Capítulo 3.

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Dylan's POV.

Algunos polos apuestos, están destinados a enfrentarse.

Dylan Blake salió de lago completamente empapado y en bañador, cogió la toalla que había dejado colgada en un árbol empezando a secarse con ésta

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Dylan Blake salió de lago completamente empapado y en bañador, cogió la toalla que había dejado colgada en un árbol empezando a secarse con ésta. Supuso que ya serían casi las siete por la intensidad del sol, probablemente le faltaba un cuarto de hora antes de que la gente comenzara a despertarse. Llevaba tanto tiempo despertándose a primer hora de la mañana para ir a nadar que ya no necesitaba un reloj para saber cuando amanecía por completo. Se había convertido en una rutina, que lo ayudaba a desconectar antes de enfrentarse a un nuevo día.

Desde que era niño, se escapaba de madrugada a la bahía de su ciudad, San Francisco, para nadar por ahí justo antes de que los barcos pesqueros volvieran al puerto. Podría simplemente hacerlo en la piscina de su casa, pero no le gustaba, se le hacía demasiado artificial, tal vez por el cloro, y él siempre necesitó sentirse en contacto con el mar. Por eso tal vez desde pequeño sabía que acabaría siendo un Agua, a parte de por que lo habían criado para ser el Heredero de su Clan. Así que el día anterior, durante la Ceremonia de Elección no se llevó ningún sorpresa.

Sumergido en sus pensamientos empezó a caminar hasta llegar a su Residencia, subió hasta el tercer piso por las escaleras y abrió la primera puerta a su izquierda, con un letrero que ponía 330.

Dentro y aún dormido en una posición un tanto extraña y con todas las sábanas revueltas estaba su mejor amigo, James Smith. No le resultó nada raro verlo así, eran amigos desde que nacieron, prácticamente estaban predestinados; su padre y la madre de James habían sido amigos desde el primer día que se conocieron en Eternal, hasta el punto que después de eso se mudaron al mismo vecindario, sus casas estaban una al lado de a otra. Y obviamente cuando nacieron, sus padres los hicieron amigos desde aquel primer momento. Por eso, desde niños, se pasaban los días en la casa de uno u otro. Más que amigos, eran hermanos. Por lo que Dylan ya se había acostumbrado a la extraña manera de dormir de él.

—James, son las siete y media, hora de levantarse —le dijo colgando la toalla en una percha del baño.

—Déjame solo un poquito más —murmuró James medio dormido.

Aún después de vestirse, su amigo seguía tirado en la cama. Una parte de él, se alegraba de tenerle ahí. Que resultara ser un Elemental de Tierra era una de las mejores noticias que habría recibido nunca. No sabría que haría sin él.

—Mira, si no te levantas ahora mismo, lo haré yo por ti.

El chico no respondió, así que el de ojos verdes se acercó a su amigo que seguía en la cama y tiró de él para sacarlo de ahí haciendo que se cayera al suelo. James soltó un grito al sentir el golpe y se levantó del suelo con un brinco, poniéndose en guardia como si fuera a empezar una pelea.

El Renacer del Fuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora