¥ Trente neuf ¥

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Digamos que mi regalo de Navidad fue adelantado.

Desde ese día que perdí la compostura más ilógicamente de lo común, Ashton estuvo comportándose de lo más lindo y atento conmigo, básicamente como era antes.

Había momentos en los que charlaba con Mali en un horario concreto, y cuando yo llegaba parecía que cambiaban de tema abruptamente, pero estoy trabajando en mis celos sin razón, así que digo nada, pero, por suerte, tampoco me enojo de sobremanera o algo parecido. Estaba progresando.

Hoy era Nochebuena, y eran más o menos las seis de la tarde.

Nos encontrábamos haciendo unas cuantas galletas mientras reíamos por el desastre que estábamos dejando en la cocina. Haré que Ashton limpie todo, de todas formas, fue su idea.

Más o menos una hora después ya las pusimos en el horno y nos sentamos en el sillón los tres, agotados.

Desde la mañana Ash y Mali estaban cuchicheando algo, y me moría de curiosidad por saber qué era, pero preferí quedarme callado. Sea lo que sea, de una manera u otra, me daba un buen presentimiento.

Pasamos unas horas viendo televisión y haciendo comentarios tontos para pasar el rato. En medio de eso sacamos las galletas, y a decir verdad, no estaban tan mal como esperaba.

A eso de las once de la noche sintonizamos un canal donde transmitían una fiesta navideña o algo así, que te avisaba el momento en que sería media noche.

Parecía año nuevo, pero que más da.

Preparamos un poco de chocolatada y los regalos que cada uno compró. Esto iba a ser muy lindo.

A penas anunciaron las doce en la televisión los tres nos abrazamos entre sí mientras reíamos.

Comimos un rato y ya una hora después, llegaba el tiempo de dar los regalos.

Mali empezó emocionada. A mí me regaló una cadenita en forma de una personita que hacia juego con una que ella tenía colgada, demostrando que, aunque estemos en diferentes continentes, siempre nos tendremos en el corazón, pues adentro del colgante había una foto de los dos, cortada en la forma dicha. Y a Ashton le regaló una camiseta de una de sus bandas favoritas.

Luego seguí yo. A Mali le regalé una pulsera en forma de barco, que representaba que cuando éramos pequeños y estábamos castigados, ya que no nos permitían hablar entre nosotros, yo le enviaba a ella notitas en un papel doblado de esa forma, y viceversa. Demostrando de la misma forma que siempre estaríamos unidos a pesar de cualquier situación. Y a Ashton le regalé un colgante en forma de un libro abierto que dentro de este tenía escrito "Je t'aime  [Te amo]" en letras más extravagantes, como de un graffiti, representando la primera vez que nos conocimos y qué nos representaba y complementaba a cada uno del otro.

Luego siguió Ashton. A Mali le regaló un peluche bastante grande de un hipopótamo, el cual ella abrazó inmediatamente, haciéndonos reír.

Cada uno, obviamente, después de recibir su regalo abrazó y agradeció al otro, pues a pesar de todo, ésto estaba siendo muy sentimental.

Ashton me entregó a mi una cajita pequeña. Estaba forrada con papel dorado, lo cual lo hacía aún más interesante. Lo miré a él y abrí la cajita de a poco, con cuidado, desatando un rosón que tenía encima.

Apenas la abrí, divisé un anillo extremadamente lindo. Era de color celeste muy clarito, y tenía una pequeña rosa roja en el medio.

Levanté la cabeza mientras sonreía, aunque dejé de hacerlo cuando ví a Ashton completamente serio delante mío. Segundos después, agarró un libro que estaba a su costado y lo abrió en una página marcada.

No habían letras pequeñas ni dibujos, solo decía sobre una superficie blanca y en letras grandes: "Voudriez-vous vous marier avec moi? [¿Te gustaría casarte conmigo?]"

Se me salió un jadeo y mi respiración se aceleró, apenas pudiendo pronunciar en un susurro—: Oh, Dios.

Graffiti et Livres ||Cashton||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora