Tú no me quieres. (elrubiusomg)

Capítulo 27 (Perspectiva de ________

Eran las 12:00

la película había acabado, apagué la tv.

-Fin.

-¿Qué hora es?.

-Las 12:00.

lo abracé.

-¿Te vas a quedar?.

-Sí.

lo miré cuál niña pequeña mira a su Príncipe azul, es que Rubén era perfecto, cada centímetro de él, y pensar que me pertenecía desde ahora, que éramos pareja y que todo estaba bien, que no había persona que pudiera interferir en nuestro noviazgo, tenía ganas de abrazarlo y no soltarlo nunca más, nunca.

-te amo.

miré sus ojos, eran tan perfectos cuando sonreía, y estos se hacían pequeños.

suspiró.

volví a abrazarlo.

-Me gusta abrazarte.

es que me tenía demasiado enamorada, era como una fantasía, casi como algo irreal.

-a mí más.

sonrió y me apretó hacía él.

Y la verdad, es que ni siquiera Alejandro me hacía sentir tan así, tal vez fue por qué nuestro noviazgo fue un fiasco, algo en lo que mis padres intervinieron, pues por sus influencias lo conocí.

-Nunca me dejes.

por alguna extraña razón una lágrima salió de mi ojo y rodó por mi mejilla, Rubén lo notó y me limpió.

-¿Qué pasa?

No contesté, sólo lo abracé.

No sabía si era por qué en ese mismo instante estaba atravesando por muchas emociones, o por qué todo me recordaba al hijo de puta de Alejandro, todo, todo, quería olvifarlo ya, pero simplemente aveces es difícil superar todos los dolores del alma.

«algún día, te van a abrazar tan fuerte, que todas tus partes rotas se unirán»

una vez oí eso, y por suerte, lo estaba comprobando con Rubén.

Tomó mi mentón y lo alzó para poder besarme, puse mis manos en sus hombros y él posó las suyas sobre mi cintura, poco a poco sentí como iban subiendo.

-Claro que puedes tocarme la delantera.

sé carcajeo entre besos.

le quité la playera poco a poco, sus besos iban desde mis labios hasta mi mejilla y finalmente llegando a mi cuello,

ahora mismo no sabía si estaba en el infierno, o en el paraíso, pues tenía un poco de los dos.

Me llegaban flashbacks de mi relación con Alejandro, mi primera vez fue con él, y aunque era una pequeña, e inexperta, él despertaba cosas en mí que no había experimentado con nadie más.

me quitó la blusa, conforme a sus caricias en distintas partes de mi cuerpo un cosquilleo despertaba en todo mi ser, era tranquilidad, más que eso.

dirigí mis manos hacía sus jeans para deshacerme de ellos, accedió y sonreí.

tal vez, en ese momento me di cuenta en lo que realmente Rubén se había convertido, como una pieza de mí, mi "otra parte".

lo miré a los ojos, él sentía lo mismo que yo, o al menos desde mi punto de vista.

Y todo fue rápido, se deshizo de mis jeans y ropa interior, me dio una mirada, como diciendo "¿estás segura?"

sí, estaba más segura que nunca.

Entonces, procedió, comenzó a darme pequeños besos en el cuello, solté un pequeño suspiro y me dejé llevar por el momento,

sucedió, había pasado una noche con Rubén.

todo fue tan fugaz, mágico y romántico.

De pronto, sus movimientos eran fuertes y placenteros, solté un gran gemido y terminé abrazada a él.

"te amo"

susurró y terminamos por dormir en el suelo de la sala cubiertos por una pequeña manta.