Capítulo 15: olvidé..Lorraine Grifin
30 de nov. 2015
-Tiene golpes severos en la cabeza del impacto que tuvo -¿Qué está pasando? ¿Esa voz de dónde proviene?. Intentó abrir los ojos pero me es difícil de hacerlo. -también sufre problemas de alimentación, sus defensas están a bajo nivel. -¡¿qué carajos?!. Reconozco la voz de un hombre, es claramente que no me he alimentado correctamente. Ya que me paso de bar en bar bebiendo como una desquiciada intentando borrar el pasado miserable que sufrí.
Es mejor que haya muerto de una vez, por lo menos estar inconciente hizo que no tuviera pesadillas.
-Entonces puede que por el impacto este en coma.. -¿y esa otra voz? ¿coma?. Ay Jesús. Seguro de tantas bebidas que estaba tomando.. - espero que cuando despierte, no se acuerde que fue atropellada.
-No seas idiota. Kwan -esa voz es distinta y tan grave.
Cansada de escucharlos hablar a esos hombres desconocidos, intentó abrir mis ojos y sorpresivamente lo consigo. Al instante que están abiertos entrecierro los ojos por la intensa luz blanca.
Vire la mirada para observar a mi alrededor y me encuentro con un ventanal que a través de ella se mira edificios, luego un sofá color crema y finalmente visualizo a unos tres hombres con intensión de marcharse. Hasta que uno se gira y me encuentro con su mirada la cual hizo detener mi respiración por unos segundos. Tiene un iris alucinante.
-Miren quien despertó -las palabras que dijo -lo dijo en un idioma distinto-, hizo que los otros dos se giren y miren en mi dirección.
Siento que estoy con un aparato en la nariz y boca dándome oxígeno así que me lo quito con mi mano izquierda, porque en la otra tengo incrustado como una aguja en forma de suero. Intento hablar pero me sale la voz así que carraspeo:-¿Quienes son ustedes y donde estoy? -hablo en francés, sin embargo visualizo que me entendieron.
Los tres se miran.
-Pueden salir yo hablaré con ella. -dice, el cual tiene aspecto de hombre mayor como de unos cuarenta, por algunos mechones blancos que tiene. Sin embargo parece que en su juventud fue un hombre atractivo. Y tiene una bata blanca. Uno de ellos habla.
-Pero.. -lo miro y tiene un parecido con el primer hombre que hablo. El cual su tono de iris es distinto al de los iris de color avellanado.
-Deja que haga su trabajo. Vamos -Inclino un poco mi cabeza en un gesto de curiosidad. Cuando salen habla de nuevo el hombre que les pidió que salgan.-señorita.. ¿Sabe cuál es su nombre? -vire los ojos.
-Claro, es Lorraine -hago un gesto con la mano de forma desesperada. -ahora, ¿quién es usted?
-El doctor Kael. -levanto ambas cejas, pero al instante me viene un recuerdo de mi padre cuando tenia cinco años y llegaba del hospital a la casa con su uniforme de doctor. Hasta lo cinco años viví lo que es la felicidad en familia, para que luego de un día para otro actuarán como si yo fuera una escoria-Señorita.. -parpadeo en un intento de borrar ese recuerdo y por suerte funciono. Kael, lanza un suspiro supongo que de frustración- Usted tuvo un accidente, fue atropellada.
Sus últimas palabras me dejan impactada. ¿En qué momento sucedió aquello?, ¿por qué no recuerdo lo que paso ayer?. Mejor pienso, ¿qué día es hoy?.
-¿Se acuerda el momento en que sucedió el accidente? -frunzo el ceño.
-Lo único que recuerdo es que estaba en un bar, bebiendo. -trato de ser sincera, pero no le digo el motivo. El frunce el ceño y escribe en una pequeña libreta que tiene. -me puede decir.. -carraspeo por el comezón en mi garganta. Necesito agua -¿Donde estoy?. Es decir sigo en Francia ¿no?.
El se acerca y me sirve agua en un vaso, se lo acepto agradecida y entonces él me responde:-No, estamos en Estados Unidos, Los Ángeles. -¡¿Qué?! Increíble. Ahora siento un peso menos encima porque eso quiere decir que estoy "libre" de mi pasado. O eso quiero creer.
-¿Cuándo puedo irme? -de estar unos minutos despierta ya me canse de mirar esas paredes blancas. Sin color, ni vida. Me siento muy identificadas con esas paredes.
-Cuando se recupere, usted tiene problemas de alimentación. -informa. -le falta nutrirse mejor. Y por lo menos dejar de beber por unos meses.
Lo miro con un gesto exasperado.
-Está bien. ¿Quién fue el idiota que me atropelló?.
-Voy a salir y le diré que pase. -se vuelve a la puerta que está a unos cuantos centímetros del sofá. -volveré en la mañana. -abre la puerta y se va. Dejándola entreabierta.
Asiento con la cabeza, y me acomodo en la estrecha cama que hay. En forma sentada con las piernas estiradas. Escucho unos leves golpes en la puerta y levanto la mirada hacía ella, visualizo quién es el que entra.
Me sorprendo al instante quien entra. Es el de iris avellanados.
-¿Cómo estás? -pregunta acercándose, coje una silla y se sienta, no sin antes colocarla a lado mío. De cerca incluso es mas guapo.
-Como la mierda.. -él eleva una ceja. -así que tu me atropellaste. -me mira fijamente un momento para después carcajearse.
-Ese día que atropelle a alguien será cuando las vacas vuelen. -con su comentario, no puedo evitar reírme fuertemente -que chiste más malo-. Haciendo parar a una chica con otra bata blanca mirarnos curiosa a través de la puerta abierta. Al instante se va.
-Entonces. Sí, tú no me atropellaste. ¿Quién fue? -inclino otra vez mi cabeza en un gesto de curiosidad, y él sin previo aviso se acerca y coloca un mechón rojo detrás de mi oreja. Lo miro fijamente.
Él en un gesto avergonzado se aleja y carraspea. No le quito la mirada de encima es tan guapo y ese gesto que hizo me hizo sentir extraña, sin embargo me gusto lo que hizo.
-Fue el idiota de mi hermano mayor.
-¡Ey! -volteo la mirada encontrandome con el hombre que tenía un parecido distinto al del iris bonito. -Hola -me saluda con una sonrisa de "galán", cuando me mira. Yo le frunzo el ceño.
-¿Y tú eres? -me cruzo de brazos al ver que se le borra la sonrisa para mirarme serio. Señala al hombre que está sentado a lado mío con uno de sus dedos.
-Soy su hermano -se mira las uñas, para luego acercarse a mi y agarrarme la mano que tengo libre cubriendola con sus dos manos.-Y el que te atropelló.-lo miro un poco desconcertada, lo dijo sin filtros en la lengua-es un dicho-. -pero quiero decirte que lo siento y pagare lo gastos del hospital.
-Gracias, supongo.. -los miro a ambos incómoda. -¿cuáles son sus nombres?.
-Soy Kwan -dice el que llegó de último y otra vez señala al que ahora sé que es su hermano. -y por último y menos importante.. -el otro lo fulmina con la mirada -Y este es Ewan.
-Así que Kwan y Ewan. -miro el ventanal y visualizo que ya es de noche -¿Tienen novia? -los miro y ambos me miran con una ceja alzada. -¿Qué?. Soy curiosa.
-Eso ya lo sabía -murmura Ewan para si, pero yo logré escucharlo. Lo miro al instante. -es una historia que luego recordarás -lo miro indignada, es obvio que olvidé una pequeña parte de mi vida -la cual pienso que en esa parte no sucedió nada importante-, pero él lo dice como si fuera algo importante.
-Lorraine por el momento tu pregunta no será respondida- dice Kwan con un tono de voz engreído, vire los ojos. Escuchamos unos leves golpes en la puerta y miro que es la misma chica que paso hace ¿una hora? ¿unos minutos?.
-Lo siento, se acabo la hora de visita, pueden venir mañana desde las siete de la mañana. -informa y se vuelve a ir.
-Bueno. Nos vemos mañana -se despide Kwan y se va. Yo le murmuró un adiós que se él no logró escuchar.
-Yo no vendré mañana, sino al día siguiente. -se acerca a mi y me da un pequeño beso en la mejilla. Le doy un intento de sonrisa, sin más Ewan simplemente deja la silla en su lugar y se marcha cerrando la puerta.
Me acomodo mejor en la estrecha cama para intentar consiliar el sueño -aúnque lo que menos quiero es dormir-. Finalmente me duermo pensando en unos iris increíbles de color avellana.
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PARAMNESIA +18 | ©®
RomanceEl amor que le habían prometido no fue el más leal, es así que gracias a sus actos de aquel hombre, Lorraine tuvo que pagar las consecuencias. Ella creyó que su mundo se había derrumbado, sin embargo llegó un nuevo misterio a su vida, un hombre arro...