Capítulo 17: existir..Lorraine Grifin
2 dic. de 2015
Otra vez escucho murmullos a lo lejos así que trato de abrir mis ojos parpadeando, al estar abiertos observo que no es la misma habitación de hace días. Me levanto rápidamente, sentándome. Intento hablar o gritar, pero me duele a horrores mi garganta, me llevo una mano ahí y carraspeo.
-¿Quieres agua? -me sobresalto al escuchar la voz. ¡Jesús! Pensé que no había nadie.
Llevó una mano a mi pecho y volteo la mirada donde vino la voz. Me encuentro con un ¿Ewan?, ¿Kwan? sonriente.
Asiento en un gesto de afirmación y él enseguida se levanta y sirve agua en un vaso de cristal.
-Toma, seguro te debe doler la garganta de tanto gritar ayer. -dice y yo frunzo el ceño. Me pasa el vaso, lo sostengo entre mis manos y tomo el agua. Sin embargo al instante me acuerdo lo que me sucedió el día antes de ayer. Un ataque de ira. Nunca me había sucedido algo parecido, pero tuvo que aparecer Masson. No se como llegó aquí y me encontró tan fácil. Que simplemente después que se haya ido, no pude mas. Y deje salir todo mi sufrimiento ya que antes de irse me dijo que no me iba a librar de él y que voy a lamentar haberme escapado.
De solo recordar que él estuvo aquí y que de nuevo intento tocarme, siento un escalofrío. Masson es el peor de todos, es mejor no meterse con él.
Ya no estoy a salvo.
Otra vez no puedo evitar enloquecer y tirar el vaso contra la pared. Dejo salir mi voz en un grito desgarrador. Me recuesto en la cama y me llevo mis piernas al pecho abrazándolas.
Necesito tranquilidad.
-Sh.. Tranquila -dice él, coloca su mano en mi hombro. Me está consolando.
Odio la lastima.
-Vete de aquí. - muevo mi hombro para que saque su mano y finalmente lo hace saliendo de la habitación. Me duele horrores la cabeza, siento que va a explotar. Llevo una mano a ella, intentando parar el dolor que me está causando.
Cierro los ojos y vuelvo a abrirlos. Pero cuando observo al frente mío no puedo evitar gritar otra vez.
-Váyanse. ¡Váyanse! -grito a los cinco hombres que observo, los cuales se burlan de mi con un gesto burlesco. Cierro nuevamente los ojos. Y balbuceo:-ellos no están aquí, ellos no están aquí.
Me falta el aire, intento respirar pero no puedo. ¿Qué me sucede?, ¿me estoy volviendo loca?. ¿Es aquella mi madre? La que me apunta con un arma.
Vuelvo a gritar, grito y grito de manera desgarradora. Finalmente siento varias manos agarrando mi cuerpo, ya que me estaba sacudiendo. Pero no puedo evitar pensar que sean ellos y volver a a gritar que por favor me suelten.
¿Por qué vuelvo a recordar lo que me sucedió? Si ya lo había enterrado en el más profundo de mis recuerdos.¿Será que volver a ver a Masson ó el accidente lo trajo de vuelta?. No lo se. Solo quiero que se detenga el dolor de cabeza y el dolor que sufre mi corazón.
Siento un pinchazo en mi brazo, miro la zona donde fue aquel pinchazo. Parpadeo y observo a la persona que hizo aquello. Es una enfermera, la cual me mira con dulzura. Mi cuerpo se siente liviano tranquilizandome al instante.
Suelto el aire que no sabía que estaba conteniendo.
-Nunca me ha pasado esto. Y ya van dos veces -digo en un murmullo mirando a mi alrededor y observo como el doctor me mira con entendimiento. -Lo siento. -agacho la mirada.
Que vergüenza. Doy vergüenza de mi misma.
-No te preocupes. -habla la mujer. -necesitas terapia con un psicólogo. -me tenso. -tranquila, nadie te está obligando.
Le doy una sonrisa pequeña en gesto de nerviosismo.
-Estoy bien. -mentí. El doctor Kael, me miro no creyendo en mis palabras.
Se escuchan toques en la puerta así que dirijo mi mirada ahí, encontrandome con Kwan. Ahora si lo pude reconocer ya que lo poco que me acuerdo el otro tiene un iris más impresionante.
-¿Puedo pasar? -pregunta haciendo una línea con los labios, yo avergonzada por el incidente de hace unos minutos. Me recuesto en la cama mirando la pared haciendome un ovillo.
Murmuro un: -quiero estar sola. -pensé que no escucho nadie, sin embargo el doctor lo escucho.
-En la tarde antes que anochezca puedes venir. -dice en tono comedido el doctor. -Vendré más tarde para ver como sigues. -siento su mirada en mi pero yo sigo mirando la pared. La cual es de color blanco.
Lo único que escucho es sus pisadas antes de cerrar la puerta haciendo que se quede la habitación en completo silencio. Creo que necesito enrollarme con alguien para dejar de pensar en unos momentos los pensamientos que me atormentan.
Necesito olvidar, olvidar toda mi vida y empezar de cero.
Ya no se que hacer. Necesito tomar un trago o tomar la botella entera de whisky. Están complicada mi vida, quiero un respiro. Quiero que ya no existan estos tormentosos pensamientos. Quiero que ya no exista más Masson. Aquel malnacido, lo aborrezco tanto. Sin darme cuenta caigo totalmente dormida y al despertar sigo en la misma posición pero esta vez miro a través de la ventana que ya ha anochecido.
Volteo mi cuerpo al otro lado y me quedo sorprendida de la escena frente a mi ojos. Es Ewan sentado en el sofá con la cabeza recostada en la pared y una niña pequeña entre sus brazos durmiendo tal vista, me conmovió tanto que una lagrima cae en mi mejilla.
No recuerdo a ver visto a la pequeña de cabello negro como la noche, sin embargo me resulta familiar. Limpio mi mejilla con el dorso de mi mano derecha. Siento mi garganta otra vez seca, así que yo me incorporo en la cama estrecha de forma sentada y me sirvo agua en otro vaso nuevo, esta vez no es de cristal. Mientras voy tomando de a sorbos miro a las dos personas durmiendo en aquel incomodo sofá.
Y no puedo evitar hacer una mueca. Quisiera levantar a la pequeña y recostarla a lado mío pero no puedo hacer mucho esfuerzo físico. Así que con un suspiro de remordimiento dejo el vaso en el tocador que se encuentra a lado derecho.
Con el propósito de decirle a Ewan y que vayan a su casa a dormir ya que están incómodos. Intento levantarme y llegar a el. Lo hubiera logrado de no ser porque en ese instante entra nuevamente el doctor a la habitación y me mira con reproche.
Le sonrió nerviosa y el niega con la cabeza.
-¿Qué es lo que crees que hacías, Lorraine? -pregunta como un padre regañando a su hija por pillarla haciendo algo indebido.
Al pensar eso, no puedo evitar sentirme mal. Cierro los ojos con fuerza para tratar de aliviar el dolor y cuando lo logro, vuelvo abrirlos.
-Solo quería estirar mi piernas, las siento entumecidas. Doc -le digo medio en broma. El me mira con sospecha, sin embargo vuelve a negar haciendo un gesto de exasperación.
-Que no se vuelva a ocurrir, todavía necesitas recuperarte mejor. -se acerca y con su ayuda me vuelvo a rescostar en la cama.
-Gracias. -digo en medio de un bostezo que me sale. -Doc. Le puede decir a Ewan que ya se puede ir, están incómodos.
-El dijo que no se iría hasta el día de mañana. -levanto ambas cejas. Cuando iba a replicar escucho un movimiento donde esta Ewan y observo que el se ha despertado, pero nuevamente vuelve a dormirse.
-Entonces puede traer a la pequeña ya que esta incómoda. -abre su boca supongo que para replicar pero no lo dejó, interrumpiéndolo -Por favor.
El doctor, la recuesta a lado mio obviamente me hice un poco mas a la otra punta de la cama aunque es muy estrecha cabemos las dos. Le doy una mirada de agradecimiento y el sale de la habitación cerrando la puerta tras de si, no sin antes darme una mirada extraña. No le tomó importancia y nuevamente me vuelvo a dormir. Esta vez abrazando el pequeño cuerpo de la niña para que no se tumbe y se estrelle contra el duro suelo.
Espero no tener pesadillas y dormir tranquilamente.
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PARAMNESIA +18 | ©®
RomanceEl amor que le habían prometido no fue el más leal, es así que gracias a sus actos de aquel hombre, Lorraine tuvo que pagar las consecuencias. Ella creyó que su mundo se había derrumbado, sin embargo llegó un nuevo misterio a su vida, un hombre arro...