Capítulo 38 (Perspectiva de _______)

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Tal vez Joss tenía razón,  necesitaba ayuda psicológica,  y aunque era muy exagerado,  desde mi punto de vista, también necesitaba la opinión de alguien más.

Justo ahora estaba en la sala de espera del consultorio de Rubí Saénz.

Una psicóloga que me habían recomendado hace tiempo.

-¿_________  ___________?, puedes entrar al consultorio.

entre,  la psicóloga estaba de brazos cruzados,  con lentes, sentada en su silla giratoria.

-Un gusto, _________.

-Igualmente.

estreche su mano.

-Bueno, bueno, recuestate en ese pequeño sillón de allá y hablemos de la razón por la cuál estás aquí.

me recosté;  suspire... sin duda, sería difícil contarlo de nuevo.

-Todo comenzó en París.

-Ah, ¿No eres de aquí?

-Mi papá es parisino,  y mi mamá española.

-Oh, bueno, prosigue.

-Como dije antes, hace un año,  casi,  conocí a Alejandro... un chico, muy majo y... poco a poco se fue ganando mi corazón,  con todo su humor, sus historias... Y tenía a una amiga, Yulissa... ella... ahora está muerta... tenía mucha confianza en ella, mucha.

cerré los ojos.

Qué difícil era recordar todo, y peor aún contarlo, me derrumbe en algunas partes de la historia,  al recordarlas y hacer un pequeño flashback en mi mente era como una tortura china.

terminé mi historia.

-...Y ahora, todos me odian, y... no sé que hacer.

comencé a llorar.

la psicóloga trató de calmarme.

-Aveces,  los dilemas del corazón no son tan fáciles de entender, pero, ________, está más que claro que no tienes ningún tipo de trauma por Alejandro, es más,  para sentirte mejor... puedes, hablar con Ruben, y con las personas que te "odian" que en realidad,  no lo hacen, sólo están desconcertados por lo que creen que pasó entre Alejandro y tú,  esa noche... Sólo eso, debes de enfrentarlos.

salí del consultorio y conduci como loca hasta casa de Mangel.

traté de llamar a Ruben, pero no contestaba.

me abrió Majo.

esta vez no trató de evadir mi mirada,  pareció darle igual.

-¿Está Mangel?.

se metió a la casa sin decirme nada, y Mangel salió,  en seguida.

corrí hasta sus brazos y lo abracé fuertemente,  lamentablemente mi abrazo no fue correspondido, solo se quedó parado, sin movimiento alguno.

seguía abrazandolo mientras hablaba como loca.

-Mangel, Mangel, tú tienes que entenderme, he ido al psicólogo esta mañana y ella dice que debo de enfrentar todo, todo, no me ignores,  por favor, te lo suplico, ya no aguanto ni con mi propia alma, y eso no es todo, sé que amo, amo a Ruben, y seguramente él te contó lo que vio esa mañana,  pero no pasó nada, Mangel,  te lo puedo jurar por mi vida, por mi vida completa, quiero, amo a Ruben y tú lo sabes, Alejandro trató de confundirme pero ahora estoy más segura que nunca, y sé que amo a Ruben,  con todo mi ser, con todo mi ser.

me separé de él.

-Quiero verlo,  ahora.

Mangel me sonrió y me abrazó fuertemente.

-¡MANGEL!.

Lloré de felicidad,  no sabia que hacer en ese momento,  solté un pequeño grito.

-Gracias al cielo, extrañaba que me hablaras, la vez que pase y no me saludaste fue lo peor para mi,  ¡Mangel!, ¡Gracias, gracias!.

me separé de él.

-Quiero ver a Ruben, le llamé todo este día,  pero no me contestó,  estoy lista para verlo.

suspire.

me quite las lágrimas de la cara y una pequeña sonrisa se formó en mi rostro.

-Él no está.

-¿eh?, lo puedo esperar, aquí,  afuera, incluso, haría todo por verlo en ese momento.

-no, _________.... él no... vendrá.

-¿como?.

-es que... _________... no sé como decirlo.

todo mi mundo se desbarató en ese momento,  era como un sube y baja de emociones,  ahora estaba en lo más bajo, un nudo en la garganta hizo su aparición, mi latido comenzó a acelerar y mi estómago se hizo un lío.

-¿le pasó algo?, Mangel, ¿le pasó algo a Ruben?.

mis lágrimas comenzaron a brotar en ese momento.

- anda, dilo,  Mangel.

-No es nada grave, no te... preocupes.

un alivio recorrió todo mi ser.

-Es que... __________, ¿como te lo digo?...

-¿Qué? .

ahora mi latido se comenzaba a acelerar de nuevo.

-Se fue de aquí,  está en Noruega, ________.

Caí lentamente hasta el suelo, todo mi ser parecía desvanecerse.

-¿Volverá? .

-No.

Mi vista se nubló por las lágrimas que tenía en ese momento.

Ruben, en... ¿Noruega?.

-Viajaré si así fuera necesario,  necesito verlo.

Mangel asintió y pareció entenderme.

Tú no me quieres. (elrubiusomg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora