Un Pasado Oculto: Identidad perdida (Libro 1) [Eldarya] {EN EDICIÓN}

Capítulo 62: "La proximidad de la tormenta"

Estaba aquel rubio de mechas negras mirando su nueva casa como la había ordenado, suspiraba por el trabajo que había logrado todo este tiempo y pensaba como cada día y noche, el entrenamiento que tanto Sion como la reina Achlys le había encomendado, había surgido efecto.

Si no hubiese sido por la perseverancia de ellos, por la entrega de ellos y su compasión por él, quizás todo hubiese sido distinto, quizás él ahora estaría pagando los crímenes de traición en el calabozo junto a todos los que han encarcelado el último período o quizás, o peor, hubiese sido exiliado y su nombre manchado por el resto de su vida.

Aunque él debía admitir, que no fue fácil aprender dominar sus miedos, ni mucho menos canalizar el poder necesario para lograr esconder su verdadera apariencia y aún recordaba las palabras sabias de Sion, cuando cada vez que fracasaba, le insistía a seguir adelante y la compasión de Achlys al escucharle, pesar de la angustia que lo sofocaba, y su sorpresa al escucharle decir que él se había vuelto fuerte, sin embargo, Amaya, su panalulu lo miraba con preocupación, hace tiempo que veía a su amo mirar la puerta, sin embargo, como siempre, no se atrevía a salir.

Sin embargo, aquella vez fue diferente, Leiftan sale hacia al exterior, suspirando para armarse de valor y veía a la gente mirarle con sorpresa, y cuando él les entrega la misma sonrisa que solía darles antes de los sucesos, esas gemelas levantaron sus manos para saludarle de igual manera, y con una sonrisa exclaman-¡Que bueno que te mejoraste, Leiftan! ¡Nos tenías preocupadas!-, Leiftan abrió los ojos sorprendido por ello, sintió cierto alivio y cuando estaba dispuesto a devolverle el saludo, siente un estruendo arriba de ellos, provocando que aquellas doncellas corrieran a refugiarse al interior de su hogar.

-"¿Qué son esas cosas?"-, y mirando con detención, mira como aquellas sombras chocan contra el campo de fuerzas que Sion le había comentado en sus entrenamientos que Suhail había hecho, y suspirando aliviado, ve nuevamente como aquellos seres materializando su cuerpo en forma humanoide, golpean aquel campo de fuerza como si fuesen un ventanal, y Leiftan abrió los ojos con temor al percatarse que aquel campo de fuerza estaba cediendo y si eso pasaba, no les quedaba mucho tiempo.

Y tras esa revelación, corrió hacia el CG sin importar como fuese recibido, tenía que informar lo que había descubierto hace un momento, y cuando entró finalmente, buscando con su mirada a aquella kitsune, la encuentra frunciendo el ceño, y armándose de valor le comenta

-Miiko... tienes que escucharme....-, sin embargo, ella camina lejos de él, ignorando su presencia completamente y él hartándose de su comportamiento, le grita-¡DETÉNTE!

Y al hacerlo, Miiko se detiene al sentir como una vibración la retiene, y mira hacia Leiftan uniendo sus labios en una fina línea-Pero, ¿Quién te crees que eres?

Replico ante la sorpresa, y Leiftan sin mostrar arrepentimiento, se acerca hacia ella y la mira frunciendo el ceño, suspirando acongojado-Discúlpame por esto, pero el campo de fuerzas está debilitándose... Sethir podrá atacar...

-No es de tu incumbencia, ¿no eras su aliado acaso?-, replica aquella kitsune molesta, y Leiftan bajando la mirada avergonzado, empuña su mano, y antes de replicar, ella añade-Lo siento... pero entiende, no es fácil para mi todo esto...

-Lo sé, ni yo mismo me he perdonado, así que imagino que tu menos lo harías...-, le comenta con una sonrisa triste, y arrodillándose, añade-Pero, te prometo... que haré todo por proteger al CG de todo mal que exista, y si tengo que dar mi vida por ello, lo haré...

Y tras decir aquello, Miiko frunce el ceño sintiendo sus ojos humedecer por la pena que sentía, aquel hombre había sido su soporte cuando supo que Lance había muerto, se había convertido en su mano derecha, en su mejor amigo y eventualmente, en alguien como su propio hermano, y tras saber sobre su traición al haberse aliado con aquel que mató a Yonuki, quien había sido un padre para ambos, añadió-Yo... tendré que ver eso para creerlo... Lo siento...