Capítulo 59: "Las dos miradas de la oscuridad - Parte VII"

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Aquel día había vuelto a ser como cualquier otro, Selfir entró a la sala del trono con un reticente Belron a su lado después de dejar a su hijo en la escuela fuera del reino por recomendación de su padre para que formara más carácter y así también compartir con chicos de su propia edad, y de esa manera, Mel tener un embarazo más sereno sin la presión constante de su hijo mayor y de eso era lo que ambos conversaban cuando se detuvieron al ver a Eldar esperándolos en el centro de aquella habitación.

-¿Qué haces aquí, Eldar? -Comenta Selfir extrañado por aquella presencia en aquel lugar, y éste arqueando las cejas contrariado, se arrodilla frente a un Belron que ya estaba recuperado por completo tras un día de descanso entero.

-Perdóneme, señor Belron, por los atrevimientos de Dinah y no haber detenido sus caprichos, desearía que las cosas fuesen distintas...

-Créeme que yo también lo hubiese deseado, y no me digas señor, me hace sentir viejo...-Selfir le iba a reclamar que lo era, pero éste le pega en el pie para que no dijera nada al respecto, y cuando el rey se aguanta un quejido de dolor, Belron añade-, No tenías forma de saber como ella actuaría, ni yo mismo pude detenerla, realmente hubiese preferido que no lo hiciese, pero no merecías ser traicionado de esa manera, si ella vivía quizás tu hubieses muerto con ella...

Eldar miró a Belron con los ojos bien abiertos, no esperaba aquella respuesta de aquel noble anjana, y se coloca de pie para tomar las manos de Belron, que lo mira sorprendido por aquello-No sé como agradecerte...-señala Eldar como si estuviese en deuda con aquel sujeto, y Belron suspirando, responde

-Solo te aconsejo que cuides a mi familia como si fuese lo último que hagas, no dejes a tu hija recorrer un camino incorrecto y que el recuerdo de su madre opaque a esa niña, ya que siento que ella será alguien importante para este lugar-Eldar bajó la mirada avergonzado, dando una reverencia a Belron dando a entender que haría aquello que él le había encomendado, y de esa forma, sale de aquella sala rápidamente con una felicidad contenida en su interior por aquella segunda oportunidad que se le había otorgado,

-¿Desde cuándo eres tan benevolente y sabio?

-Desde que una elfa entró a mi vida-Le mostró una sonrisa de oreja a oreja, tocándole el hombro dirigiéndose a la salida de aquella sala-Hablando de ella, tengo que comentarle que mañana iré a por ella, así que, si me disculpas, estaré en mi alcoba si quieres conversar...

-¡Belron! ¡Vuelve aquí! -Y sale antes de que su hermano le reclame que aún tienen que ponerse de acuerdo con lo que tienen que llevar a Eel, suspira agotado al ver que todo intento de que volviera, era en vano.

-Si intentas que él vuelva, será en vano, hijo mío-, Selfir suspiró al escuchar a su padre entrar al trono con una sonrisa traviesa, se le había olvidado cuanto había extrañado ver a esos dos discutir

-Padre, ¿Cómo amaneciste? -, el aludido mira a Selfir que lo mira con nervios a los ojos, le toma el hombro tal como Belron lo había hecho y señala divertido

-Bien, amanecí bien... Pero hablando de algo más importante, del abastecimiento que tenemos que llevar a Eel, ponlo todo en el Rawist de Belron por no hablar contigo-Selfir suspiró agotado, asintiendo frente a eso, se le había olvidado como su padre podía ser con ciertas cosas que él le encantaba llamar ironía.

-¡Frederick! -, gritó con energía haciendo que Selron lo mirara confundido tras aquel grito, ¿Era necesario? Selfir mirando a su padre de forma burlona, alza sus hombros haciéndose el desentendido, mientras este último se masajeaba la oreja.

-¡¿Sí señor Selfir!? -, Selron se sobresaltó al escuchar aquella voz y dio un respingo al ver aquel duende a su lado, pero ¿Qué hacía un leprechaun aquí?

Un Pasado Oculto: Identidad perdida (Libro 1) [Eldarya] {EN EDICIÓN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora