¥ Dix-neuf ¥

211 26 4
                                    

Luego de lo ocurrido con Nadine, me encontraba lavando algunas tazas y platillos cuando escuché que la campanilla de la puerta sonó, indicando que alguien entró.

Volteé disimuladamente y ví que quien entró era nada más y nada menos que Ashton -si es que así se llama-.

Estaba preparándome para atenderlo cuando ví que se fue directo a sentar a una de las mesas en vez de venir al mostrador, como hacía últimamente.

«Eso es extraño.»

Quería ir a atenderlo. De verdad quería hablarle, pero antes de que me animara, saludó a alguien con la mano mientras sonreía.

«Su sonrisa es tan linda.»

Nadine se acercó a él segundos después y conversaron un rato. Quería dejar de verlos y dejar de sentir celos, pero me era casi imposible.

Cuando mi amiga rizada se acercó a mí, actué como si ni siquiera haya notado que él entró, manteniéndome con una expresión seria.

-¿Ya viste quién llegó?- cuestionó en tono pícaro, mientras preparaba un capuchino.

-Uh, no. ¿Quién?- me hice el desentendido.

-No puedes engañarme. Sentí que alguien nos miraba, y aquí sólo estas tú.

No contesté e hice un puchero, resignado.

Seguí con lo mío mientras ella iba a buscar un libro, y en menos de un minuto volvió para poner todo en la bandeja.

-¿No quieres ir a entregarle la orden?- preguntó, extendiendo la bandeja en mi dirección.

-Pero tú lo estas atendiendo- respondí sin mirarla.

-¿Sabes? Mejor ni siquiera pregunto- dejó la bandeja a mi lado y se sacudió las manos-. Recuerda que siempre debemos satisfacer al cliente, eh- citó y se fue.

Suspiré y me sequé las manos, dispuesto a ir y hablalrle.

Tal vez por esta vez podría llegar a algo más, sólo tal vez.

Graffiti et Livres ||Cashton||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora