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C A P Í T U L O | 08

Capítulo 8: ¿Qué me sucede?

Ewan Walker

20 de nov. 2015

No puedo creer en que situación estoy.

El ataque que tuvimos la francesa descarada y yo no me lo esperaba y menos al sujeto quien nos atacaba es decir es mi primo Stephen -el loco-. Desde pequeño pensé que algo mal sucedía con el pero no imaginaba que llegaría a tal extremo y tampoco quiero imaginar que hizo Lorraine para provocar su ira. Y tampoco comprendo el destino quiere que me siga encontrando con ella, es decir apenas la conozco. Ayer tuve un problema con Zoe y hoy hace una hor por la fráncesa descarada porque piensa que le estoy engañando -ni siquiera estamos juntos como novios, además ella es la infiel-.

Volviendo al tema de Stephen, desde que tengo uso de razón me gustaron los autos y la motivación de eso fue mi abuelo Chad ya que el fue el mejor de sus tiempos. Entonces un día con ocho años de edad yo estaba jugando con la colección de ferraris de mi abuelo Chad en la casa cerca del mar. Justo llego Stephen todo molesto, ni idea cual el era el motivo, sin embargo él agarro toda mi colección y los tiro al mar, no sabia nadar así que solo corrí a quejarme con mi abuelo y como yo soy consentido le dijo a mi tía que ponga orden a su hijo. Pero nunca mas lo llevo.

Sacudo la cabeza para alejar los pensamientos y me estaciono en hogar, donde viví durante un tiempo para alejarme de todos -no quería saber de nadie-. Observe a través del espejo retrovisor y visualizo que Lorraine quedo ¿dormida?, maldigo mentalmente ya que voy a tener que hacer dos viajes.

Subir a la chica, volver por la maleta y subir de nuevo. ¡Frustrante!

Con un suspiro de resignación -lo que me sucede por ser solidario-, salgo de mi auto y me dirijo a la parte de atrás. ¡Carajo! mi ventana quedo destrozada, maldigo mil veces a Stephen. Saco a Lorraine con calma para no golpear su cabeza ya que no quiero que me metan a prisión por si un simple golpe en la cabeza hace que nunca mas abra sus ojos -atrapantes-; la coloco sobre mis hombros quedando su trasero a lado de mi rostro y no puedo evitar desviar por un milisegundo ahí. No puedo evitar compararlo con el de Zoe y admito que el de Lorraine es más grande. Saliendo de mis pensamiento me concentro en el camino de piedras, subo los escalones.

Hace un tiempo tuce que poner un sistema de seguridad, por el accidente que tuve. Que ocurrio por un momento de descuido, sostengo con más fuerza a Lorraine y me agacho un poco para que haga un escáner de mis ojos. Solo mi hermana y yo tenemos el mismo color de iris, sin embargo aún así no se abre la puerta con sus ojos porque sus ojos siempre lleva maquillaje lo cual hace que se miren mas grandes y es por eso que no la identifica.

Volviendo a la realidad me adentro a mi casa y cierro la puerta con calma. Pienso dejarla en el mueble -sofá-, pero siento como se mueve Lorraine y también siento como me da una patada en la entrepierna haciendo que caiga de rodillas, sin embargo me olvide de ella por un segundo y ella se cae delante de mi quedando recostada.

La fulminó con la mirada.

¡Coño!

Que dolor. Lorraine se levanta rápidamente y me da una mirada de disculpa.

-Disculpa, pensé que el loco me secuestro -frunzo las cejas porque me olvide del incidente por enfocarme en el dolor, pero luego recordé a Stephen y lo vuelvo a maldecir ya que por su culpa me dio una patada.

Hago unas dos sentadillas para que me alivie un poco el dolor, ella me observa con rareza.

-Sube esas gradas, abre la puerta de ahí y te vas a encontrar con mi habitación así que abre la puerta de la derecha -le indico antes de salir de mi departamento y adentrarme al departamento para bajar y recoger la maleta que esta en mi auto.

Cuando vuelvo a entrar a mi casa, observo que no hay así que me dirijo a la cocina para servirme un poco de agua. Ya con el vaso con agua salgo de la cocina y me encamino a mi pequeña sala. Y lo único que sé, es que no puedo evitar lo que sucede a continuación, se me resbala el vaso de mis manos haciendo que haga un estruendoso sonido, pero yo no puedo quitar la vista de Lorraine la cual ahora se encuentra de pie frente a mi.

Es tan descarada que se vistió con mi camisa la cual le queda genial para que mentir, me mira asustada al principio por el ruido que hice.

Pero luego cambia el gesto y ahora es ella quien se acerca con una mirada distinta; y sé cual es el motivo porque yo la mire como depredador acechando a su presa.

-¿Por qué esa mirada? -dice con un tono inocente, que sé de inocente no tiene nada.

-Ya te traje tu maleta, ve y cámbiate con tu ropa -esquive el tema, resaltando las dos últimas palabras. Sin embargo Lorraine se acerca mas.

-¿Qué es lo que sucede? ¿me tienes miedo? - cuestiona de nuevo al ver que yo retrocedo. La esquivo dando un paso hacia delante al ver su intención de acorralarme. -no puedo creer que un hombre me tenga miedo.-murmura por lo bajo pero logro escuchar lo que dice.

-¿Tenerte miedo? ¿yo? -ahora me acerco a ella, le doy una sonrisa torcida.-lo unico que sucede -le miro fijamente-es que te mire demás, ya para que negarlo. Eres hermosa -siento como ella se estremece ya que roce con intención su cuerpo.-Pero.. -hago un gesto de negación-no vale la pena -sé que fue lo mas idiota que he dicho.

Se queda en silencio un momento y luego me pregunta-¿No vale la pena?-se ve descontenta porque no respondo pero al final decido hacerlo.

-Estoy enamorado y soy fiel a esa persona. -Aúnque la otra persona no lo este y no me sea fiel. Quiero decir pero lo guardo sólo para mí.

Lorraine me mira fijamente por unos segundo para luego darme una sonrisa descarada. No dice nada y al final es ella quien se aparta de mi, porque no me aparte primero por la fragancia de agua fresca que emanaba de ella ó porque simplemente me sentía comodo estar pegado junto a su cuerpo tentativo. Siento que me estoy volviendo loco como Stephen .

Agarra la maleta y se encamina a las gradas a cambiarse, no puedo evitar desviar la vista al observar que debajo de mi camisa no tiene nada. Frustrado me vuelvo a la cocina para limpiar los vidrios del vaso roto que esta en la sala , una vez limpio me sirvo otro vaso de agua y me siento en el taburete que esta en la encimera de mi cocina.

Con veintiséis años de vida nunca tuve un día tan loco como el de hoy y no se porque sospecho que no sera este día el único sino que habrá mas de ellos si Lorraine sigue frecuentando mi vida.