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☆》+18《☆

Capítulo 29: pecas..

Ewan Walker

08 enero de 2016.

Me encuentro junto a Lorraine en mi oficina, quise que este cerca mío. Porque observe que varios de mi trabajadores le miraban con descaro.
Admito que soy una persona celosa, pero con ella tengo ganas de golpear a cualquier idiota que pose su mirada sobre. Con Zoe no tuve este tipo de celos, no debo compararlas sin embargo no lo puedo evitar.

Ya que siento que una se esta metiendo muy dentro mío, que sí le llega a pasar algo, no se que sería de mí. Incluso daría mi vida por secarle sus lágrimas, vendería mi alma por verle sonreír. Porque mi único dolor es su pena y mi única ambición es verle rebosar de felicidad.

Quiero sanar todas la heridas Lorraine, ella se merece todo lo bueno del mundo. Necesita cariño, un amor completo, no en partes. Todavía no creo darle por completo ese amor, porque con Zoe estuve enamorado muy tiempo y necesito enterrar cualquier sentimiento amoroso que no sea sentimiento.

Igual necesito sanar.

-Me encanta esta lugar.-dice Lorraine haciendo que deje de pensar en los sentimientos encontrados que tengo.

-Me alegro que te encante.-digo mientras me acerco por detrás de ella y le abrazo.-Lorraine-ella voltea su cabeza para poder mirarme.

-¿Sí?

-Quiero que trabajes para mí.-le suelto por fín, estuve pensando decirle desde hace unos días atrás justo cuando le regale la ropa que ahora lleva puesto y me miro avorgonzada, no le tome importancia en momento pero después. Y conociendo como es seguro se marchará a buscar un trabajo que no es 'digno'.

Gira su cuerpo quedando frente mío y me analiza con la mirada, no se que buscara pero estoy seguro de mis palabras.

-¿De qué trabajaría?-pregunta.

-De secretaria.-digo y ella niega con la cabeza ríendo sin húmor.

-Ewan, a ver cómo te digo.-suspira.-sólo he estudiado hasta mis diez años.-no me sorprende por la información que leí de ella. Maldición debo pensar algo para que acepte a trabajar para mí.

-No me importa, sino quieres de secretaría entonces de asistente. Es menos complejo.

-Lo pensaré, cuando regresemos a tu casa te dire.-dice y envuelve sus brazos a mi cuello.

-Esta bien.-le digo y acepto sus labios gustoso cuando ella me besa. Parece ser que ambos no podemos estar separados durante mucho tiempo, de un día para el otro nuestra atracción se elevo a las nubes.

Enrredamos nuestras lenguas, la apego más a mi cuerpo. Lanzo un gruñido cuando siento que baja una de sus manos a mi polla.

Me pongo ansioso cuando me imagino a ella de rodillas saboreandola, sin embargo estoy corto de tiempo así que le detengo sus movimiemtos cuando quiere desabrochar mi pantalon. Se aparta de mi para inhalar oxigeno, hago lo mimo y vuelvo a besarle.

Camino hacía adelante -haciendo que ella retroceda-, agarro la manilla para abrir la puerta del baño. No quiero que escuchen sus chillidos de exitación y mis gruñidos.

Una vez adentro del baño, agarro el dobladillo de su top y se lo retiro de su cuerpo, después dirijo mis manos para desabrochar su pantalon jean y mientras se lo retiro voy agachándome. Le miro desde abajo.

-Que hermosa vista.-digo

Verla así me hizo recordar como me provoco cuando se agacho mostrandome su trasero. Me enloquezco y rápidamente le bajo sus bragas, me levanto quedando de pie, desabrocho rapidamente mi pantalon. La levanto por los aire agarrando su cintura en un gesto para que ella envuelva sus piernas en mi cadera, la dejo sobre la encimera del lavado.

Bajo el pantalon junto con el boxer y sostengo con una mano mi polla, queriendo acabar con la tortura me coloco uno de los condones que dejo en la repisa. Estimulo su vagina para que este preparada para mí, saco uno de sus senos por encima de la copa del brasier y lo magreo. Acerco mis labios mientras saco el otro seno, lamo y succiono uno de sus pezones.

Escucho como Lorraine gime en voz alta y siento mi polla muy erecta. Juego un poco con su cordura cuando acerco el glande a su entrada, adentro sólo la punta y la vuelvo a sacar. Dejo un momento sus senos y acerco mis labios hacia los suyos mientras la penetro lentamente. Muevo mis caderas lentamente al comienzo, pero poco tiempo después acelero mis embestidas.

-Eso es, continúa.-me mira con fijeza y enloquezco con su mirada, siento que me embriago con la mirada que me da. Esos ojos azules oscuros fueron mi delirio desde la primera vez que pose mis ojos sobre ellos. Y no hablemos de sus pecas, todo ella me fascina.

-Me encantas pelirroja.-logro decir.

Siento como aprieta mi polla y esa una señal para saber que se acerca su climáx, igual estoy por llegar. Finalmente nos corremos a la vez, con la respiración agitada aún. Le doy un beso en su hombro, observo las pecas que tiene esparcidas sobre el.

Salgo de ella y saco el condón, hago un nudo con el y lo arrojo a la papelera.

-Si esto fue una forma para que acepte trabajar contigo.-empieza a decir mientras se baja de la encimera y se acerca a mi.-me estas convenciendo.-hago una sonrisa maliciosa, le guiño un ojo.

-Tal vez. -agarro sus manos y hago que nos adentremos a la ducha. Abro la llave para que salga la cascada y nos cae encima agua fría. Lorraine no dice nada sobre el agua y lo agradezco mentalmente.

Una vez haber terminado de bañarnos, le paso la toalla que siempre ocupo. Seca su cuerpo y me la devuelve mientras hago lo mismo que hizo, observo como vuelve a ponerse la misma ropa interior, bien que no rompí su brasier porque sino estaría con sus senos afuera, ya que el top no le cubre mucho.

Ya con el cuerpo seco, abro una repisa para sacar un boxer limpio, me lo coloco y me encamino hacia la puerta. Paso por atrás de Lorraine -ya esta vestida con el mismo top blanco y el mismo pantalon jean-, ya que se esta mirando a través del espejo mientras se peina su larga cabellera rojiza con los dedos.

Abro la puerta y voy donde esta un armario, donde queda siempre mi mono ignífugo. Me visto y espero que salga Lorraine del baño, una vez que sale. Ambos salimos, bajamos las gradas.

-Espera.

-¿Qué sucede?-detiene su caminar cuando mira que igual me detengo. No le digo nada, sólo agarro su rostro entre mis manos y beso su labios.

-Nada, sólamente quería besarte.-me separo de ella y observo como esta con un gesto de confusión. Le doy una sonrisa, me alejo de Lorraine y me encamino donde están esperandome con mi F1 listo.

Ya adentro de mi auto -mi incríble F1 de color amarillo-, me pongo todas la medidas de seguridad, una vez asegurado, lo enciendo. Visualizo a través del vidrio como la pelirroja se sienta en una de las graderias junto a Zoe que tiene sentada en su regazo a Mérida.

Dando un suspiro conduzco a la velocidad máxima, tengo que lograr girar bien en las curvas.

PARAMNESIA +18  |  ©®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora