Capítulo 32: francés..
Ewan Walker
23 enero de 2016.
Estoy sentado con la manos en la cabeza y estrujando mi cabello, me encuentro demasiado preocupado por Lorraine. Y hace unos treinta minutos, una enfermera se acerco a mi, me pidió que le de un autografó.
Sin animos de nada le firmo la libreta que me da, todo su cuerpo de la mujer me impide mirar la puerta donde se encuentra mi pelirroja, aún inconciente.
-¿Me puedo sacar una foto contigo?-dice mirandome con sus ojos color ambar, sus pestañas son largas y oscuras. No es la mirada embriagadora que me gustaría que fuera.
No puedo dejar de pensar en Lorraine, me siento hipnotizado de ella de hecho desde la primera vez que la mire.
-Esta bien.-digo, no me gusta hacer un desplante a las personas que me reconocen por mi logro de correr en mi F1 y porque tambien soy reconocido por la empresa viñera que tenemos en mi familia.
La enfermera llamada Elizabeth -lo se porque lo lleva en su placa identificadora-, me mira impresionada, me agarra de la mano e intenta jalarme no se a donde. Me detengo en seco y le miro mal.
-Sueltame.-le espeto con enojo-dame tu libreta o un papel para que te firme de una vez.-me suelto de su agarre.
-Solo quería llevarte dónde una compañera de trabajo para que nos saque una fotografía.-dice en voz en baja y agacha su mirada, debería sentirme mal por tratarla de ese modo, sin embargo me viene un mal presentimiento sobre Lorraine, siento una presión en el pecho.
Mierda.
Regreso inmediatamente por el pasillo donde se encuentra ella, sin importarme nada abro la puerta. Me alteró al no verla en la camilla, voy rápidamente al baño que se encuentra en la habitación.
-No, no. Esto debe ser una puta broma de mal gusto. -me agarró la cabeza con ambas manos y grito. Salgo de la habitación y de frustración pateó la pared y la golpeó.
-Señor, le pedimos que se calme. -una enfermera trata de tranquilizarme, sonrió con sorna. Estás personas no saben cuánto costó por volver a rescatar a Lorraine, todo lo que ella sufrió. Pensar en lo que debe estar pasandole hace estremecer mi cuerpo.
-No me pidan que me calme. -le grito- ¡Que mierda paso que no se dieron cuenta que no estaba en la puta habitación!
Inhaló y exhaló oxígeno, está seguridad del hospital son unos ineptos. Observo que la enfermera tiene una jeringa que supongo tiene tranquilizante, antes de que se acerque más huyó de ahí.
Busco en mi bolsillo mi teléfono y lo saco, marco el número de mi agente para que me ayude. Sin darme cuenta estoy andando a pie, dejando mi auto en el hospital. Murmuró una maldición en voz baja y me regreso al hospital.
Ya había avanzado varias cuadras, cuando se que estoy cerca del hospital, escucho unos sollozos. Se acelera mi corazón y caminó rápidamente guiando por mi instinto dónde oí el sonido.
Quedó sorprendido con lo que me encuentro. Masson está ahorcando a Lorraine, y también se encuentra otro hombre el cual mira burlonamente la escena. Entierro mis uñas en las palmas de mi mano, haciendo puño.
-Miralo bien Lorraine. Porque será la última vez que lo miraras. -le dice Masson en un gruñido. Ella observa al otro hombre, sus ojos humedecen al verlo.
¿Quién es ese hombre?
Voy a escuchar más de lo que dicen, para luego atacarlos. No importa si salgo herido, mi prioridad es de que esté bien Lorraine.
-C'est un plaisir de vous revoir. -dice aquel hombre robusto de tez blanca, parece muy conocido por Lorraine, ambos tienen en común el idioma francés.
Mi pelirroja se ve alterada y les lanza una mirada asesina para ambos. Llegó mi momento de atacar, hago tronar mi cuello. Doy aplausos para llamar su atención de los tres. La primera en mirarme es Lorraine y observo que tiene un moretón en la mejilla derecha. Apretó mis dientes.
-Pero miren a quien tenemos. -se burla Masson.- el corredor vinero.
-¿Que tal Masón te divertiste? -hago un gesto de burla, necesito ganar tiempo.
-Bastante.-sonrie burlón.
Observo de reojo al otro hombre, él está mirando a Lorraine, de hecho ambos no se quitan la mirada. Se escucha no muy lejos de donde estamos sirenas de patrullas, con un demonio. Porque no ponen en silencio, eso los alertó.
-Que maldito eres. -saca un arma, no sé dónde la tenía y empieza a disparar. El otro hombre desconocido igual empieza a disparar, observo como le apunta a Lorraine, corro para detenerlo pero es demasiado tarde ya que le dispara.
Sin importarme más nada, solo ella. Llegó en nano-segundo dónde está, se encuentra en el piso, me agachó y le reviso dónde le dispararon.
Fue en el hombro, lanzo un suspiro de alivio. Por un momento temí perderla.
-Ya paso.-digo mientras sostengo su espalda baja e igual por debajo de su pierna. -¡necesito un médico!-grito cuando de un momento a otro el cuerpo de ella tiembla.
-Ewan, necesito que acabe está pesadilla.-murmura con voz inaudible, su respiración se vuelve lenta. Se me estruja el corazón, ella ya sufrido demasiado.
Escucho pisadas que me ponen en alerta, sin embargo respiró aliviado al ver que es un paramédico, viene acompañado y ellos traen una camilla. Les ayudo para subir a Lorraine sobre ella, camino apresurado siguiendo sus pasos. Me subo dentro de la ambulancia.
Inmediatamente le ponen una máscara de oxígeno, sujeto su mano entrelazando mi mano con la suya. Esto no debió pasar, ya no se que hacer para protegerla, no me deja acercarme lo suficiente, lo único que se de ella es por lo que investigue. Observo sus ojos como ya no tiene ese brillo que la caracteriza.
-Preparen un desfibrilador, la perdemos.-anuncia el paramédico que estaba sentado en el otro extremo. De estar en mis pensamientos no me di cuenta del cardiograma que estaba emitiendo un pitido.
-Resiste, mi pelirroja. -le acomodo un mechon de su cabello detrás de su oreja. -terminare tu pesadilla, lo prometo.
Eso haré, Masón ha estado molestando mucho, no sabe con quién se ha metido. Aunque se esconda lo encontraré. Se detiene la ambulancia y abren las puertas. Sacan la camilla dónde está Lorraine, los sigo. No dejo de sujetar su mano en ningún momento hasta que me detienen.
-Quedese aquí señor. Si es familiar o conocido1 de la paciente enseguida le daremos información. -sin más que decir se marcha.
Con extrema frustración me sostengo la cabeza que me empieza a punzar. Me siento en los sillones de espera, coloco mis brazos en ambas piernas y cubro mi rostro. No debí despegarme de ella en ningún segundo, hace cinco horas estábamos tan bien, ella estaba sonriente.
Levantó la mirada al sentirme observado, no veo a nadie. Busco con la mirada y no muy lejos de donde estoy encuentro al otro hombre desconocido que estaba con Masón, me levanto y me acerco a él. Sale corriendo y lo sigo por detrás, cuando estoy cerca por agarrarlo se me cruzan varias personas a la vez, esquivo a varias, pero no sirve de nada ya que lo perdí de vista. Lanzo un gruñido y me devuelvo a dentro del hospital. No logro llegar al pasillo donde se encuentra Lorraine porque me detiene una enfermera.
-Disculpe señor
-¿Qué ocurre?-pregunto fastidiado.
-Necesito que me acompañe, hay algo que tiene que saber.-dice y empieza a caminar, la sigo. Se detiene delante de una puerta donde dice gerencia médica.
-¿Tiene información sobre la paciente Lorraine Grifin?.-le pregunto antes que se marche.
-¿Es familiar o conocido de ella?
-Conocido, trabaja para mí.
-Bien, después que hable con el doctor. Le dará información detallada sobre ella.
-Mucha gracias.-no terminó de decir cuando ya se va. Cómo odio la gente así, ruedo los ojos y entro a la oficina de gerencia.
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PARAMNESIA +18 | ©®
RomanceEl amor que le habían prometido no fue el más leal, es así que gracias a sus actos de aquel hombre, Lorraine tuvo que pagar las consecuencias. Ella creyó que su mundo se había derrumbado, sin embargo llegó un nuevo misterio a su vida, un hombre arro...