🐆Capítulo 17🐈

4K 366 99
                                    

Pov

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pov. Omnisciente.
[...]


Para no desperdiciar la estancia en las aguas termales, Eren convenció a su alfa para que volvieran.

Hanji no se salvó. Levi le dijo que cuando el descanso terminara haría mucho papeleo, se encargaría de ayudarlo a él en cualquier cosa. Por lo menos no le dió los sapes fuertes que estaba acostumbrada a recibir. Todo eso fué gracias al castaño, Eren fué su salvación.

Habían pasado ya siete días desde que fueron a las aguas.
El gatito estaba en su habitación, comiendo unas galletas de chocolate y bebía leche.

Hoy su alfa iba a estar ocupado con una conferencia por lo cual vendría más tarde a verlo.

Sobre el asunto de las aguas termales, Karla no sabía el incidente que ocurrió con su hijo. El castaño convenció a su pareja para que no le contara nada, no quería que su madre le dijera cosas vergonzosas, por que sí, la mujer resultaba ser una persona algo, en pocas palabras no tenía pudor en bromear con cosas intimas.
Claro que le diría del asunto de su próximo celo, aunque claro ella aceptaría, pero Grisha se pondría, ya vería cómo entre su madre y él arreglaban ese asunto.

El Omega ya no podía estar lejos de su compañero de vida.

Su estómago gruñe y baja hasta la cocina, se le había antojado comer fruta.

Por suerte, en el refrigerador siempre había fruta picada. Tomó un plato hondo y se vació una gran porción del contenido, elige un tenedor y vuelve a subir a su habitación, en donde se puso a ver una película animada mientras felizmente comía sus galletas y su fruta.

[...]

Mientras tanto en la sala de juntas, el Ackerman terminaba de cerrar un trato que lo beneficiaria bastante, aunque iba a tener que salir de viaje en dos semanas más.

Todos se fueron, dejando solo al alfa.
Levi no quería dejar a Eren, ya que en ocasiones se sentía inquieto, además pronto vendría el celo definitivo de su Omega y lo marcaría, pero después tendría que hacer ese viaje que consistia en ir a México, mas no iría solo. Se llevaría a la loca de su amiga y a Mike.

Se recargó en su asiento y colocó sus pies sobre el gran tablón de cristal que tenía por mesa, mientras hacía su cabeza hacia atrás y suspiraba inconforme por la decisión que tomó de ir a hacer un trato fuera. Lejos de su Omega, de su ojos color esmeralda. Pero sólo sería por cuarto días y haría lo posible para que ese negocio durara menos. Con ese pensamiento, el azabache fue cerrando los ojos.

Una Omega de baja estatura, de cabello rubio y ojos azules, había entrado a la sala de juntas del Ackerman, mientras lo veía dormir en una posición algo incómoda.
Bueno, los felinos Siempre encuentran la manera más rara de acomodarse a la hora de tomar una siesta.
No sabía si despertarlo o esperar afuera hasta que éste lo hiciera.

Vió que Levi arrugaba la nariz y abría lentamente sus ojos azules.

En cuanto el alfa la vé, se puso de pie con todo el pesar del mundo, quería seguir durmiendo.

La rubia le dedica una linda sonrisa, mientras ponía sus manos frente a su vestido de color perla y de olanes que la hacía ver a un más linda.— buenas tardes Levi.

— buenas, Crista.– contesta él, frunciendo su nariz. El olor que despedía la Omega era...

— jaja, veo que lo has notado.–dijo con una sonrisa, mientras daba la espalda y hacía su cabello a un lado, dejando ver una mordida en su nuca, una marca.— por fin di por terminado está payasada de compromiso que quería hacer mi padre, ya lo tenía obsesionado.

Levi estaba sorprendido. La pequeña Crista al fin había retado a su padre.

Ella al igual que Levi no estaban de acuerdo en eso, pero el señor Reiss parecía tan codicioso por tener más dinero, que estaba intentando comprometer a su hija contra su propia voluntad.

Aunque claramente, eso jamás iba a pasar.
Por que primeramente, Levi tendría que aceptar, y eso en definitiva nunca sería posible.

Ambos ya tenían a su propia persona amada.
Y con ésto, significaba que el señor Reiss ya no insistirá en eso...Talvez.

Levi mostró una leve sonrisa y cruzó los brazos sobre su pecho.
— y, ¿quién es el afortunado?.

— ja, mas bien, afortunada. Se llama Ymir Fritz.

El apellido se le hizo conocido. ¡Claro!, la enfermera alfa que los había atendido cuando Eren colapsó.

— ¿trabaja en el hospital Rose?.

— Así es. ¿La conoces?.– Ladea su cabeza en señal interrogativa.

— llevé a mi pareja ahí, y ella nos atendió.– observó que la Omega se puso algo asustada y prosigue.— él está bien, sólo fué un pequeño susto.

— oh, me alegro.– contesta aliviada.— Por cierto, felicidades por tu relación. Te deseo la mayor felicidad.

— lo mismo digo.

— bueno, yo me tengo que ir. Mí alfa me está esperando afuera.

— de acuerdo.

La rubia se dió la vuelta, llega hasta la puerta y luego se gira de vuelta.— y no te preocupes más. Mi caprichoso padre se rindió.– finalizó con una sonrisa, tomando el picaporte y por fin salir de allí.

ah, un problema menos.

— ah, un problema menos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


[...]

Por otro lado, Eren terminó de ver su película infantil, agarró su  celular y vió en la pantalla sus contactos.

Decidiendo llamar a su amigo Armin. Quería saber cómo seguía o si pronto iba a regresar, ya se estaba tardando y él preocupando, pues su amigo se oía decaído cada vez que le llamaba.

A los cinco timbres contestó. Eren le preguntó cómo estaba, éste le contesta, bien. No queda muy convencido.

El castaño le fué contando sobre su relación con Levi, pero parecía que hablaba solo, cuando Eren hablaba con Armin éste exclamaba con pequeñas ocurrencias bobas, pero ahora parecía..

— Armin, dime, ¿qué es lo que ocurre?.– exige saber. Su amigo le estaba ocultando algo y al parecer bastante malo como para bajar el autoestima del Omega rubio.

En el fondo se oye un sollozo, seguido de un llanto incontrolable. El gatito se preocupa a mas no poder, su amigo, su mejor amigo de la infancia estaba llorando, y no era cualquier llanto, era uno de desesperación y tristeza pura.

Eren se puso de pie de un salto y comenzó a dar vueltas alrededor de su habitación, mientras intentaba tranquilizar a Armin para que le dijera qué era lo que tenía.

— él... él..– repetía Armin con voz ahogada, y aún llorando.

— ¿qué pasa?, Armin, amigo por favor dime.– los ojos verdes contenían lágrimas.

— él rompió... Jean... Jean rompió el lazo.

© ᝨႮ ℳⅈ ⌾ℳℰℊᗅ Ⓨⓞ Ⓣⓤ ⒶⓛⓕⓐDonde viven las historias. Descúbrelo ahora