Lucy's POV.
❝Nuestro destino está marcado, y nadie puede cambiarlo.❞
Lucy Evans no pudo reaccionar a tiempo ante la acción de Jeremy Blair. Antes de que siquiera pudiera espabilarse de su somnolencia, el chico la agarró tan fuerte de los hombros que pensaba que se los iba a desencajar y cuando vio como sus ojos se oscurecían, a pesar de no saber lo que significaba, se asustó.
Entonces, el chico empezó a hablar con una voz tan ronca y profunda que no parecía venir de su propio cuerpo, era un tono tan distorsionado que era imposible que estuviera diciendo algo de verdad.
—La hija del fuego ha llegado, seguida por las oscuras sombras. Los guardianes han despertado, y juntos deben alzar sus armas. Solo los verdaderos héroes podrán avivar las lamas para iluminar el camino.
Tras decir aquellas palabras, el Talento se desmayó. Por suerte, fue agarrado rápidamente por Fred Miller quien se lo llevo corriendo a la enfermería. Lucy, se tambaleó ligeramente ante haberse desecho de aquel peso.
—¿Estás bien? —le preguntó Olivia Grace acercándose a ella para sostenerle un brazo.
La pelirroja asintió ligeramente, sentía que le fallaba la voz. De repente, tenía mareos y un fuerte dolor de cabeza. Como si todo el cansancio que llevaba acumulado se hubiera duplicado de alguna forma a causa de los poderes de Jeremy. Un poco más y se desmayaría.
Su amiga pareció notarlo, porque antes de que nadie pudiera decirles nada. Olivia, con ayuda de James Smith, la llevó hasta su habitación, sosteniéndola de un brazo que apoyaba en su hombro mientras que el chico le agarraba del otro. Cuando por fin se pudo acostar en la cama después de quitarse pesadamente los zapatos, les agradeció a ambos en un susurro apenas inaudible y cerró los ojos.
—¿No le habrá pasado nada grave, verdad? Tal vez Jeremy le ha hecho algo sin darse cuenta... —oyó que le decía James a su compañera mientras intentaba dormirse.
—No lo sé, esperemos que no. Pero gracias de todos modos, Smith —respondió la Metamórfica.
—No hay de qué. Aunque no sé porque me has pedido a mi que te ayude, pensé que me odiabas —respondió divertido pero a pesar de estar medio inconsciente, pudo notar una mezcla de esperanza y decepción en su tono de voz, le conocía demasiado bien a pesar de que no lo pareciera.
—¿A quien se lo iba a pedir si no? ¿A Dylan? Eras el único chico que quedaba ahí.
—¿Y Carter qué?
—Olvídalo, Smith. Ha sido una emergencia, nada más, no te hagas ilusiones. Ahora lo mejor será que te vayas a dormir o tú también te desmayara aquí mismo..
—¿Desde cuando te preocupa mi salud?
—Nunca lo ha hecho. Pero no quiero encontrarme tu cuerpo inconsciente en el suelo de mi habitación porque no pienso moverte y no podría dormir tranquila. Yo también estoy cansada, ¿sabes?
ESTÁS LEYENDO
El Renacer del Fuego.
ФэнтезиLucy Evans siempre consideró que tenía una vida afortunada. Exceptuando el hecho de los constantes accidentes que solían suceder cuando estaba cerca de un fuego y/o sus emociones se disparaban. Con el tiempo, se acostumbró a ello y los inevitables t...