Decidí ir a atenderlo yo porque de verdad me dió una curiosidad muy grande desde que lo ví. No entiendo porqué, pero pasó.
—Bienvenido a "Livre et café", ¿qué puedo ofrecerle?— dije el saludo habitual sonriendo.
Levantó la cabeza y me encontré con unos ojos poseedores de un color indescifrable para mí. El chico estaba sentado al lado de la ventana, por lo cual la luz le daba directo al rostro y sus ojos cambiaban de un color avellana a un esmeralda algo opaco, y a veces se quedaban en una perfecta combinación de ambos.
—Quisiera el libro "Une saison en enfer", por favor, y un capuchino.
Su voz era tan hermosa. Era algo ronca y profunda, pero también dulce y amigable.
Solo pude asentir debido a cuán hipnotizado me encontraba. Ese chico era muy perfecto para poder siquiera existir.
Torpemente —más de lo que usualmente soy— me alejé de ahí después de asentir y me dirigí a sacar el libro de la sección de poesía y esperé a que el capuchino esté listo.
Sin que ninguno de mis compañeros se diera cuenta, saqué una orquídea color lavanda del florero y la puse entre la portada y primera hoja del libro.
Fui a entregar la orden y el chico misterioso sonrió haciendo que por poco hiciera caer la bandeja —ya que aún no la había puesto en su mesa—, pero por suerte me equilibré a tiempo.
Volví a mi lugar detrás del mostrador junto a mis compañeros y estos me miraron raro, o más bien, con una sonrisa... ¿pícara?
«Oh, no, no quiero preguntas ahora.»
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Graffiti et Livres ||Cashton||
FanfictionSolo por él, comenzó a amar los graffitis. Solo por él, comenzó a amar los libros. ADVERTENCIA: Esta historia no está corregida, probablemente encuentren errores ortográficos y fallos en trama y narrativa. La escribí hace ya unos años y ni siquiera...
