Capítulo 7: ¿Otra vez tú?Lorraine Grifin
20 de nov. 2015
Mi vida me esta cansando.
¿Por qué me lo tengo que encontrar a Ewan cuando justo lo ví ayer?
El destino es un desgraciado.
Justo ahora cuando me iba a ir a otro país porque me había acostado con un loco medio psicópata.
!Maldición!
No me lo esperaba, es decir que cuando al final terminamos ambos me viene con su frase: "debemos casarnos y sellar nuestro amor con un pacto de sangre".
Yo no lo podía creer. Es decir hablar de ¿amor?. Nos acostamos una vez y ya quiere una vida conmigo, ni en sus sueños mas locos lo haría de nuevo con él. Así que cuando ya estaba vestida y lista para irme me dice: ¿A dónde crees que vas? Te encontrare en dónde sea que estés.
Con molestia se me había acercado y me acorraló en la pared de la habitación, aproveché ese momento para distraerlo y plantarle un rodillazo en su entre pierna y corrí agarrando su billetera que por cierto solo tenia 250 dolares. Salí del hotel donde estabamos y más bien estaba pasando un taxi, asi que alce la mano y me subi adentrandome a él. Con la voz inaudible le dije que me lleve al aéreopuerto, sin embargo ahora pienso que exagere; es decir no se porque motivo me asuste, si viví cosas peores y un loco más en mi vida seria como un miligramo de arena mas. En mi tormenta de arena.
Y bueno ahora estoy escondida detrás de un hombre de ya avanzada edad para que Ewan no me mire, pero cuando el hombre se movió ya era tarde porque el idiota me miro e hizo un gesto de incredulidad así que para no quedar mal, dije:
-¿Otra vez tú? -mierda.. Lo dijimos al unisono.
Yo no hice nada malo antes en mi vida ¿Por qué me hacen esto?
- Cariño.. ¿Quién es ella? -frunzo el ceño y la miro de pies a cabeza sin embargo a ella ya la había visto antes, vuelvo a mirar a Ewan y no puedo evitar soltar una carcajada. No puedo creer es la niña fresa la que maneja a su antojo al idiota. -¿De qué demonios se ríe? -me mira con disgusto y no puedo evitar reír con más fuerza.
-Me río de ti, estúpida fresa -le respondo en francés pero se que ella no entendió. En cambio por la mirada que me da Ewan se que él entendió. - Ups, lo siento.
Él oculto una sonrisa.
-¿Qué me has dicho..? -me mira de pies a cabeza -Indigente.
Frunzo el ceño, pero que se cree esta idiota. No permitiré que ninguna persona estirada me trate mal ya que ellas se creen mejor que nosotras las personas que tenemos que hacer de todo para poder comer aunque sea un pedazo de pan.
Simplemente esa clase de persona me fastidia y no puedo creer que una persona como el idiota -que a simple vista se observa que no le importa las clases sociales-, este con una persona así. Y así es como, el mínimo flechazo de atracción que sentía por Ewan se vaya por el retrete.
- ¿Qué? te he dicho fresa. Es lo que eres -hago de cuentas que no ledije estúpida y me encojo de hombros y me marcho de ahí. No gastaría mi tiempo valioso ya que en cualquier momento puede aparecer el loco, me estremezco con ese pensamiento.
-¿Te marchas del país? -me detengo con ese cuestionamiento y no puedo evitar soltar una risotona.
-Tú que crees -hago un silencio dramático - voy a dar vueltas al avión como una loca. Dah - me rió mas fuerte al mirar por un segundo a la fresa y observar su mueca de asco -Practica tus gestos. ¡Estirada!
Ahora si me encamino lejos de los tórtolos estirados sin embargo no puedo dar ni cinco pasos cuando a los lejos observo al loco psicópata. Miro a los lados buscando un lugar donde esconderme y se me ocurre una idea loca cuando a unos pocos metros -en la salida- esta Ewan subiendo a su auto solo. Corro hacia allí sin pensarlo mucho y me subo lo mas rápido posible, tiro la maleta primero -la cual se la tome prestado a una chica, obvio ella no se dio cuenta, pero se la devolveré algún día con mas ropa- y luego entro yo cerrando la puerta en un portazo.
Ewan da un brinco del susto, supongo y me mira a través del espejo retrovisor primero sorprendido y luego furioso.
-¿¡Qué demonios haces!?
No le respondo, ya que estoy mirando a través de la ventana si esta cerca el loco y visualizo que ya me encontró y me mira con una sonrisa psicópata. Le muestro mi dedo de en medio, él frunce el ceño y luego sonríe como el wason y se acerca con rapidez dando zancadas.
-¡Arranca tu maldito auto!
-¿Qué mierda... -no termina de hablar ya que el loco le da un puñetazo a la ventana donde me encuentro yo y no puedo evitar dar un gritito que me avergüenza al instante. Sin pensarlo saco mi fuerza interior y le doy un puñetazo que lo deja noqueado por un segundo pero luego me agarra de mi cuello y yo trato de darle puñetazo sin embargo no alcanzo.
Escucho como Ewan arranca el auto haciendo que salga la mitad de mi cuerpo por la ventana rota logrando que me rasguño los brazos. Cojo como puedo un pedazo de vidrio que se esta por salir con la mano derecha y se la paso por su rostro haciendo que por fin me suelte, me adentro de nuevo al auto recostándose en el proceso. Inhale y exhale tratando de recuperar aire. Escucho como el loco me grita: ¡maldita perra! pero no le tomo importancia.
-¿Estas bien? -pregunta Ewan con tono preocupado.
- ¿Por qué haces preguntas estúpidas? -apenas y puedo hablar. Mi voz parece como si tuviera vidrios en la garganta. Fue afrenalina pura.
-Escucha seré solidario -levanto una ceja cuando el me mira por el espejo retrovisor, pero en seguida el desvía la vista a la carretera - no te llevare a mi casa porque ahí esta Mérida, así que te llevare a una casa estilo cabaña que tengo cerca de aquí para que limpies tus heridas.
Guardo silencio procesando lo que me dijo, es decir él se muestra solidario por una descontrolada francesa que llego a su vida sin el esperarselo y una parte de mi se ablanda y solo me queda aceptar su caridad. Y lo agradezco ya que las personas que normalmente me relaciono con el alboroto que ocasione me hubieran dejado con el loco sin mas.
-Esta bien, te agradezco -me vuelvo a sobar la garganta ya que me esta empezando a doler. Empiezo a ver todo girar.
En silencio nos dirige Ewan a su casa. Y yo sin poder evitarlo me sumerjo en la oscuridad.
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PARAMNESIA +18 | ©®
RomanceEl amor que le habían prometido no fue el más leal, es así que gracias a sus actos de aquel hombre, Lorraine tuvo que pagar las consecuencias. Ella creyó que su mundo se había derrumbado, sin embargo llegó un nuevo misterio a su vida, un hombre arro...