Capítulo 21 (Perspectiva de Rubius)

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Desperté,  miré el reloj en la pared de ________, aún era de madrugada: 4:30 am.

-Ostia.

_________ comenzó a parpadear y poco a poco se fue despertando.

-Hace frío.

Tomé una pequeña cobija que estaba debajo de mí y la envolví en ella, volví a abrazarla.

-Ya no tengo sueño.-dijo somnolienta.

la abracé aún más fuerte

me  abrazó,  me dio un pequeño beso en la frente y suspiró.

no sabía describir ese momento, la verdad, estar junto a ella, abrazarla, casi dormidos, besarla, me sentía cómodo,  feliz... era como un extasis de sentimientos,  sentirla dormir en mis brazos, era como estar protegido,  tenerla en brazos era simplemente... indescriptible, 

Ver su sonrisa, el gesto que hacían sus ojos cuando reía,  cuando me abrazaba, la suavidad de sus brazos y el fresco aroma de su perfume, sus ojos fijos, en mi... el sonido de su carcajada, simplemente verla, y sentir que ella era mi todo, lo que sentía por ella, era más que un nudo en la garganta,  más que un retorcijón en el estómago,  mucho más que eso.

Dirigí mi mano a su cintura y la atraje más hacía mí.

Ella comenzó a jugar con mi cabello, era un minuto mudo, nadie decía nada, nadie tenía que decir algo, nuestras acciones lo decían todo por nosotros.

bostezó.

-Es mejor que duermas.

le quite un mechón de cabello que tenía y lo repose detrás de su oreja.

Ni siquiera noté cuando nos quedamos dormidos.

Desperté,  de nuevo, ésta vez miré el reloj y eran las 8:17 am.

________ estaba dormida a mi lado, pero, por mi bostezo despertó.

-¿Ya es mañana?

-Si-reí.

-¿Aún estás aquí?

-Ummm, si.

rió.

-Soñé que te habías ido.

-Pues no fue así.-besé su frente.

-Nunca me dejes-sonrió.

Miré sus labios, me fui acercando a ellos y la besé.

-¿Quieres desayunar?

-Qué flojera-se volvió a tapar-.

-Vamos.

-Con una condición

-¿Cuál?

-Recuestate 5 minutos más.

asentí.

me volví a acostar y me abrazo.

-Es enserio, nunca me dejes.

sonreí.

-No lo haré.

Se volteó y quedó acostada sobre mí.

-Prometelo.

-Nunca te dejare,  lo prometo.

-¿A pesar de todo?

-A pesar de todo, aún así te pongas fea.

comenzó a carcajearse.

-Esa iba en serio, eh.

me dio un pequeño golpe.

Nos quedamos mirando fijamente,  me comenzó a besar y yo acariciaba su espalda, si tuviera que pedir un deseo, sería,  despertar así todas las mañanas.

-Joder, me-me-encantas.

tartamudeé.

Ella no dijo nada, sólo comenzó a darme pequeños besos en el cuello, y yo accedí...

Tú no me quieres. (elrubiusomg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora