Olivia's POV.
❝Si la chica resplandeciente tiene secretos, ¿por qué su hermano no?❞
Olivia Grace no dejaba de pensar en lo sucedido durante su misión. A pesar de que ya había pasado una semana y debería preocuparse más por los exámenes finales que prácticamente estaban a la vuelta de la esquina. Y es que aún no era capaz de procesar algunas de las cosas que pasaron durante aquella esa tarde.
Primero, estaba lo de James Smith. El hecho de que por un breve periodo de tiempo habían fingido ser pareja y como aquella curiosa mujer que fue su anfitriona lo había creído e incluso les halagó por ser muy adorables un par de veces. Y es que al fin y al cabo, ella apenas le conocía. Si, se vieron el día de la Ceremonia de Selección y estaban en prácticamente todas las clases juntos (salvo la de Controlación de Poderes, como era normal). Sabía que era listo, aunque no tanto como ella. Además, al final del día, James era el mejor amigo de Dylan Blake: y considerando lo mal que éste se llevaba con su mejor amiga, Lucy Evans... Que pudieran siquiera intentar llevarse de alguna manera resultaba imposible. Tampoco ayudaba mucho que se juntará a Fred Miller e hiciera bromas pesadas junto con Mike Green. Aunque debía admitir que a veces James decía cosas que merecían la pena y podían incluso hacerte reír.
Luego, el beso. Hubiera sido peor si fuera su primer beso, aunque eso sucedió cuando tenía doce años en un juego de la botella donde le tocó besar a una compañera de clase, May Rounds. De hecho, en el último año que pasó en el instituto, se enteró de que era lesbiana. Olivia estaba segura que era hetero a pesar de eso, aunque a veces al ver a Venus dudaba ligeramente: pero realmente no era algo que se había planteado nunca. Ahora que lo pensaba, el beso de James fue un simple pico, tal y como lo fue el que se dio con May. ¿Entonces, cuál de los dos podía considerarlo su primer beso? ¿Era realmente para considerarlo así? ¿Y desde cuando pensaba en cosas tan cursis como besos?
Desde aquel día se sentía rara. Y no era por lo de James, sino por una sensación que había tenido sobre el collar.
Eso era lo segundo, el collar. Había investigado, y tal como ella había pensado: aquella joya al parecer tenía alguna clase de protección mágica. Su memoria no le había fallado. Al parecer, el collar otorgaba una protección contra cualquier maldad además de que proporcionaba poderes misteriosos. Aunque desgraciadamente, no pudo encontrar quien era su dueño original ni como había parado en manos de los Morgan. Y a pesar de lo que pudiera parecer, Olivia creía en esas leyendas.
Ya que eran la única explicación lógica... a bueno, básicamente porque los Prodigios existían. Y también a que hubiera podido transformarse en un gato a voluntad sin apenas alguna dificultad cuando llevaba el colar puesto. No había podido conseguir eso antes, de hecho, su profesora Lydia Martin le había dicho que para el final de trimestre lo habría conseguido. Ahora, se había adelantado casi un mes sin siquiera esforzarse. Ya lo había intentado varías veces durante esa semana, y efectivamente ya le salía solo. Al parecer, aquel collar le había otorgado un poco de su poder sólo llevándolo algo más de una hora.
ESTÁS LEYENDO
El Renacer del Fuego.
FantasíaLucy Evans siempre consideró que tenía una vida afortunada. Exceptuando el hecho de los constantes accidentes que solían suceder cuando estaba cerca de un fuego y/o sus emociones se disparaban. Con el tiempo, se acostumbró a ello y los inevitables t...