Lucy Evans siempre consideró que tenía una vida afortunada. Exceptuando el hecho de los constantes accidentes que solían suceder cuando estaba cerca de un fuego y/o sus emociones se disparaban. Con el tiempo, se acostumbró a ello y los inevitables t...
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—No.
Esa fue la primera palabra que salió por la boca de Lucy Evans, la supuesta Heredera del extinto Clan de Fuego en cuánto vio en la puerta a Dylan Blake, el Heredero de los Agua y su enemigo por naturaleza.
—No, no, no, no, no, no, no y no —repitió varias veces con diferentes tonos de voz, algunos más agudos o altos y otros más graves o bajos.
James Smith quien estaba al lado de su mejor amigo puso los ojos en blanco mientras que Dylan se cruzaba de brazos con expresión seria.
Olivia Grace, quien estaba al lado de la Elemental, soltó un gruñido.
—Disculpadnos un momento, por favor —pidió la morena y metió de nuevo a Lucy dentro de su habitación.
—Me da igual lo que vayas a decirme, no voy a aceptar —declaró Lucy en cuánto la puerta estuvo cerrada otra vez.
—Por todos los ángeles, Lu. Por favor, no seas así —se quejó su amiga.
Al pedirle a James que convenciera a Dylan para que se uniera a la rebelión, sabía que corría el riesgo a que Lucy se negara a aceptarlo. O en el peor de los casos, que ninguno de los dos cediera. Pero si el Heredero estaba ahí, significaba que había dejado de lado por un momento sus diferencias y orgullo por una causa mayor. Sin embargo, parecía que la pelirroja no estaba dispuesta a hacer lo mismo.
—¿Cómo quieres que no le guarde rencor? ¡Por su culpa todo Eternal me tomaba por asesina hasta hace dos días! ¡Literalmente! —exclamó la de ojos azules.
—¡Pero ya no lo hacen!
—¿Y qué más dará eso? No confío en él y punto. Ya le he dejado que trabaje con nosotras demasiadas veces. No pienso dejar que me quite esto ahora —se negó en rotundo la de ojos azules.
Olivia, ya cansada, respiró hondo y la miró.
—Lucy, entiendo tu posición. Pero le necesitamos.
—Claro que no, podemos prescindir de él perfectamente.
—Pues resulta que no, Lucy. Ya vistes las personas que vinieron a la reunión dispuestas a atacar, apenas cubrimos la mitad de Eternal. Toda ayuda es necesaria. Y Dylan, por mucho que no quieras admitirlo, es igual de poderoso que tú. Con él de nuestro lado, podemos conseguirlo. Podemos vencer. ¿No es eso lo que quieres? ¿Vencer a Rose de una vez? Porque si de verdad estás tan comprometida con la causa como dices, olvidaras lo que sientes por Dylan y dejarás que se una a nosotras. Por el contrario, demostrarás que eres una cobarde orgullosa que se deja dominar por el rencor y todo nuestro esfuerzo habrá sido inútil.
