🐈Capítulo 29🐆

3.2K 318 59
                                    

Pov

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pov. Omnisciente.
[...]

Habían pasado ya tres días desde que kuchel había ido de visita y que por supuesto decidió quedarse con su hijo.

Resultó ser que Isabel iría a la universidad de Eren pues tenían la misma edad, sólo que el castaño era mayor por un año.

¿Y Farlan?, él apenas fué bienvenido al hogar de los felinos.

De no ser por Isabel, el alfa ojigris hubiera tenido que hospedarse en un hotel.

Levi y Eren estaban acostados en la amplia cama matrimonial, aunque el embarazado
estaba abarcando todo el colchón, abierto de pies y manos, y el leopardo estaba
arrinconado hasta la pura orilla, pobre.

La alarma sonó y con ello fué el despertar del mayor.
Abrió los ojos con pesadez y se sentó en el borde, sobando el hombro que lo tenía entumido. Volteó hacia con su pareja mientras una sonrisa adornaba su rostro. Eren tenía un hilo de baba bajando por la comisura de sus labios y fruncía la nariz en un gesto demasiado adorable.

El gatito se acomodó de lado y a tientas buscó el cuerpo de su alfa, que al no encontrarlo se fué despertando. Sin embargo quería seguir durmiendo, pero tenía que ir a la escuela, iba a acompañar a su amigo y a la pelirroja, que esperaba y fuera en su misma aula.

Frotó sus párpados y vió a un lado a su leopardo, quien lo veía sonriendo.

Levi se acerca, apoyándose sobre sus manos para bajar y darle un beso en su frente.

El gatito se sonroja al ver que el hombre tenía su camisa blanca desabotonada, dejando ver sus, sexys músculos.

A Levi le dió algo de gracia, pero le gustaba ver las reacciones de su Omega.

Agarró un lado de la camisa y la abre más, mostrando esa carne clara y fuerte, mirando penetrante y con picardía al menor.

Para aclarar, sólo lo hacía para despertarlo por completo.

— ¿Te gusta?.– Pregunta el alfa.— porque estás babeando.

Eren tapa sus ojos ante la vergüenza y después se limpia la saliva. Levi suelta una leve carcajada, volviendo a darle un beso en la frente y se puso de pie.

— que malo eres.– reprochó el ojijade, parándose y enfrentar a su pareja.— disfrutas ponerme en vergüenza, verdad?.

— no sólo disfruto de eso.– comenta alzando una ceja con picardía.

— umm?, ¿Qué otra cosa disfrutas?.– Preguntó el minino abrazándose al cuello ajeno.

"amo su inocencia".– Cantó el alfa interior.

Levi negó divertido y le besó en su mejilla y punta de la nariz.
— iré a bañarme, ¿me acompañas o irás a comer?.– Pregunta el oijiazul, colocando sus manos en la cadera del otro.

— iré a comer.– le dió un beso suave a sus labios y se retira en busca de su alimento.

Cuando Eren salió de la habitación, el leopardo tomó su celular y marcó el número de la pantera.

— Hanji, ya casi es hora.– dijo una vez respondió la llamada.

— estoy lista.– habló con euforia.— juju~, ¡iremos de incógnito!.

—..Te veré allá. Y a Erwin también.

— oky.

Cortó la llamada y se dispuso a tomar una ducha.

[

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

[...]

Tres personas estaban paradas frente al portón de la universidad. Tres omegas con
los nervios de punta.

Esperaban a que todo saliera bien.

Entraron siendo la atención de los demás. Sobretodo Eren, quien traía el aroma potente a alfa. Levi se había asegurado de impregnar con sus feromonas mediante abrazos y besos un poquito subidos de tono. Apartando eso, el gatito lucía hermoso.

Iban camino rumbo a la dirección para saber sobre el papeleo de la pelirroja y para reportarse, pero en el camino se escucharon unos murmullos, murmullos sobre Armin. " ¿Ya viste?, Otro alfa lo marcó", " escuché que le pusieron los cuernos", "su ex alfa lo engañó". Todos esos parloteos le lastimaban al rubio, pero de algo se sentía bien.

Mostraba su marca, la enseñaba orgulloso e incluso hacía a un lado sus hebras doradas para mostrar su nuca.
Caminando con la confianza necesaria, e ignorar a las personas chismosas y entrometidas.

A Isabel le tocó en el aula de los omegas que la acompaflaban (sólo unas cuatro clases) y suspiró aliviada al no sentirse sola en lo que lograba acostumbrarse.

Al entrar estaba el maestro de historia, pixis, le dió un horario  de su clase y le pidió que se presentara.

Después de eso se sentaron en la parte trasera del salón y pusieron la atención posible a la aburri, digo, a la interesante materia.

Armin se sentía relajado, Jean no estaba presente y por lo mientras no tendría que lidiar con sus emociones y con verle la cara a ese traidor.

Pero la paz no dura para siempre.

Jean llegó, entregándole un justificante al profesor.

Y cuando dirigió su vista hacia el frente, se quedó impactado.

Sus miradas chocaron quedando en estado de shock, sus cuerpos se tensaron y sus respiraciones se entrecortaron.

Pero la mirada de Armin se enfureció a tal grado de intimidar al ex alfa.

La clase transcurre con una alta tensión en el ambiente.

Eren veía a su mejor amigo apretar la mandíbula y escuchaba rechinar sus dientes. El rubio estaba furioso. En ese momento no soportaba la presencia de aquel individuo, aquel ser que traía mezclado el olor de un omega, aquel que le había fallado, herido y traicionado.

Debido a que no quería armar una escena, soportó el coraje que le carcomía el alma, tenía un enorme rencor y todas sus emociones las expulsaba a través de sus feromonas.

— Armin, controlate.– llamó Eren, poniendo su mano en el hombro del rubio.— el profesor puede llamarte la atención.

El Omega sólo asintió, intentando hacer lo que su colega le dijo.

Así se pasaron tres horas de materias, al finalizar todos salieron, a escepción de los tres omegas y el alfa.

Guardaron sus cosas y se dispusieron a pararse del incómodo asiento de madera.

Jean llegó hasta Armin y Eren, que se encontraba a su lado y su expresión denotaba ira.

No encontraba las palabras adecuadas para dirigirse al rubio, se sentía acorralado. Pero tenía que hablar.

Estaba a punto de decirle algo pero una bofetada lo hizo callar, volteandole la cara hacia el otro lado.

La bofetada no se la propinó Armin.

Fué Eren.

© ᝨႮ ℳⅈ ⌾ℳℰℊᗅ Ⓨⓞ Ⓣⓤ ⒶⓛⓕⓐDonde viven las historias. Descúbrelo ahora