Un Pasado Oculto: Identidad perdida (Libro 1) [Eldarya] {EN EDICIÓN}

Spin Off - "Tras el velo de un secreto"

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"En 3500 a.C."

En las lejanías de Atena, se podía escuchar el canto de las sirenas y las ballenas que el viento oceánico arrastraba hasta las planicies fértiles de aquella región, cada día era acariciado por un canto que, mezclado con el sonido del choque de las olas en los arrecifes, envolvía a su gente en una melodía suave y aterciopelada.

Dentro de todos aquellos que reían y convivían desde el ocaso al amanecer en aquellas tierras, resaltaba Adara, una ninfa dueña de una gran belleza, quien con su verde y larga cabellera que, con el vaivén de sus caderas solía entregarse a esa música natural que el mar le hacía llegar en medio de la brisa y el olor a sal; y así como desplegaba su sensualidad innata bajo el cielo estrellado de Helena, jugaba con los hilos del destino a la espera de quien tanto añoraba en sus sueños, aquel que aquella noche, acudiría a su llamado, aquel que la haría suya, aquel que la convertiría en su mujer, finalmente, tentando a la suerte y escribiendo las primeras líneas de aquello que, bajo el velo de la incertidumbre, podría ser el inicio del poder que salvaría o condenaría a la perdición del mundo que conocían.

Aquel sueño le carcomía el pensamiento, sentía que aquello que tanto ansiaba, nunca iba a concretarse, y absorta en sus propios pensamientos mientras danzaba mirando al mar, da por finalizada su proeza cuando siente a alguien tomar de su mano delicadamente. Se voltea expectante a ver esta nueva visita, sin embargo, por la oscuridad de la noche, solo pudo ver una inquietante mirada penetrar lo más profundo de su ser, y casi hipnotizada por ella, Adara siente un cálido beso sobre su mano.

Tras ese contacto repentino, sintió un escalofríos recorrer por su espalda, en ese minuto, recordó la advertencia de su madre, ¿Acaso será un humano? Pensó, entrecerró sus ojos sospechando de aquello, pero le parecía absurdo, no podría serlo, no suelen merodear por estos lugares, y pensando aquello, Adara le suelta la mano, y retrocede un poco a su pesar, cuando él le añade con una traviesa sonrisa — "¿No me concedería este baile?".–

Aquella voz le hizo detenerse de inmediato, esa familiar voz que ya había escuchado en sus sueño, sintiendo su corazón acelerarse, y apunto de ceder, pero a último minuto, menea su cabeza de forma reprobatoria y le contesta — "Lo siento, pero mi madre me enseñó a no hablar con extraños" — Presa del pánico, respondió rápidamente, ocultando de esa manera su sorpresa y lo rápido que su corazón palpitaba, ¿Cómo un hombre que apenas podía ver, le ocasionara tanto alboroto a su ser? Con una gran elegancia, le realiza una reverencia al visitante nocturno y sin esperar una respuesta, se da la media vuelta dispuesta a irse, cuando al pasar a su lado, éste. vuelve a tomarle del brazo, impidiendo así, que se vaya de su lado.

–. "¿Quién dice que soy un extraño?" — la luna se había despejado y de ese modo, le permitió ver su rostro, se trataba de un hombre apuesto, de un largo pelo castaño tomado en una coleta, su rostro demostraba la perfección y unos inquietantes ojos morados, que de manera desafiante le miraba, y de este modo, Adara entendió que él no podría ser un humano, puesto que emanaba un gran poder que fluía de su cuerpo, e hipnotizada por aquellos ojos que le reclamaban, decidió confiar en él — "Entonces...".–

Y sin pensarlo dos veces, Adara tomó la mano de aquel hombre, quien tomó la iniciativa y le hacía bailar al unísono con la música del ambiente, la magia anterior vuelve y sintiendo el calor de sus cuerpos fusionarse por el baile bajo la luz de la luna, y él con su maestría y algo de torpeza, le entregó una diversión nunca antes vista y por primera vez, ella desobedeció a su madre, y a su vez, confusa por la identidad de aquel hombre, no dudo en preguntar — "¿Quién eres?".–