Desperté por la mañana, hoy era el velorio de Yulissa.
Alejandro me acompañaría, así que todo el día sería incómodo.
Alejandro llegó.
-¿Vamos?
asenti, me subí en su auto y condució hasta la casa de los padres de Yulissa, todos estaban de negro, algunos serios y una que otra de sus amigas falsas llorando a cántaros.
-Ni siquiera sé por qué he venido.
-Por educación.
me tomó del brazo.
-Suéltame, y no vuelvas a hacerlo.
-No.
Me solté por fin de su agarre y me dirigí hasta los padres de Yulissa.
-Lo siento. Mi más sincero pésame.
-Gracias, __________, aunque Yulissa... haya... traicionado su amistad.
-Oh, eso... ya no vale la pena.
Me acerqué al ataúd, y por fin vi la cara de Yulissa después de mucho tiempo.
el pelo largo, su piel más pálida que de costumbre, los labios rojos.
Volteé a ver a Alejandro.
-¿Podemos salir un momento?.
-Claro, por qué no.-respondió.
Se paró frente a mí, y claro, como no extrañarlo, su voz, tan gruesa y ronca como siempre, sus ojos tan brillantes, y cuando sonreía, cuando supuestamente, el motivo de su sonrisa, era yo.
-¿Por qué lo hiciste?.
-Se supone que ya lo habías olvidado.
una lágrima rodó por mi mejilla.
-¿Por qué lloras?
-Por qué aún me importa, mierda, ¿Por qué con mi amiga Alejandro?, ¿Por qué no con alguien más?.
-Ella me besó, y yo-suspiró-, yo me dejé llevar, es la cosa de la que más me arrepiento.
-Pero, ¿Por qué con ella, mierda?, Joder, yo me mataba por ti.
tomó mis muñecas.
-¿Aún sientes algo por mí, mon coeur?.
No sabía responder, sí había sido capaz de irme de París a España sólo por su traición, no podría perdonarlo, dolió en serio.
-No.
-Es por tu novio, el español, ¿cierto?.
-Rubén no es mi novio.
Me miró, nos quedamos un rato en silencio, sus labios se acercaron a los míos y poco a poco fueron rosándose.
Mi celular comenzó a vibrar en mi bolsillo, omiti la llamada y me colgué de los brazos de Alejandro.
-¿Piensas volver a España?.
ESTÁS LEYENDO
Tú no me quieres. (elrubiusomg)
Fanfiction-Ah... pregúntale a _________, seguro se la pasó perfecto con su ex, el guapo parisino. Me sentí ofendida ante su estúpido comentario. -Oh, pero bueno, prefiero que Ruben nos cuente como se la pasó con la bella rubia del bar.-dije. Me echó una mirad...