Capítulo 26 (Perspectiva de Rubius)

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Frente a casa de __________ estaba un tipo de mi altura, su cabello era castaño claro, casi rubio, tenía una camisa color azul, un saco ajustado color azul marino, los pantalones ajustados y color vino, una bufanda color negro y zapatos tipo oxford, que hipster, por dios.

-Quel est votre nom?

El tío era francés,  _______ estaba a mi lado, pálida.

-Oh, lo olvidaba, eres... español.

finalmente habló en español,  miré a ________ en busca de una respuesta.

-¿Cuál es tu nombre?, anda, tío-me ofreció la mano.

-Ruben-lo saludé.

-Alejandro, mucho gusto.

Así que ese era el gilipollas, y sí,  el tío era bastante mono, mucho más que yo, incluso.

-¿Qué haces aquí? -finalmente _________ habló.

-mon coeur, estoy aquí por ti.

apreté mi puño,  pero sería muy estúpido lanzarme a ese tío y comenzar a golpearlo.

-Alejandro, dije que quería volverte a ver, nunca, más,  ahora, si me permites, me tengo que ir.

me tomó de la mano.

Alejandro hizo un gesto; caminó hasta su gran auto lujoso y se fue.

-Así que, ¿él era Alejandro?

-Si, es desagradable, ¿no?.

-Me alegra que te hayas desecho de él-pasé un mechón de su cabello detrás de su oreja.

Me miró,  era más que una mirada,  podía sentir sus sentimientos en ella, al menos, lo que yo entendía,  ella estaba enamorada de mí,  y eso, ni siquiera Alejandro podía cambiarlo.

-te amo.

sonreí.

Si, tal vez dirán que es muy temprano para decir "te amo" a alguien que acabas de conocer, pero es que _________ era diferente, era más que una chica linda, más que su sonrisa retorcida;

había algo en ella que me hacía amarla cada día más y más,  algo que me decía que sí yo estaba ahí para ella,  ella estaría ahí para mí, sus besos eran como para enamorarme aún más,  sus dulces labios sabor a menta, el cosquilleo que causaban el movimiento de sus pestañas sobre mi piel, como mi nariz encajaba con la de ella tan pequeña;  su piel suave y sus dientes perfectos, su manera de hablar, es que era todo, todo, todo de ella que me hacía sentir enamorado, estar cómodo realmente,  que durmiera en mis brazos, y protegerla siempre,  eso era lo que sentía,  y que aún no sé explicar.

-Si.

-¿Si que?

-Ruben, si quiero ser tu novia,  si.

Sentí un extasis de sentimientos,  la abracé y luego le di un pequeño beso en los labios.

-¿Vemos una película? .

-Claro

Entramos a su casa y prendió la tv, puso netflix.

-¿Qué quieres ver?

-Lo que sea-sonreí.

-Terror en silent hill.

-Con esa me cago tía.

-No seas gay.

la puso y se recostó conmigo en el sillón.

supongo que para ella era divertido verme gritar como una niñita cuando pasaban escenas de terror.

-No pasa nada, estoy aquí-rió.

la abracé y le di un pequeño beso en los labios,  pero se volteó y el beso se fue convirtiendo en algo cada vez más intenso.

se sentó sobre mis piernas, metí mis manos debajo de su blusa y acaricié su cintura.

-¿Puedo tocarte la delantera?

-¿Qué?

me miró desconcertada.

-Osea, que sí... ¿Puedo tocarte los pechos?

me sonroje.

-Ruben, basta, has matado toda la pasión.

se carcajeo.

-Bueno, yo sólo quería ser un caballero.

rió, se bajó de mis piernas y continuamos viendo la película,  abrazados.

Tú no me quieres. (elrubiusomg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora