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Capítulo 10: Se acabo.

Ewan Walker

25 de nov. 2015

La verdad no se que estaba pensando, en ese momento que acepte ayudar a Lorraine. Me gano el ser buena persona con los que necesitan ayuda al parecer. Todo me ha ido mal en estos días, mi pequeña Mérida se enfermo justo al día siguiente que desapareció la francesa descarada.

¡Si! se esfumó como el viento.

La busque durante toda la mañana sin embargo me rendí, por que no tengo el derecho de reclamar nada. Es decir puede que no hayamos besado pero no es para tanto. Aunque no pude evitar preocoparme por ella porque aparece y desaparece.

Al traer el pensamiento de Lorraine, recuerdo sus labios. Para que mentir era como la combinación perfecta cuando estaban unidos con los mios, no le dije nada porque ha simple vista con solo observarla me di cuenta que cuando uno le dice algo, luego ella lo utiliza para molestar.

Volviendo al tema importante, tengo que ir a cuidar a Mérida. Me desvío a la derecha para llegar a mi casa, ya que mi personal de limpieza me dijo que su fiebre aumento. Aprieto el botón que esta dentro de mi auto para que abran las puertas del portón.

Le sonrio al guardia que cuida específicamente mi casa, estaciono en el porche y me bajo, le entrego las llaves a uno de mis guardaespaldas. Subo corriendo las gradas y enseguida me recibe con un gesto de preocupación Luce.

-¿Cómo esta? -me dirijo a la gradas para subir a la habitación que le asigne a la pequeña.

-Su fiebre aumento cuando usted se fue -esta con la respiración agitada seguro se puso a correr por seguirme. Me detengo cuando estoy afuera de la habitación. -no quiere comer y además estaba preguntando por usted.

Doy una bocanada de aire antes de entrar. Toco la puerta suavemente con mis nudillos dos veces.

-¿Quién ez? -dice con su dulce voz.

-Soy el monstruo de la risa -y entro haciendo una pose de monstruo. Miro como ríe a carcajadas y le sonrio, me acerco a la cama donde esta recostada y me siento a lado de ella.

-¿Cómo esta la niña mas hermosa de la casa? -observo como sus ojos se iluminan cuando le digo ese halago y me dan ganas de estrecharla fuertemente entre mis brazos y no soltarla.

-Bien - le peino su largo cabello negro con mis dedos.

-Si te recuperas. Iremos a la feria -se le iluminan mas sus ojos, entonces se acomoda y me abraza. Se lo devuelvo y asiento mi mentón en su pequeña cabeza.

-Lo prometo. -tose un poco, haciendo que me preocupe más.

-Bien. Espera aquí te traeré una sopa -digo intentando soltarme de su agarre. Y un járabe para la tos.

-Ño quiero -y me aprieta mas a ella.

-Mérida.. -le regaño suavemente - Ya sabes, sino te recuperas no hay feria.

Y automáticamente me suelta, le sonrió y me levanto dispuesto a traerle la sopa. Sin embargo escucho un escándalo de voces.

- ¡Ewan! -escucho un grito desde abajo. Me detengo un segundo luego me apresuro a bajar rápidamente por las gradas.

No puedo creer que este, es decir su vuelo llegaba mañana no hoy. Estoy feliz de que ya este aquí.

- ¡Hey! -dice él- hermanito. Ya llegue -mi hermano mayor me saluda con su típica sonrisa de engreído. Mayor por unos minutos cabe recalcar. No somos gemelos.

Yo soy mejor que él. Por favor.

Somos mellizos.

- ¡Kwan! -le saludo alegremente y me acerco para darle un abrazo de bienvenida. Me devuelve el abrazo y rápidamente nos soltamos.

-Adelante. Entra a mi humilde casa -le digo ya que estaba en el recibidor. Kwan viró sus ojos.

- Si humilde te refieres a mansión. Estas mal de la cabeza. -dice arrastrando sus dos maletas que lleva con el, Enseguida entra como pedro por su casa y observo como sube las gradas. Sonrío y siento como vibra mi celular en el bolsillo de mi pantalón, lo saco y miro que es una notificación de mensaje de Zoe. Al ver el mensaje no puedo evitar fruncir el ceño.

Marque su número enseguida y a la segunda llamada que le hago contesta.

-Explica el mensaje. -me restriego el rostro - Es verdad que.. ¿no volverás?

¡Mierda!

No puedo perderla, aparte de ser la chica que me gusta -y que la quiero bastante-. Es mi mejor amiga. Desde que tengo uso de razón.

-Lo siento Ewan. La decisión ya esta tomada.

Hago una mueca, no pensé que fuera tan egoísta. Sin embargo ahora me doy cuenta que es mas egoísta de lo que nunca imagine.

-Entonces, se acabo -le digo, pero antes que responda. Continuo: - Ahora me doy cuenta que no te importe en lo más mínimo.

-Estas equivo.. -no sigue porque una voz de fondo le habla.

-Zoe cariño.. - ¡carajo! No puede ser. Y yo aquí preocupándome por darme unos cuantos besos con Lorraine, ella de lo mas tranquila enrollándose con un hombre. Se qué si un hombre esta cerca o hablando de cualquier cosa. No es sobre tomar un té.

No puedo evitar pensar así, cuando he visto y presenciado besarse con varios hombres. Incluso algunos después que le dije que me gustaba.

Soy un idiota.

-Hablamos luego -le espetó con mi orgullo herido.

Es decir yo pensando que le había hecho "infiel" técnicamente. Ya me estoy cansando de su juego.

A mi Zoe me encanta.

Es la chica que desde muy pequeño había soñado. La conozco desde que tengo 10 años pero recién hable con ella en el instituto ya que nos toco hacer un trabajo juntos. A la edad de 16 años me perdí completamente en Zoe. Con aquellas miradas tímidas y aquellas sonrisas o carcajadas que siempre sacaba de ella.

No se, si lo que siento por ella sea amor. Simplemente no lo se.

Aparte de ser la chica que me vislumbraba, también era mi mejor amiga la cual me contaba casi todo lo que le sucedía. Por ejemplo cuando se enamoro de un chico y no de cualquiera, de un ser incompetente que con lo único que pensaba era con la poca neurona que le quedaba. Y también era mi enemigo pero todo eso fue culpa mia, ya que yo me enrolle con su novia, sin embargo yo ni idea tenía de que eran novios.

También esta esa vez que me contó Zoe, que se había enrollado con el profesor de inglés. Ei cuál era un hombre de treinta años, es decir ella recién había cumplido los diécisiete años.

-No es lo que parece Ewan.. -suelta un suspiro, hago mis labios en una línea recta.-Te hablo luego. Adiós -se despide con su voz dulce. Con ese tono de voz me es imposible sentir enojo hacia ella. Y cuelga la llamada, lanzo un gruñido guardando el celular.

Me doy cuenta que: la quiero más de lo que ella dice quererme. Y siento que de alguna manera estoy en la zona de amigos. Una idea se me da.

Sonreí un poco. Si Zoe no me quiere -como la quiero yo-, haré que lo haga. Ni idea como lo hare.

-Señor Ewan..-aparece Luce, haciendo que de un brinco, la miro mal por un segundo y ella al instante sonríe- Su hermano me mando a llamarlo.

Le asenti y le di las gracias por avisarme.

Demonios, me olvide de la sopa de Mérida. -Luce, por favor súbele un plato de sopa a Mérida -Le digo antes de subir las gradas dirigiéndome donde se encuentra Kwan. Ojalá y sea para algo importante.

PARAMNESIA +18  |  ©®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora