Levi no pudo evitar soltar un leve gruñido.

Ya sabía que lo estaba probando. ¡Pero joder, que manera de decirlo!, así como si nada, como si fuera lo más normal del mundo, como si no hubiera notado lo incómodo que estaba por tener que soportar los berrinches de padre sobre-protector de Grisha.

Luego de unos minutos, Levi fué al baño, para regresar a su forma humana y vestirse.
Regresando con su Omega.

Y para estar a mano, él también haría sus preguntas.

Volvieron a sentarse para seguir con la plática. Tomando nuevamente el asiento de cada uno.

— y, ¿cuál es su forma, suegro?.– cuestionó Levi enarcando una ceja.

El alfa mayor pareció haberlo meditado un poco. Bien, ya era hora de soportar el hostigamiento por parte de su yerno.

— soy un puma.– dijo con simpleza, recargándose en el sillón.

— umm.

Miró a su compañero algo confundido. ¿Por qué su Omega era un gato?.

Eren pareció comprender y añade.— mi forma es así por parte de mi mamá...mi madre es una cambia forma gato.– el castaño mira a su madre esperando no haberla incomodado, pero ella sólo asintió.

— entonces, ¿acepta que yo esté con Eren?.– toma la mano del omega y le da un casto beso en sus nudillos, éste era un tomatito.

Ya Grisha no iba a reprochar ni a oponerse en la relación de su hijo. Pero eso no quitaba el hecho de que estaba celoso. No quería separarse de su bebé, aunque tarde o temprano así sería, no esperaba que fuera tan pronto, su bebé apenas tenía 18.

—..así es.– contestó por fin.

Siguieron platicando aún con una que otra indirecta incómoda o miradas de muerte por parte de Grisha.

Intentaba por todos los medios de controlar sus celos de padre, pero simplemente no podía, y más al ver lo melosos que se ponían la pareja, empeoraba.

Karla fué la salvación. Controlaba a su marido a la perfección, y es que la abstinencia no era buena, Grisha ya  había pasado por eso y era el mismo infierno.

Así que cuando su esposa le advirtió/amenazó con eso para que dejara en paz a los jóvenes, dejó sus celos a parte.

© ᝨႮ ℳⅈ ⌾ℳℰℊᗅ Ⓨⓞ Ⓣⓤ ⒶⓛⓕⓐDonde viven las historias. Descúbrelo ahora