Capítulo 1: "Aquellos ojos rojos..."

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Era un día como cualquiera en la universidad, me encontraba sumergida en los libros de la biblioteca junto a mi compañera de estudio, Susana, nos encontrábamos nerviosas por los exámenes venideros y sobre todo, en mi caso, por el pronto cumpleaños de mi madre. Di un gran bostezo y miré hacia el reloj de la pared, buscando una excusa para salir de este lugar lo antes posible, pero al hacerlo, miré con asombro y di un pequeño salto...
-"¡Esa hora era! ¡No lo podía creer, a esa hora las tiendas ya deben estar cerradas!"- pensé, mientras salía de la biblioteca.

Me encontraba caminando rápido hacia la entrada de la universidad, esperando a un milagro de que alguna tienda estuviese abierta, cuando al escuchar mi nombre me detengo abruptamente...
-Q-que bueno que te alcanzo...

Era Susana, mi gran confidente y amiga de la universidad, parecía agotada con ambas manos apoyadas en su cintura, parecía que tenía algo que decirme, sin embargo, por falta de aliento no podía. Miré con ansias el reloj de mi muñeca, mientras que ella apoyaba sus manos en ambas rodillas rodillas, buscando recuperar el aire perdido...
-Demonios, Susana... ¿Qué pasó?

Suspiro resignada al preguntarle, ya era demasiado tarde, a esta hora, todas las tiendas ya habían cerrado, me mira confusa y sonríe un poco, no entiendo el chiste y me entrega algo con su mano que tenía dentro de su cartera
-¿Eso es mi billetera?

La miro anonadada, seguramente se me quedó en la biblioteca donde estábamos estudiando, la tomo en mis manos agradecida
-Gracias, no sé donde tenía la cabeza...

Susana me ve con un gesto misericordioso, mientras yo suspiro para recuperar el aliento, a lo que ella me mira curiosa, y me pregunta
-¿Dónde vas tan apurada?

A mi pesar, le comento que este día planeaba comprarle un regalo a mi madre, puesto que el próximo fin de semana, era su cumpleaños. A lo que Susana, con un ademán pensativa, añade
-Pero, ¿Por qué no vas a su casa ahora? Podrías buscar unas fotos en donde salgas tu con ellos y hacer un álbum de fotos, ¿no te parece que eso le gustará más?

Abro mis ojos al escucharle decir aquello, pero ¿Cómo no se me ocurrió antes? Y de la emoción le doy un abrazo, asintiéndole por esta idea
-Eres un genio, amiga, ¿Qué haría yo sin ti?

Sin embargo, a pesar de la emoción por esta idea, me daba escalofríos ir sola a estas horas en esta noche tan fría, y creo que por mi expresión, Susana añade preocupada
-Eduardo me vendrá a buscar en el auto, ¿no quieres que te llevemos?"

Le miro agradecida, sin embargo, no quisiera ser una molestia, por lo que rechazo su oferta, ocasionando que Susana me mire apenada, me dirijo hacia la parada de autobús, y me volteo para despedirme de ella, pero había algo en su mirada que me decía que ella quería que me fuese con ella y antes de que ella me haga cambiar de opinión, le grito mientras me alejo de ella
Nos vemos el lunes, gracias por la billetera!

Cuando vi a Susana alejarse hacia el estacionamiento, tuve una extraña sensación de que esta iba a ser la última vez que le vería la cara, y de esa forma, me subo al bus en dirección a la casa de mis padres.

El bus llega al paradero, me bajo de este y volteo levemente mi cara hacia el bosque que está en los alrededores, tenía nuevamente aquella sensación de que un sujeto me seguía y esta ha durado todas estas semanas, sin embargo, cada vez que me volteo no veo nada ni a nadie.

- "Al fin en casa" -, pienso al llegar a mi antiguo hogar, suspiro al sentir el aroma familiar, sin embargo, la independencia de vivir en el campus, me ha hecho madurar, al acercarme a la puerta principal, abro la puerta con la copia de llaves que me dio mi madre hace un tiempo atrás.
- ¿Hay alguien en casa?

Un Pasado Oculto: Identidad perdida (Libro 1) [Eldarya] {EN EDICIÓN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora