Olivia's POV.
❝No te fíes de un inquisidor y jamás le digas nada.❞
Olivia Grace estaba muy nerviosa por lo que podía pasar. Durante las últimas semanas, había estado prácticamente todo el tiempo en la biblioteca. Cuando estaba sola, para estudiar para los exámenes finales. Y si estaba acompañada con James Smith, para perfeccionar su estrategia de asalto. Desde que Dylan Blake se había unido a la rebelión, su aparición llevó a que varias personas más antes recelosas de apoyar a Lucy Evans acabaran uniéndose de la misma manera a la causa.
Lo cual había llevado a que Olivia, que sin quererlo se había convertido en la mente detrás de todo, tuviera aún más trabajo. Intentando coordinar el alistamiento de todas las personas nuevas, la creación de nuevas armas por parte de los hermanos Walker, los entrenamientos generales y claramente ultimar los detalles del detallado plan de ataque para que todo saliera perfecto. Por suerte, tenía a James como mano derecha para ayudarla a organizarlo todo. Y el hecho de que Dylan y Lucy se la pasaran luchando y fueran los encargados de los entrenamientos generales, le ahorraba muchísimos problemas. Aunque tenía que decir que se le seguía haciendo raro ver a los dos Herederos juntos comportándose bien y sin estar insultándose con odio todo el reto, fuera de alguna que otra pullita por parte de uno al otro esporádicamente.
No sabía exactamente como, pero los cuatro se habían convertido en los lideres de todo aquella rebelión. Nadie rechistaba a las órdenes de Dylan durante los entrenamientos, ya no solo por su posición de Heredero, sino porque era el más experimentado en la lucha de todos. Puede que sus poderes no llegaran a alcanzar del todo a los de su enemiga, pero sin duda era el mejor luchador y espadachín que se había visto nunca en Eternal. Durante las visitas al búnker, donde Luke y Elia Walker trabajaban para proveer de armas verdaderamente buenas a todos los que iban a luchar en el asalto, escuchaban atentamente los consejos de James. Al parecer, el chico no era tan buen luchador como su amigo, pero sabía muchísimo sobre armamento y ataque. En el caso de Olivia, parecían respetarla por su inteligencia, nadie dudaba de su plan de ataque ni de que algo de lo que decía fuera incorrecto. Lo cual la aliviaba en el sentido de saber qué tal vez lo estaba haciendo bien, y al mismo tiempo le asustaba ser la única mente estratega porque si todos se fiaban de ella ciegamente, nadie iba a saber si algo de lo que decía estaba mal. Lo que más sorprendente, es que incluso nadie desconfiaba de Lucy, quien sabía qué sitios del cuerpo eran más vulnerables a la hora de atacar, con o sin algún tipo de armadura. A pesar de que los Cazadores no las usaban probablemente varios de los que les apoyaban lo haría. La chica conocía bien tanto la teoría como la práctica, lo cual explicaba su manera de luchar, la cual solía ser a distancia, usando sus poderes y evitando el combate cuerpo a cuerpo. Probablemente se veía influenciado también por su tremenda agilidad y rapidez.
Aunque en realidad, era reconfortante ver cómo la gente realmente les apoyaba y no estaban en contra de ellos. Hasta los que no se habían unido a ellos informalmente, hacían como si no pasara nada importante, sabiendo que si se extendía el rumor llegaría a manos del Consejo y nadie quería eso. Incluso alguna que otra vez, Olivia había recibido alguna palabra de aliento por parte de alumnos de tercero, alagando su valentía e inteligencia, una vez le dijeron literalmente que "para ser una Metamórfica, pareces más una Heredera por lo fuerte que eres y tú capacidad de liderar". Aquel comentario hizo que se le levantara la autoestima más de lo normal durante una semana entera, en la cual con ayuda de James consiguió finalizar al fin la estrategia de asalto completa, incluyendo fecha y horas exactas de cuando la realizarían.
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El Renacer del Fuego.
FantasyLucy Evans siempre consideró que tenía una vida afortunada. Exceptuando el hecho de los constantes accidentes que solían suceder cuando estaba cerca de un fuego y/o sus emociones se disparaban. Con el tiempo, se acostumbró a ello y los inevitables t...