¥ Trente quatre ¥

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Hoy era quince de noviembre.

Me pedí dos semanas libres en el trabajo para poder estar con Mali tranquilamente a partir de su llegada. No nos veíamos más o menos dos años, así que estaba demasiado emocionado por encontrarme con ella nuevamente.

Eran como las cinco de la madrugada y ya me encontraba en la cocina bañado, cambiado y desayunado. Toda la noche no había podido dormir por todas las fantasías que imaginé de tardes maravillosas que pasaría junto a las, ahora, dos personas más importantes de mi vida: Mali y Ashton.

Él, ciertamente seguía algo distante por quién sabe qué, pero luego de un tiempo decidí olvidarlo un poco porque me estaba haciendo todo un lío en la cabeza imaginando la posibilidad de que ya no me quiera, o que me esté engañando o yo qué sé. No es bonito estar con esa duda constantemente, y sé que algún rato ya ninguno lo podrá evitar y hablaremos del tema. Pero, hasta mientras, prefiero dejarlo tal como está.

-¿Cal?- llamó el ruloso desde las gradas.

-Aquí- respondí, alzando mi voz un poco.

Le pedí que por favor se pida el día libre hoy en su trabajo para ir a recoger a mi hermana y que se instale bien, pueda hablar con los dos y pasar una linda tarde. Él aceptó -creo- gustoso y me dijo que incluso podría rentar un auto para ir a recogerla al aeropuerto y que ella se sienta cómoda, pero creo que se le olvidó y está bien, no tengo porqué reclamárselo porque fue su idea.

-¿Qué haces aquí? El clima está helado y sabes que hay algunos orificios en las ventanas. Te resfriarás- me reclamó mientras aún se frotaba los ojos para poder despertarse del todo.

Siendo totalmente sincero, yo también he estado algo distante con él y creo que lo notó -pero como yo, tampoco dijo algo-. No es como una especie de venganza ni nada por el estilo, pero creo que simplemente me nació actuar así por cómo estaba actuando él. Sin intenciones de lastimado ni nada, sólo como un acto reflejo o algo así.

-Nada, nada- respondí tranquilamente y me dirigí a la sala. Estaba ansioso, quería abrazar a Malí ya.

-Enseguida salimos, ¿sí? Sólo iré a cambiarme- me informó y subió nuevamente las gradas hacia nuestra habitación.

Yo me quedé ahí, viendo al piso sin saber qué hacer. Otra vez me puse a pensar y la emoción se me bajó un poco.

Yo... no sé. Simplemente no sé. A veces quiero tirar todo a la borda si esto va a seguir así, pero hay algo que aún une ésta relación, y al final no sé qué hacer.

No sé.

Graffiti et Livres ||Cashton||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora