Graffiti et Livres ||Cashton||

¥ Dix-huit ¥

—¡Hola, Cal!, ¿cómo estas hoy?— saludó Nadine, extrañamente más alegre de lo usual.

—Mal— contesté secamente.

—Uh, ¿mala noche?

—Mala vida.

Se alejó un poco y frunció el ceño, sorprendida por mi respuesta. Por parte, lo entiendo. Cuando tengo algún problema no suelo comportarme tan pesimista e indiferente.

—¿Qué ocurre?— preguntó suavemente.

—¿Qué ocurre contigo?— ataqué, explotando.

—Definitivamente no estoy entendiendo nada, Cal. Por favor, cálmate.

—¡No! Es que- Nadine, ¿cómo pudiste hace eso?

—¿Hacer qué?

—¡Tu sabes lo que hiciste!

—¡No lo sé!

—¡¿Quieres que te lo diga?!— para este punto, estaba gritando mucho más fuerte, y noté cómo Nadine también lo hacía sólo como modo de defensa, pues ella nunca gritaba.

—¡Sí! Digo, no. Calum, cálmate, por favor. Hablemos en paz, y dime qué te está molestando.

Me quedé callado, viéndola directo a los ojos.

«¿Qué me está pasando?.»

De pronto sentí ganas de llorar, y quería con urgencia abrazar a alguien. No me permití hacerlo, así que, en una posición algo extraña, intenté abrazarme a mi mismo.

—Es que, yo- lo siento. Lo siento mucho— pronuncié apenas.

—No te preocupes— tranquilizó algo angustiada por el estado en el que me encontraba—. Sólo... sólo dime qué pasa.

—No estoy seguro, en realidad— reí amargamente—. Sólo que, ayer te fuiste con... él, y no supe bien cómo reaccionar. No sé si estoy celoso o qué está pasando, pero, básicamente, eso— expliqué levantando la cabeza—. Lo siento tanto, Nad.

Sonrió y se acercó un poco a mí, pensando un momento qué haría.

—Dame tu celular— ordenó con tono amable. La miré extrañado, pero sin pensarlo mucho se lo dí.

Sacó su celular también y copió algo de uno a otro, para luego dejar mi celular encima del mostrador e irse.

Me acerqué despacio y observé en la pantalla el nombre "Ashton", había copiado un número de teléfono.

«¿Así se llama él?»