Un Pasado Oculto: Identidad perdida (Libro 1) [Eldarya] {EN EDICIÓN}

Spin-Off - "Las reliquias del pasado"

«••• "Hace 25 años atrás" •••»

En un día veraniego, bajo la luz solar se encontraba una muchacha de unos 25 años que caminaba por las calles de Florencia, las cuales tenían una gran influencia de la era del renacimiento. Ella se encontraba maravillada de estar ahí, si bien iba de visita la casa de sus tíos junto a su familia, aquello no le iba a impedir conocer una de las ciudades que siempre quiso conocer.

Había sido un largo viaje desde Francia, y suspiraba de forma aliviada por poder estirar las piernas, y sentía un escalofrío recorriendo por su espalda, ella no podía creer que estaba en la misma ciudad donde se encontraba "David", la gran escultura realizada por Miguel Ángel y la emoción que sentía al estar a 51 kilómetros de Anchiano, el lugar de nacimiento de Leonardo Da Vinci.

Aquella bella muchacha, con un vestido floreado, que resaltaba su fina figura, con su pelo suelto y liso, que caía sobre sus hombros, y unos lentes de sol que escondían su verde mirada. Ella se sentía victoriosa por estar en ese lugar, sonriéndole al mundo entero de forma inocente, y de esa manera, lograba sin buscarlo, robar la mirada de los transeúntes al pasar, y ella sin dar mucha atención a lo que pasaba a su alrededor, caminaba por aquella hermosa ciudad y se detuvo cuando a lo lejos, sintió a alguien llamarle por su nombre
—¡Sara! ¡Aquí estás, querida! Te estábamos buscando por todos lados

La aludida se voltea al escuchar la voz de su madre, Paula, llena de preocupación, y detrás de ella se encontraba su padre, Lucio, mirándole con reprobación, y al lado de éste, su hermana Michelle, que la miraba con una extraña sonrisa, Sara frunció el ceño confundida, pensando qué sucedía, y antes de que ella pudiese decir algo para defenderse, su padre añade en un tono molesto
—Es bastante irresponsable para quien será la sucesora de la empresa familiar, salir sin avisarle a nadie, a caminar en un lugar que no conoce...

Sara frunció el ceño al escuchar la voz molesta de su padre, Paula la miraba llena de conflicto, en cambio, Michelle jugaba con sus manos de manera nerviosa, como si estuviese recordando "la" travesura que había realizado, frente a este escenario, Sara, respiró profundamente para luego, armarse de valor y algo molesta por la falta honestidad de su hermana, añade
—Cuando estaba dispuesta a salir, le comenté a Michelle donde me dirigía, debido a que usted, el jefe de familia, estaba ocupado en el taller de la casa, y mi madre no estaba en ningún lado... Así que yo no he hecho nada malo, ahora si me disculpan... iré a Piazzale Michelangelo, si gustan me acompañan...

Al decir esto, Sara da media vuelta en dirección a aquella plaza tan famosa por el mirador que permitía observar cada esquina de esa ciudad, un punto turístico obligatorio para cualquier turista y no por los negocios de su padre, iba a perder esa oportunidad.
—Espera, te acompaño, querida...

Paula fue corriendo tras su primogénita, dejando atrás a su amargado marido, provocando en Sara un suspiro de alivio y un pesar al ver que Michelle decidió quedarse al lado de su padre, y cuando su madre camina finalmente a su lado, le dice a su hija
—Realmente disculpa a tu padre, él solo estaba preocupado al no saber donde estabas...

La voz de su madre la volvió a la realidad, Sara sentía que su vida familiar se resumía a eso, a su padre dictaminar sobre su futuro, originando una gran discusión y luego su madre disculpándose por él y por otro lado, su hermana, que siempre buscaba la manera para meterla en problemas...
—A veces realmente siento que esos dos me odian...

Sara le comenta a su madre, y sin dejar que su madre conteste, sigue caminando rumbo a aquella plaza. Al llegar, ambas quedaron maravilladas con el paisaje conocido, y se sorprendieron al percatarse de todo lo que le faltaba por conocer. Luego de ver todo Florencia por el mirador de aquella plaza, ambas se sentaron en una banca y Paula miraba a su hija con cierto pesar en su corazón y le dice:
—Tu padre te adora, solo que no sabe como expresarse y en cuanto a Michelle, es más culpa nuestra que cualquier otro...