Capítulo 25: lo que quiero.
Lorraine Grifin
16 dic. de 2015
Observo fijamente la pared de color caoba frente mío. Una pared oscura muy degastada, la cual lleva algunos araños cuando tuve mi ataque de ira anoche. He reunido todas mis fuerzas para distraerme y para no pensar, porque sé que pensar me llevara a cometer una locura y todavía no es la hora de mi plan. El plan, consiste en seducir a Masson aúnque intente no vomitarle encima, una vez logre seducirlo lo amarro con la soga que encontre el otro día y con la cual pensaba suicidarme, pero antes de eso prefiero que Masson lo hago primero -pero no a voluntad propia-. Escucho el chirrido que hace la puerta al ser abierta y no puedo evitar encogerme. Cuento hasta el número diez en mi mente para voltearme hacia él.
-Cariño. -murmura con su voz repugnante. Quisiera ahorcarlo con mis manos y que me suplique que lo suelte. Me remojo mi labio inferior con mi lengua pensando en ese pensamiento. Sin embargo eso no puedo hacerlo con la manos atadas ¿no?.
-Tengo hambre.-es lo único que le digo.
El finge sorpresa e incluso se lleva sus manos a su rostro.
-No me digas.-se ríe fuertemente en mi cara. Pero Masson no sabe que el que ríe de último, ríe mejor.
-Si te digo -le sonrío con los labios sellados. Él quería que volviera a amarlo, eso es como pedir que el mundo no exista, tan ilógico. Jamas me fijaría en alguien como Masson en especial él -fui una idiota cuando lo hice antes-.
-Ven, iremos a cenar -se acerca donde estoy recostada y de un tirón de mi brazo me levanta.-quiero que me obedezcas hoy, deseo degustar en silencio y tranquilidad mi cena.-me empuja para que camine delante de él, hago una mueca y ruedo los ojos ya que Masson es el único que me fastidia y si por mi fuera no me acercaría a él, sin embargo el me provoca y yo no puedo evitar reaccionar de forma violenta. El transcurso hacia el comedor es en silencio y solo se escucha nuestras pisadas, lo cual crujen mediante cada paso por el suelo de madera.
-Te preguntarás quien ha hecho la cena -volteo a mirarlo con gesto indiferente, ni se me paso por la mente.-Bueno, he contratado a una mujer de confianza solo por hoy -le alzo una ceja-asi es cariño, sera una noche inolvidable. - con sus palabras no puedo evitar que mi cuerpo se ponga rígido de los pies hasta la cabeza.
-Ver para creer. -le digo una frase sacudiendo de un lado a otro mi cabeza, abro la puerta queda al comedor y me guía donde sentarme. Solo pido a quien sea que realice 'milagros' que me libere lo más rápido posible de este maníaco.
-Que lo disfruten. -dice una señora de mediana edad dejando un 'bufet' de comida en la mesa, cuando mira hacia Masson es como si lo idolatrara en sus pensamientos, pero cuando dirige sus mirada de ojos color ámbar, visualizo como se burla de mí.
Fantástico.
-Comerás con una mano, solo por esta vez. -dice Masson levantándose y acercándose a mi para posterior a eso desatarme las manos, las masajeo un segundo antes que él me amarre de nuevo, pero esta vez dejando mi mano derecha libre, se sienta a mi lado izquierdo y me amarra con su brazo. Es decir el puede comer con las dos manos pero en el momento que haga un movimiento con su brazo derecho, me movería también. -Ahora come, cariño. -murmura muy cerca mio, vuelvo a contar números, sin embargo esta vez hasta veinte para no mandarlo donde no le llega el sol junto a su cariño.
Es un maldito.
Empiezo a comer el arroz como puedo y sostengo entre mis dedos el pedazo de carne, le doy una mordida. Distraídamente miro la ventana que está a mi derecha y no puedo evitar entrecerrar mis ojos al visualizar una sombra, frunzo el ceño cuando aquella sombra desaparece, pero en cambio una cabeza se asoma por una endija de la ventana.
No puedo evitar atragantarme al reconocer que esa cabeza pertenece a Ewan, mi corazón no puede evitar saltar de la emoción.
-¿Te encuentras bien? -pregunta Masson y dirijo mis ojos sorprendidos aún hacia el. Asiento con la cabeza y tomo un sorbo de la copa lo cual parece que es vino.
¿No estaré imaginando cosas?, ¿será que es él?. Lanzo un bufido, ya que no creo que Ewan este aquí y mucho menos que desde Estados Unidos venga hacia Francia solo por mi, por una chica que no vale la pena correr el riesgo.
-¿Aún no terminas?, vamos come. -dice Masson sacándome de mis pensamientos. ¿Que le pasa?, ¿por qué no se altera?. Supongo que debo agradecer ya que no soportaría una vez más su maltrato. A penas cicatrizan mis heridas del otro día.
Finalmente termine de comer.
-Listo, ahora quiero hablar de un tema que te interesará -se acerca un poco y ya me estoy alterando, para tirarme encima de él y cortarle sus mugrientas manos.
-Te escucho.-le digo firme, no pienso mostrarme de nuevo débil ante el, si quiero lograr mi plan.
-Encontré información sobre tu familia.-nuevamente sus palabras son como dagas a mi corazón, ¿mi familia?. ¡Vaya! aquello no me lo esperaba. -tu madre tuvo otro hijo aparte de ti. -mi respiración se detiene, pero si a mi padre un año antes que me escapara le dijeron los doctores que él era estéril. -pero ahora el niño no esta con ella, ya que tu madre esta en prisión. -¿qué?- por asesinar a tu padre.
Oh dios.
No, no puede ser. Me falta la respiración siento que no puedo respirar. No me esperaba aquello, jamas les deseé esto a ellos a pesar que me dijeron que me querían ver muerta, pero él con toda su indiferencia era mi padre y ella con todo su odio hacia a mi, era mi madre. Yo estaba tranquila pensando que ellos estarían bien sin mi, que equivocada estaba. Ahora mi padre está muerto y la mujer que no merece ser llamada madre, esta en prisión. Intentó levantarme de la silla y me olvido que sigo amarrada por Masson. Lo que quiero ahora es irme junto a mi padre, no sé. No sé si podré soportar más.
Mi corazón ya se siente quebrantado y sin ganas de latir. Masson me estrecha entre sus brazos y yo grito, grito desgarradoramente.
"Gritar te hará bien". Decía mi padre cuando yo tenía diez años. Grité esa vez porque se había muerto mi hámster, ahora grito por él.
-Sh.. Ya pasara el dolor-susurra Masson en mi oído, sin embargo no quería escucharlo. Abro mis ojos lo cuales no me di cuenta cuando los cerré y cuando empecé a llorar, visualizo en el bolsillo trasero de mi verdúgo una navaja, la sacó y corto la soga. Lo empujo y corro hacia la puerta.
Mi salida.
Sin embargo no llego porque soy detenida por él.
-¡Dejame de una vez! -le grito. De reojo miro su arma en la mesa que esta a unos pasos cerca mio. Me acerco rápidamente y la sostengo entre mis manos. -¡Tanto quieren verme muerta, tanto lo deseas!, ¡ahora es la oportunidad para que me mires! -le vuelvo a gritar mientras apunto el arma en mi cien.
Cuando estoy por apretar el gatillo, se escucha como la puerta atrás mio es abierta estrenduosamente. Miro que es lo que sucede con lágrimas en los ojos, y observo unos ojos avellanados.
-¡No!, no lo hagas. -dice Ewan acercándose a mi, sigo sin moverme. Así que era él. Finalmente esta a escasos centímetros. -no te atrevas a dejarnos.-sostiene mi rostro y yo me derrumbo.
Esta vez Ewan me estrecha entre sus brazos.
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PARAMNESIA +18 | ©®
RomanceEl amor que le habían prometido no fue el más leal, es así que gracias a sus actos de aquel hombre, Lorraine tuvo que pagar las consecuencias. Ella creyó que su mundo se había derrumbado, sin embargo llegó un nuevo misterio a su vida, un hombre arro...